Día anterior al concierto en el MSG, New York.—Christina, ¿tienes máscara de pestañas? Dejé la mía en Londres —la voz de Danielle viajó desde el baño hasta la habitación donde nos encontrábamos Christina y yo preparándonos para la cena de esa noche. Los managers querían festejar y crear buenas vibras para el agotador día que seguía y, aunque yo no estuviese de acuerdo y me hubiese negado rotundamente a asistir, me obligaron a ir. ¿Los managers? No, Danielle y Christina.
—Sigo pensando que es mala idea. Por favor, dejen que me quede —supliqué, aunque ya estaba resignada. Habían estado todo el día convenciéndome y cuando finalmente dije que sí, no dejaron de hablar de lo genial que sería ir a ese bar donde también había una pista de baile, y muchos neoyorkinos para coquetear y olvidarme de los imbéciles que arruinaban mi vida. Y quizás en parte tenían razón.. habría neoyorkinos, pero yo estaba segura de que no coquetearía con nadie. Mi humor no estaba para algo así. Harry volvió a su actitud de no notarme siquiera, y Zayn se mantuvo al margen de la situación. Por mi lado, no volví a llorar. Ni por las noches, ni de día, ni en ningún momento. Estaba en un estado "vegetativo" en el que no sentía absolutamente nada. Ni dolor, ni enojo, ni felicidad. Era una planta. Una bonita y tranquila planta.
—_________, ya basta —avisó Dani saliendo del baño y señalándome con el dedo índice. Tomé los aretes que estaban sobre la mesa de noche y me los puse, junto con algunos brazaletes y un anillo terminando de arreglarme [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=87705757&.locale=es]. Una de las principales causas por las cuales no quería asistir a la estúpida cena era porque irían Taylor y Perrie, y considerando que yo fui la causante de que sus novios se pelearan hacía una semana, no veía un buen futuro para la cena. Pero de todos modos mis amigas no me dejaron decir no.
—Ya supéralo, iremos a la estúpida cena, la pasaras genial y nos reiremos de esto luego, ¿bien? Vas a demostrarle a esos dos que puedes vivir perfectamente sin ellos —intentó animarme Christina pero fue en vano. Continué con mi actitud de cactus desde que salimos de la habitación, hasta que nos encontramos todos en el vestíbulo del hotel de New York.
—Mírate __________, estás hermosa —me elogió Niall con una sonrisa. Sonreí a medias y le di un asentimiento con la cabeza, ni siquiera tenía ganas de hablar. Por lo visto las parejitas ya habían ido en la primera tanda, nosotros nos iríamos en la segunda limusina. Liam y Louis me saludaron y nos elogiaron a las tres y me la pasé conversando con Niall todo el camino al bar. Una vez que llegamos, Niall se encargó de llevarme delante de todas las cámaras que había en la entrada y asegurarse de que llegara bien al interior del lugar. Una vez dentro, uno de los managers se nos acercó sin sacar el móvil de su oído y nos hizo una seña hacia la derecha para que lo siguiéramos. Todos lo hicimos y se detuvo delante de una larga mesa donde ya se encontraban sentados Perrie, Zayn, Taylor, Harry, Paul y el otro manager. Los cuatro levantaron la mirada al mismo tiempo en que yo la bajaba hacia mis zapatos. Podía sentir cuatro pares de ojos fulminándome en diferentes sentidos. Alguien se aclaró la garganta y luego se oyó la voz de una de mis mejores amigas.
—Iré a buscar algo para beber a la barra, ¿_______? ¿Me acompañas? —asentí acercándome a Dani y Christina tomó asiento en la mesa a un lado de su novio. Ella y Lou de verdad estaban enamorados, es solo que todo esto de su hermana gemela había hecho un desastre la relación, o eso suponía yo ya que no habíamos hablado nunca al respecto con ella, o con Louis o con alguien—. Dos daiquiris, uno de durazno y otro de..
—Frutilla —acabé la oración dándole una media sonrisa al barman y me senté en uno de los bancos altos al lado de Dani. Suspiré mirando mis manos y moviendo mis dedos sin parar. La cena sería demasiado incómoda, haría todo lo posible para poder irme apenas acabara de comer.
—Creo que la cena será interesante —miré a mi amiga y ella elevó ambas cejas con un atisbo de sonrisa.
—Si con interesante te refieres a un desastre, probablemente.
—Oh vamos, __________. Sé positiva, la pasaremos bien. Christina y yo nos encargaremos de salvarte de los momentos incómodos, tú intenta sobrellevar esto y verás que recordarás esta noche como la mejor de todas —sonreí para mi misma cuando recordé cuál fue y será por siempre la mejor noche de todas, y había comenzado con una reservación en un hotel a nombre de Jev Cipriano—. Eso es, sonríe —habló Dani bajándome a la tierra y entregándome mi vaso con líquido color rosa. Acercó el suyo al mío y me miró—. Por una noche inolvidable —suspiré y acerqué mi vaso haciendo que sonaran suavemente.
—Por una noche inolvidablemente desastrosa —rodó los ojos y ambas le dimos un trago a nuestras bebidas.
—Hmm, esto está buenísimo, ¿quieres probar? —negué y me relamí el labio inferior.
—Prefiero dejar de retrasar lo inevitable y que volvamos a la mesa —ambas nos pusimos de pie y al llegar volví a notar esas molestas miradas en mí, pero me concentré en el lugar que me habían dejado libre al lado de Christina, y del otro lado estaba Niall, pero enfrente tenía a Harry, Taylor, Zayn y Perrie. Sería una noche verdaderamente dura. El desastre comenzó cuando trajeron la comida y yo por accidente hice que el mesero arrojara mi plato por los aires y aterrizara directo en el suelo. Luego de que me trajeran otro plato, cortesía de la casa, traté de mantener mis manos quietas sobre mi regazo mientras retorcía el dobladillo de mi vestido y me obligaba a no levantar la mirada de la comida. Apresuré un trozo de pollo con salsa de champignones a mi boca mientras todos conversaban sobre el gran concierto que tendrían mañana.
—Hagamos un brindis.. —comenzó el manager más alto, todos levantamos nuestras copas y las acercamos al centro de la mesa—, por el acontecimiento de mañana, para que todo salga como lo planeado, y por los que vendrán luego.. éxitos para este equipo —¿equipo? ¿Enserio dijo equipo? Ellos son una mafia, se encargan de arruinarle la vida a estos chicos extorsionándolos con sus sueños y se hacen llamar a sí mismos un equipo. Mi móvil sonó así que me apresuré a sacarlo de mi bolso y abrí el mensaje justo cuando todos chocábamos copas. La mía se me resbaló de los dedos y se estrelló estrepitosamente con la mesa, manchando todo el mantel blanco inmaculado de vino color bordó. Me quedé leyendo el mensaje una y otra vez, sin prestar mínima atención a los insultos de los managers, y los insultos que llegaron luego de Christina, y la voz de Liam intentando calmar la situación. Empujé mi silla hacia atrás haciendo que cayera y golpeara con fuerza el parqué del suelo y caminé apresurada hacia los baños de damas. Una vez dentro me sostuve del lavamanos de mármol y miré mi reflejo en el espejo. Estaba pálida, del color de una hoja de papel. Abrí de nuevo el mensaje y lo releí con lentitud y pausadamente, era imposible. "Supongo que debes estar ansiosa por saber qué trabajo te daré para mañana, así que te lo pondré en unas pocas palabras, no quiero interrumpir tu cena de celebración. La banda tarde o temprano se separaría, y todos estos secretos que me he encargado de contarte saldrían a la luz, así que, ¿para qué esperar? Tendrás el honor de destruir la carrera de esos cinco chicos mañana por la noche. Te llamaré más tarde para las indicaciones, suerte en la cena. Disfrútalo mientras dure, xoxo -X"
—¡Está demente! —dije al punto de la histeria mientras borraba el maldito mensaje de texto y metía el móvil dentro del bolso. Yo no haría nada que pudiera arruinar el sueño de mi mejor amigo, nunca haría algo así. ¿Acaso creía que yo sería capaz? ¿Que por solo darme un poco de miedo cedería? Claro que no. Mr. X, puedes despedirte de tus planes porque nunca cumpliré con esto que me pides. ¡Por sobre mi cadáver!
—¿______? —la voz de Christina retumbó en las paredes y luego su figura siendo acompañada por Danielle hicieron aparición en el baño.
—Cielos, ¿estás bien? —preguntó Danielle preocupada. Asentí y me llevé una mano a la frente fingiendo.
—Me dio un mareo pero estoy bien, creo que fue el vino. Beberé agua de ahora en adelante —reí levemente intentando parecer natural pero los rostros de ambas me dijeron que no estaba actuando demasiado bien. Se dieron una mirada y luego sonrieron a medias mirándome.
—Bueno, ya se ha abierto la pista de baile así que vamos, hay muchos neoyorkinos por ahí moviendo sus traseros esperando por ti —las tres reímos ante el comentario de Christina y caminamos fuera del baño aunque la presión que sentía en mi pecho no se iba. Mr. X no iba a dejar las cosas tan fáciles, no me permitiría decirle simplemente que no. Estaba segura de que tenía un az bajo la manga, pero, ¿qué podría utilizar en mi contra? ¿Hasta qué punto sería capaz de llegar? Suspiré intentando despejarme y me moví al ritmo de la música con Christina y Danielle. Luego de media hora bailando, logré soltarme más y olvidarme por un segundo de los mil y un problemas que me esperaban fuera de ese maldito bar. La pista de baile estaba en un sitio apartado de las mesas, por lo cual tenías que doblar en L para poder llegar. Las luces estaban bajas, la música hacía retumbar las paredes y el suelo vibraba mientras las caderas se movían al ritmo de la canción electrónica que estaban pasando. Entonces la canción acabó, la luz estilo flash se apagó y un piano llenó el ambiente de la habitación. [http://www.youtube.com/watch?v=fuaX0IaWAWg] Una melodía dulce y lenta, todos buscaron pareja y comenzaron a mecerse de un lado al otro, pegados bailando, ignorando que dos segundos atrás se movían frenéticamente. "I've waited a hundred years, but I'd wait a million more for you". Di un paso para ir a la mesa y beber algo cuando algo se aferró a mi brazo y me impidió moverme. Voltee con el ceño fruncido y mi semblante se relajó cuando s encontró de frente con unos preciosos hoyuelos y ojos color esmeralda. "Nothing prepared me for what the privilege of being yours would do".
—Baila conmigo.. —murmuró, y si no fuese capaz de leer sus labios tendría que haberle dicho que lo repitiera. Abrí la boca para negarme pero antes de que pudiera decir palabra alguna sus manos fueron hasta mi cintura y me acercaron a su cuerpo. Tomó mis brazos y los puso alrededor de su cuello, para luego bajar los suyos y enredarlos en la parte baja de mi espalda pegándome a él. Entre nosotros no entraba ni una hoja de papel, ni la más delgada brisa. "If I had only felt the warmth within your touch. If I had only seen how you smile when you blush. Or how you curl your lip when you concentrate enough, I would have known what I was living for all along". Acercó su rostro a mi oído y dejó que sus labios rozaran el lóbulo de mi oreja, dándome la gloria de disfrutar cada una de sus respiraciones. Su corazón latía contra el mío, mis dedos se enredaban con delicadeza en los pequeños rizos de su nuca, y mi nariz quedaba alineada perfectamente con su cuello para poder embriagarme con su colonia. La que siempre dije, era mi favorita. Y él lo sabía. Al igual que sabía que esa camisa que llevaba también era mi favorita de muchas que poseía, al igual que sabía que odiaba los zapatos puntiagudos en los hombres y por eso no los llevaba puestos—. Te extraño, _______ —susurró con su aliento acariciándome el oído. Bajó sus labios hasta la parte donde mi oreja terminaba y comenzaba mi cuello y besó lentamente ese sitio, subiendo de nuevo hasta mi oreja—. Te extraño tanto.. —y la música seguía sonando mientras yo me derretía entre sus dedos. "Your love is my turning page, where only the sweetest words remain. Every kiss is a cursive line, every touch is a redefining phrase". Cerré mis ojos dejándome llevar, siendo todo sentir y suspiré con mi cabeza apoyada en su hombro.
—También te extraño, Harry.. —¿extrañarlo? Extrañarlo era ridículamente poco. Ni siquiera existía una palabra para explicar todo lo que lo necesitaba—. Te necesito tanto.. —"I surrender who I've been for who you are. Nothing makes me stronger than your fragile heart". ¿Y qué si este fuera mi último tiempo con él? ¿Y si mañana, por algún determinado motivo, me veía obligada a obedecerle a Mr. X y él terminaba odiándome? ¿Y si esto era lo último que nos quedaba?—. Harry..
—¿Hmm? —me aclaré la garganta y traté de eliminar el nudo que se había formado en solo cuestión de segundos con el solo pensar que él podría llegar a odiarme.
—¿Qué harías si.. este fuera nuestro último momento así? —murmuré tragándome un sollozo—. Si esto fuese lo último que nos quedara juntos.. ¿qué harías? —se quedó unos segundos en silencio y luego sentí su mano subiendo y bajando por mi espalda. "If I had only felt how it feels to be yours, I would have known what I've been living for all along".
—Si este fuera nuestro último momento así, juntos.. te diría lo mucho que vales para mí —cerré mis ojos con fuerza alejando las lágrimas y tratando de verme fuerte, debía resistir—. Te recordaría que, sin importar qué pase, siempre serás mía.. y yo siempre tuyo —besó mi cuello y sus dedos subieron por mi espalda hasta enroscarse en la punta de mi cabello—. Te diría cuanto amo tu cabello y tu perfume de vainilla —inspiró hondo y luego bajó de nuevo su mano hasta la parte baja de mi espalda—. Lo mucho que amo que te sonrojes aún, que seas tan niña y al mismo tiempo tan mujer.. —cerré mis manos sosteniendo su camisa con fuerza intentando no llorar, no debía llorar pero era imposible no llorar con lo que salía de sus labios. Era imposible de ignorar el nudo de mi garganta que crecía segundo a segundo impidiéndome respirar. "We're tethered to the story we must tell. When I saw you, I knew we'd tell it well"—. Te diría un millón de razones por las cuales eres perfecta..
—Harry.. —murmuré ya con la voz entrecortada. Entonces él se alejó unos centímetros, consiguiendo poner su rostro frente al mío, mirándome fijamente a los ojos y me sentí desnuda. Desnuda entre tanta gente, pero solo él podía verme así. Sólo Harry podía ver mi verdadero interior, todo lo que yo era. Sólo él me conocía, cada uno de mis rincones, cada una de mis manías. Él lo sabía todo. Levantó una de sus manos y limpió con su pulgar una lágrima que descendía por mi mejilla.
—Pero lo principal que diría es que te amo, _________. Te amo tanto que duele —y lo siguiente que sentí fueron sus labios de terciopelo acariciando los míos con delicadeza y dulzura. Pausadamente, con pasión y fervor pero sin perder el amor. Me besaba como con admiración, como si me estuviera venerando. Como si de verdad ese fuera nuestro último beso, y quizás lo era. No lo sabría hasta el día siguiente. "With a whisper we will tame the vicious seas. Like a feather bringing kingdoms to their knees".