24. Mentiras, reconciliaciones y separaciones.

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Capítulo veinticuatro: Mentiras, reconciliaciones y separaciones.

Kim

Seth me miró desde la otra esquina y yo suspiré.

–¿Qué quieres? –pregunté en voz baja.

Él apretó los labios y volvió a mirar a la profesora.

De repente, un trozo de papel cayó sobre mi mesa y lo abrí para leer lo que Jaxx había escrito.

Aléjate de Jayden.

Puse los ojos en blanco.

–Profesora, ¿puedo ir al baño? –pregunté.

–No –contestó sin mirarme.

–Muy bien... Me mearé encima, es maravilloso.

Me acomodé en la silla y apoyé las manos sobre la mesa, sin dejar de darle vueltas al papel con los dedos.

Seguía sin saber qué hacer.

Seth

Corrí detrás de Kim al salir de clase.

–¿Qué quieres? –repitió.

Miró a los lados, como buscando a alguien, y yo mascullé:–¿Por qué dejas que manden sobre ti?

–Yo soy la que manda, Jaxx. No te equivoques.

–No decías eso en la fiesta.

–El whisky, ya sabes.

–No te lo bebiste.

Ella me miró a los ojos y supo que no iba a ser capaz de mentirme. Torció la cara pero yo la agarré por la mandíbula e hice que volviera a mirarme.

–¿Por qué no te apartas de él?

–Porque echa mejores polvos que tú.

Se zafó de mí y siguió su camino.

Apreté los puños y suspiré.

Christina

James se apoyó en el marco de la puerta tras dejarme el pendiente sobre la mochila.

–Así que me has puesto los cuernos... En mi puta bañera.

–¿Los cuernos? –pregunté divertida. Me agaché para calzarme las zapatillas, y, al levantarme, lo tenía delante.

–Me has jodido la taquilla, el coche... Y ahora pretendes joderme a mí.

–No sabía que follarme a otro tío te jodiese –contesté en un susurro.

Él se pasó la lengua por los labios mientras apartaba un mechón de pelo de mi rostro.

–Lo hace más de lo que crees.

Sentí que sus brazos rodeaban mi cintura y aparté la mirada.

–Chris, no te hagas la dura –masculló en mi oído. Su mentolado aliento recorrió mi cuello hasta llegar a la clavícula.

–Si llegase a hacerme la dura tendrías la polla atravesada por tus propios dientes.

No lo miré, pero noté que sonreía.

–Aún así querrías follarme.

–Por supuesto –contesté con ironía.

Con un índice apoyado en mi mejilla hizo que lo mirase.

Se inclinó sobre mí y juntó nuestros labios.

A punto de sacarme la camiseta de los pantalones, agarré sus manos y lo frené.

–Así que estás enfadada de verd --

Lo corté.

–Me tocarás cuando yo te dé permiso.

Kim

–¡Eh! ¡Jayden! –exclamé bajando las escaleras de la entrada.

El chico se dio la vuelta al escucharme gritar y sonrió al verme.

–¿Qué tal está mi chica? –preguntó cuando ya estuve en frente de él– ¿Preparada para otro polvo?

–Sí, con mi perro –contesté.

Él frunció el ceño.

–¿Qué te pasa?

–Que lo dejo, Jayden, lo dejo.

–¿Qué?

–¿Eres paleto? Lo - de-jo, no quiero seguir jugando a leonas y cebras... No quiero estar en tu plan para echar a Jaxx.

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Espero que os haya gustado el capítulo hermosuras ♥ Mil gracias por vuestros votos y comentarios. ¡Ya casi 50.000 lecturas! Sois unos amores.

Chic@s, siento mucho haber estado desconectada tanto tiempo. Si habéis leído el mensaje de mi muro sabréis el porqué, y sino, os dejo aquí un trozo para que os orientéis un poco.

Quiero deciros que siento mucho el no haber aparecido apenas por aquí. He estado... Más bien estoy... Estoy muy mal. Llevo muchos días seguidos con insomnio y por el día no puedo con el alma. No sé qué carajos me pasa. Solo sé que no me gusta estar así. Me falta vitalidad, me faltan esas ganas de escribir y de contestaros que siempre tuve. Me faltan ganas incluso de respirar, de comer, de todo.
Quizás la serie de problemas que están emergiendo me sobrepasen, o quizás estar tanto tiempo conectada acabó por consumirme. No lo sé, de verdad, pero confío en que pronto esta piedra enorme que llevo sobre mí irá cayéndose.
Muchas gracias por seguir ahí.

Besotes, Diosa Azul, xx

Rompiendo Tus Reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora