Capitulo 21

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La mañana de aquel miércoles lluvioso de Julio me había levantado con un propósito. Debía hacer algo con mi vida, no podía continuar siguiendo a los chicos como un perrito faldero y además ahora no podría ni siquiera hacer eso. Así que iba a buscarme una buena Universidad. La vida luego de este año al lado de la banda más famosa del mundo seguía, así que debía comenzar a pensar en mi futuro. Me levanté, cepillé mis dientes, me duché y me cambié [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=68455717&.locale=es]. Tomé mi notebook y mi móvil. Bajé las escaleras sonriente y emocionada por la misión que tenía para el día de hoy, al menos me alejaría de todas esas cosas de Mr. X. Me senté en la barra y mientras le daba un sorbo a mi taza abrí mi notebook. Entré a twitter y busqué en google las Universidades disponibles en Londres. Pensaba que podría conseguir un trabajo de medio tiempo, alquilar un departamento acá y mantener mis estudios luego de este año en que dejara de vivir aquí, en esta casa con los chicos. Suspiré. La vida sería aburrida sin ellos. Sacudí mi cabeza levemente sacando aquellos pensamientos deprimentes y me enfoqué en encontrar una buena Universidad. Bien, lo primero era ver en qué era buena. 
—Buenos días —sonreí al verlo entrar a la cocina con el cabello enmarañado, tallándose los ojos y un bostezo. Venía con aquellos hermosos pantalones de chandal que estaba comenzando a amar. 
—Buenos días —saludé alegre. Se sentó delante mio y frunció el ceño—. ¿Quieres un café, té, leche? 
—Podemos empezar con un beso —sonreí y él abrió sus brazos. Me puse de pie y di la vuelta para acercarme y besarlo. Mmmm, sabía a pasta dental recién usada.. menta. Delicioso. Me miró de arriba a abajo y yo volví a mi lugar—. ¿Sales? —elevé una ceja sin sacar la vista de la pantalla—. No, disculpa. Me corrijo, ¿a dónde crees que vas a ir? —elevé ambas cejas y lo miré incrédula.
—¿Disculpa? 
—Un café estaría bien —entrecerré los ojos y él me sonrió. Bueno, por suerte hoy se había levantado de buen humor. Éramos dos irradiando alegría y buena vibra. Me puse de pie y caminé hasta la cafetera, le serví una taza y cuando voltee el estaba mirando la pantalla de mi notebook con suma tranquilidad.
—Hey, no revises mis cosas —caminé hasta él y voltee la computadora. Le dejé la taza delante de los ojos y me senté molesta en la silla frente a él. Sonrió.
—Universidades, ¿eh? —puse los ojos en blanco. Tomó un diario que estaba sobre la barra y comenzó a leerlo.
—Eres todo un genio —le dio un sorbo al café y yo volví mi vista a lo que estaba haciendo. 
—Debes imaginarte lo que opino al respecto —habló sin levantar la vista del diario. 
—Sí, pero sin ofenderte, no me interesa. Es mi decisión, no tuya —volví la mirada hacia la pantalla y el ambiente se volvió incómodo de golpe. 
—Buenos días —oí la voz adormilada de mi mejor amigo. Se sentó al lado de Zayn y me puse de pie para servirle un poco de café. Le contesté con un 'buenos días' mientras que Zayn ni siquiera hizo una mueca, y dejé la taza delante de sus ojos. 
—Harry, tu mejor amiga quiere ir a una universidad —soltó Zayn derrepente. Fruncí el ceño y lo fulminé con la mirada pero el continuaba leyendo el maldito diario como si nada pasara. 
—¿Qué? —preguntó Harry mirando a Zayn. Bufé y me senté delante de la computadora de nuevo sin decir nada al respecto. Los ignoraría a ambos. Ir o no a la Universidad era mi decisión.
—Lo que oíste. No quiere entrar en razón. Apenas ponga un pie en un campus la van a despedazar.
—________, es cierto. Las fans van a matarte —y así estaba la cosa, los dos en mi contra. Zayn había dicho eso apropósito sabiendo que Harry no iba a permitir que saliera de la casa.
—Ni siquiera van a notar que estoy ahí, estaré bien. Además es una decisión que yo debo tomar, no ustedes —contesté mientras continuaba leyendo sobre la diversidad de institutos universitarios que había en la ciudad—. Y si Eleanor puede ir, entonces yo también —agregué en un tono peor que el anterior. Harry estiró su mano y antes de que pudiera notarlo me cerró la notebook delante de mis narices. Fruncí el ceño y lo miré.
—Hay tres guardaespaldas que van con Eleanor a la Universidad. La esperan afuera de cada salón, se quedan en la mesa donde ella almuerza y la esperan hasta afuera de los baños. Esa es la única forma de que vayas a la Universidad. Te conozco y sé que no lo soportarías —mi semblante cambió a uno más relajado. Harry tenía razón, yo no aguantaría ni cinco minutos con tres grandulones siguiéndome a todas partes. Mierda, ¿ni siquiera al baño puede ir sola? Pobre Elle.. o Christina.. o Talisha. Sacudí mi cabeza levemente enfocándome de nuevo en los dos hombres que me miraban fijamente. Suspiré. 
—Necesito hacer algo con mi vida, chicos. No pienso seguirlos durante todo un año.. es más, ahora ni siquiera eso puedo hacer —ambos me miraron y luego bajaron la vista pensativos.
—Creo que mi padre necesita una secretaria, puedo preguntarle si el puesto sigue vacante. Estarías segura y él se encargaría de asegurarse que nada pasara —propuso Harry encogiéndose de hombros. Suspiré. Bien, si no quedaba más remedio.
—Para comenzar supongo que estará bien —contesté yo imitando su gesto. Zayn sonrió con la vista aún puesta en el diario. Sí, Zayn. Lograste lo que querías. Minutos después Liam, Niall y Louis aparecieron y la paz que había anteriormente se esfumó. Bien, el día de hoy planeaba hablar con Eleanor. Luego de que todos acabaron de desayunar salí al jardín y marqué su número. Sono una, dos, tres.. 
—¿Hola? 
—Elle, soy ________ —la oí aclararse la garganta del otro lado.
—Ah, ______. ¿Qué sucede? —fruncí el ceño.
—¿Estás bien? 
—Espera un segundo —se oyeron susurros del otro lado y de seguro estaba hablando con su clon—. ¡Hey! Sí, lo siento. ¡Te extraño! Hace tanto que no te veo, _________ —ok, esta era la Eleanor que era mi mejor amiga. 
—Elle, tenemos que hablar —sentencié sin dar más vueltas al respecto del tema. Tenía que acabar con todo esto de Mr. X. Quizás, si yo averiguaba todo lo que él me quería mostrar, me dejaría en paz de una vez. 
—¿Hablar? ¿Por qué? ¿Qué sucede? —suspiré y me calmé mentalmente. 
—Elle, no puedo decírtelo por teléfono. ¿Puedes venir a casa? —hubo unos segundos de silencio y entonces unos fuertes y cálidos brazos alrededor de mi cintura me distrajeron por completo. Di un respingo y miré hacia mi derecha encontrándome con aquel rostro de adonis tan perfecto que tenía el chico del que estaba enamorada. Suspiré como una idiota y él sonrió aún mirando al frente. 
—_______, ¿estás ahí? —volví a mirar al frente y me aclaré la garganta.
—Sí, sí, Elle. Lo siento, me distraje con.. una bella.. ave —mierda, olvidé que ella no podía enterarse de nada. 
—Bien.. estaré ahí en media hora, ¿te parece? 
—Sí, sí —intenté soltarme del agarre de Zayn porque comenzaba a besarme el cuello y eso me distraía completamente pero no me dejaba.
—Okey.. ________, ¿estás segura que estás bien? —me rendí en los brazos de Zayn y sentí su sonrisa sobre mi cuello.
—Sí Elle, estoy perfecta —suspiré y cerré los ojos dejandome llevar por las sensaciones que me producían sus labios sobre mi piel.
—Bueno te veo en media hora, adiós.
—Nos vemos —y colgué sin siquiera moverme—. Te detesto —oí su leve risa y sin alejarme me volteó quedando frente a frente.
—¿Qué es lo que tienes que hablar con Eleanor? —y toda la felicidad y el romanticismo del momento se esfumaron. 
—Ah.. yo.. —me aclaré la garganta y bajé la mirada mientras me colocaba un mechón de cabello detrás de la oreja y trataba de inventar algo. Tomó mi barbilla y me hizo mirarlo. Sus ojos siempre fueron mi maldita debilidad. Eran algo así como un mar en el cual te ahogabas fácilmente y no lograbas volver a salir. Tenía esa mirada profunda e intimidante que te obligaba a mirar hacia otro lado. Esa mirada que cuando estaba encima tuyo sentías como lentamente te quemaba, ardía. Su mirada ardía como el sol en pleno desierto. Pero sus ojos eran un océano de paz. Dulces y atrapantes. Únicos. Definitivamente lo que me derrotaba de él eran sus ojos.
—¿Vas a contarles lo nuestro? —<<lo nuestro>> sonaba tan lindo saliendo de sus labios. La felicidad me embargó por un momento al entender que entre él y yo había algo. Teníamos algo, algo que era <<nuestro>>. No pude evitar sonreír—. ¿Te estás riendo de mi? —junté los labios formando una linea recta forzada ya que no podía evitar sonreír y negué levemente sin sacar mis ojos de los suyos—. Yo te daré razones para reír, señorita vi-una-bella-ave —y antes de que pudiera reaccionar y escapar me había tumbado en el césped y sus dedos recorrían mi estómago haciendome reír sin parar.
—No, Zayn. Detente —hablé sin aliento entre carcajadas—. Para, para, no puedo respirar —pero no tenía piedad. Intenté levantarme, intenté quitármelo de encima, intenté un millón de cosas que no funcionaron hasta que de la nada se detuvo y se dejó caer a mi lado riendo. Tomé una bocanada de aire y traté volver mi respiración a la normalidad—. Te.. detesto —murmuré cansada pero sin borrar la sonrisa de mi rostro.
—Tu risa es una de las cosas mas bellas que he escuchado —lo miré mientras el seguía con su vista en el cielo celeste y despejado de Londres. Al parecer hoy el día se prestaba para salir ya que pocas veces el sol golpeaba suelo londinense. Zayn era tan.. cambiante. Me encantaría poder recordar algo de la noche que salimos pero me rendí ya que ese momento de mi vida definitivamente no fue registrado por mi memoria. Maldito alcohol. Me coloqué de costado con una mano debajo de mi cabeza y el me miró sonriendo de lado con ambas manos detrás de la cabeza marcando sus fuertes pero no grotescos brazos.. iba a hacerle una pregunta sobre Perrie pero sus varios tatuajes me distrajeron. Llevé mi mano hasta su brazo y el lo elevó entre ambos para hacerme más fácil la visión y sin que se lo pidiera comenzó a explicarme qué significaba cada uno. 
—El micrófono bueno, ese es algo obvio. Cantar es mi sueño y lo he cumplido. Tengo el Ying y el Yang porque soy un fiel creyente de que los opuestos se atraen —lo miré al sentir su mirada sobre mi y me sonrió. Definitivamente nosotros eramos opuestos en la mayoría de las cosas—. Tengo este Zap!, que las fanáticas creyeron que era por Zayn and Perrie pero yo nunca me tatuaría algo así. Sé que Perrie es momentánea y ahora ya es pasado. Los dedos cruzados que simbolizan buena suerte, al menos para mi. También tengo tatuados los números de mi audición en X Factor —me señaló algunos y yo observaba todo impresionada y luego continuó explicando los demás—. Y también tengo una pequeña pieza de puzzle —suspiró y volvió a poner las manos detrás de su cabeza—. Es la pieza que le falta a mi vida y que aún no he encontrado.. o eso creo —me miró y no pude sostenerle la mirada ante una confesión así. ¿Él de verdad creía que yo era algo así como <<la pieza que faltaba en su puzzle>>? Sonaba cursi pero.. eso fue lo que él dijo. Me senté en el césped y sonreí observándolo—. ¿Otra vez te ríes de mi? —lo miré alarmada y me puse de pie evitando que pudiera atraparme pero ni siquiera se movió.
—Zayn —dije segura.
—_________ —contestó divertido. 
—Quiero hacerme un tatuaje —finalicé sonriente. Se sentó y me miró con el ceño fruncido. El sol le daba de lleno haciendo que su cabello brillara y su piel.. mierda, su piel era una hermosa tentación debajo del calor del sol. Tragué sonoramente y me saqué aquellos pensamientos de la mente.
—¿Qué? ¿Hablas enserio? —asentí segura de mi misma.
—Siempre quise tener uno pero mis padres nunca me lo permitieron. Ya soy mayor, tengo 18 y soy dueña de mi cuerpo para hacer lo que quiera —se puso de pie y se sacudió los pantalones.
—________, no es como hacerte un dibujo con crayones. Es algo permanente, algo que tendrás en tu piel por siempre. ¿Estás conciente de eso? —asentí y suspiré.
—Sí, y quiero hacerlo. ¿Puedes acompañarme? —me miró unos segundos y luego se acercó acariciando las puntas de mi cabello.
—¿Qué tienes en mente? —sonreí y me acerqué para besarlo.
—Pero iremos luego, antes debo hablar con Eleanor y respondiendo a tu pregunta anterior, no. No voy a contarle sobre nosotros, Zayn. Me dijiste que no querías que se enteraran y si eso quieres entonces.. esta bien por mi —dije encogiéndome de hombros. Me miró a los ojos unos segundos y sonrió.
—¿En dónde estuviste toda mi vida? —suspiré y lo miré con una sonrisa estúpida.
—Aquí, Zayn. Siempre estuve aquí. 

Who is Mr.X? Adaptada One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora