Capítulo 3

59.3K 3K 133
                                    

Me acomodo el cabello a como puedo, pero me da vueltas la cabeza, me duele mucho. Espero que la pastilla haga efecto pronto.

Salgo del baño y busco mi ropa por la habitación pero no está, no la encuentro por ningún lado.

Me meto en la cama, entre las suaves sábanas nuevamente para intentar que el palpitante dolor de cabeza disminuya o algo.

Cierro los ojos e intento con todas mis fuerzas recordar algo de anoche.

Recuerdo haber llegado al bar, bailé con las chicas y luego de eso empecé a beber cerveza como loca. Nunca había tomado.

Recuerdo haber ido al baño de damas, chocar con Daniel y luego bailar con James. Después de eso seguí tomando hasta que salí a tomar aire.

Recuerdo haber vomitado y que me sentaran en un coche pero luego de eso...

-Buenos días -suena su voz profunda desde el marco de la puerta.

Abro mis ojos y me encuentro con él, con el hombre que provoca mis migrañas.

-Buenos días -apenas soy capaz de responder.

-¿Dormiste bien? -se acerca a la cama con lentitud y una sonrisa en su rostro.

-Sí, gracias -asiento-. ¿Qué pasó con mi ropa?

-La mandé a la tintorería -se sienta en el borde de la cama, a mi lado.

-¿Cómo llegué aquí? -"no hagas ésa pregunta, estúpida, es obvio que él te trajo", me regaño mentalmente.

Suelta una pequeña risa antes de contestar- ¿Cómo crees que llegaste aquí?

-¿Qué hago aquí? -cambio la pregunta.

-Bueno, debido a que cambiaste tu apartamento y no sabía en dónde estaba, decidí que sería mejor traerte y que durmieras aquí, además, tu coche está por llegar.

-¿Qué sucedió anoche? ¿Pasó... algo entre... nosotros...? -no sé ni cómo preguntarlo.

-No, preciosa. Jamás lo haría sin tu permiso -quita un mechón de cabello de mi cara y lo pone tras la oreja.

"¡Está demasiado cerca! ¡Haz algo!" Me grito mentalmente al ver que cada vez se acerca más.

-¿Por qué estabas anoche en ese bar? -"ahí vas con otra burrada, ¡él ya te dijo que estaba buscando a alguien!- Dijiste que buscabas a alguien.

-Y la encontré -asiente rozando su nariz con la mía.

-Deberías estar con ella -aparto mi rostro hacia un lado.

Si estaba buscándola que se vaya con ella, ¿qué hago yo aquí?

-Melody. Nunca vas a entender, ¿cierto?

En un rápido movimiento me acuesta con las manos a ambos lados de mi cabeza y las inmoviliza uniéndolas con las suyas.

Se coloca entre mis piernas y acerca su rostro al mio poniendo parte de su peso sobre mi para mantenerme inmóvil.

-He pasado buscándote cada segundo durante los últimos dos meses -su voz es apenas un susurro-. Desde que te fuiste, pero claramente nunca te perdí de vista. Siempre supe a dónde ibas, qué hacías o con quién estabas.

No me extraña, su acoso no tiene límites.

-Me mantuve al margen todo este tiempo, creí que abandonarías todo lo que tuviera que ver conmigo, pero te juro que cuando vi tu solicitud de empleo en mi fundación no lo pude creer. Fue uno de los momentos más felices que tuve.

Nuevo Trabajo... Mismo JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora