Capítulo 12

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Luego del trabajo, Daniel me acompañó hasta el apartamento.

Cuando estábamos en la puerta me sentí tentada a invitarlo y que se quedara conmigo como anoche pero cambié súbitamente de idea, no se ni por qué y eso me frustra mucho.

Por un lado me prometí no ponerle las cosas fáciles, pero por otro, esa promesa cada vez se va debilitando más y me vuelve loca. Definitivamente debo hablar con Sara.

Cuando estoy en la cama con mis pijamas tomo el teléfono y llamo primeramente a mis padres para saludarlos, seguidamente me comunican con mi hermana que suena más feliz de lo normal.

-¿Sara estás bien? -es mucha energía para estas horas de la noche.

-Sí, Mel. ¡Estoy fantástica! -casi grita dejándome sorda.

-¿Y por qué estás tan fantástica?

-Conocí a alguien -oh no, aquí vamos.

-¿Y cómo se llama? ¿De dónde es? ¿Cómo lo conociste?

-Se llama Frank, es de la ciudad. Lo conocí por medio del negocio de nuestros padres. Él vino a negociar conmigo algunos términos de costos y productos, salimos un par de veces por negocios pero ahora me invitó a salir de verdad -puedo imaginarla del otro lado agitando sus manos y mordiéndose el labio con una sonrisa.

-Bueno... creo que eso es bueno, ¿no? -no es lo que esperaba.

-Claro que lo es. Pero cuéntame, ¿por qué querías hablar conmigo? -cambia el tema.

-Es sobre Daniel.

-¿Cómo va eso?

-En realidad no estoy segura. No quiero salir herida nuevamente pero por otra parte creo que estoy dispuesta a correr el riesgo -es agobiante.

-Chica, creo que estás en problemas -ríe mi hermana del otro lado.

-¿Lo estoy?

-Claro que lo estás, eres demasiado ruda con él y contigo misma. Debes dejar de darle tantas vueltas a las cosas y disfrutar el momento -me motiva.

-No lo sé, Sara. No se si sea correcto -me encojo de hombros.

-¿Estás faltándole el respeto a alguien?

¿Qué? -no.

-¿Estás mintiéndole a alguien?

-No -¿a alguien dónde va con esto?

-¿Estás matando a alguien?

-¿Estás loca? Por supuesto que no -esto es absurdo.

-Entonces no es incorrecto. No estás haciendo nada malo, déjate llevar y no seas tan insensible. Invitalo a cenar -ríe.

-Lo voy a pensar. Gracias por la ayuda. Te quiero -me despido de ella.

-También yo, buenas noches -escucho antes de colgar.

Sara tiene razón, ¿qué tal si por ser tan dura termina yéndose con otra? No podría soportarlo.

Tal vez pueda intentar ser mas amable y dejar que las cosas fluyan, al fin y al cabo, nuestra separación ni siquiera fue por una auténtica infidelidad, fue sólo demasiado trabajo y mala actitud de mi parte.

Al día siguiente, Daniel aparece en la puerta de mi apartamento muy temprano, ¡ni siquiera ha sonado mi alarma!

-Buenos días -sonríe y deposita un beso en mi mejilla mientras froto mis ojos y lo dejo entrar.

-Buenos días, ¿qué haces aquí tan temprano? -esto no es usual.

-Quise traer el desayuno y asegurarme de que te alistes con calma -dice tranquilamente y añade-. No vaya a ser que no te bañes bien.

Nuevo Trabajo... Mismo JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora