Llegamos a casa de mis padres y cuando bajamos del auto la primera en recibirnos es mi hermana.
-Hola, Mel -me abraza con fuerza.
-Hola, Sara. Veo que me extrañaste -digo sin aire.
-Lo siento -se separa y dirige su atención al hombre que está junto a mi.
-Buenos días, Sara -la saluda caballerosamente.
-¡Vaya! Hola, Daniel que sorpresa -lo saluda con un beso en la mejilla antes de hacernos una señal para que la sigamos hacia la casa.
En la cocina se encuentra mi mamá como siempre preparando el almuerzo con su delantal.
-Hola, mamá.
-¡Chicos, que sorpresa! ¿Cómo han estado? -se limpia las manos en el delantal y nos da un beso y un abrazo a Daniel y a mi con una sonrisa.
-Muy bien, gracias ¿Y usted? -él como siempre con sus modales.
-Ahora me encuentro muy bien, querido. Ve a buscar a tu padre mientras hablo con Daniel ¿Si querida? -la petición de mi madre me extraña mucho pero quiero ver a mi papá también así que...
Camino por el campo hasta que doy con mi padre en los establos.
-Hola, papá.
-Hola, cariño. ¿Cuándo llegaste? -me saluda con un abrazo.
-Hace unos minutos, ¿Y qué estás haciendo?
-Iba a ir a dar una vuelta en caballo, ¿Quieres acompañarme?
-Claro -asiento y tomo las riendas de uno de los caballos de mi padre para sacarlo de su cubículo.
Anduvimos por todo el terreno. Al parecer mi padre ha comprado dos nuevos terrenos y piensa expandirse aún más, le ha estado yendo bien.
-¿Y qué tal todo con mamá? -intento poner un tema de conversación.
-Es un ángel, no me puedo quejar ¿Por qué la pregunta?
-Es sólo curiosidad... papá, ¿crees que alguna vez encuentre a alguien que me quiera de esa manera?
Al oír mis palabras detiene su caballo y me observa detenidamente.
-Cariño, sé que nunca hemos hablado mucho de nada y de verdad lo siento. Creo que por algún tiempo me sentí decepcionado y abandonado cuando decidiste marcharte de la casa, pero, ahora me doy cuenta de que eso era lo que querías y en realidad lo has hecho excelente. Estoy muy orgulloso de ti aunque me cueste expresarlo y las amo muchísimo a ti y a tu hermana, nunca dudes de ello.
Sus palabras tocan hasta lo más profundo de mi ser. Nunca me había dicho nada parecido, siempre ha sido tan serio y estricto que no pensé jamás que me encontraría con su lado sentimental.
-No llores, cariño -mi padre se baja de su caballo y me ayuda a hacer lo mismo con el mio para abrazarme con mucha ternura, acariciando mi cabeza-. Y respondiendo a tu pregunta, sí, creo que encontrarás a alguien que te ame y te cuide como lo mereces.
-Gracias papá -me limpio las lágrimas y le sonrío para después volver a subirnos a nuestros caballos y volver a casa.
-¡Gracias a Dios que llegaron! La comida estaba empezando a enfriarse -dice mamá cuando estamos entrando en la casa.
-Daniel, hijo que gusto que vinieras a visitarnos -se saludan primero estrechando sus manos y luego con un abrazo a medias.
-El gusto es mio, señor Smith.
-Vengan, la mesa está servida -llama mamá desde el comedor.
El almuerzo estuvo riquísimo, hablamos de muchas cosas y nos reímos de otras. Luego apareció mamá con un postre de helados.
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Nuevo Trabajo... Mismo Jefe
RomanceMelody Smith reinicia su vida como empleada en una fundación caritativa. Hace nuevos amigos y al mismo tiempo deja varios corazones rotos, pero no se encuentra psicológicamente estable como para iniciar una nueva relación. Sólo intenta concentrarse...