11. Zopencos, Intocables y Justicieras.

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Capítulo once: Zopencos, Intocables y Justicieras.

Kim

El camarero me sirvió la cerveza y la botella no echó más de cinco segundos sobre la mesa porque me la llevé a la boca.

A través de la ventana pude vislumbrar la llegada del invierno, de los exámenes antes de Navidades y también de la caída de Jaxx.

Sí, quizás solo me llevase un par de semanas hacerlo.

Y más cuando hasta su mejor amigo se había unido a mi bando.

-James, vas a tener que hacer que confíe en ti -susurré posando la cerveza en la mesa-. ¿Cómo sé que no quieres acercarte a mí para impedir el progreso de mi plan?

-No lo sé -contestó con franqueza.

Sus ojos marrones vacilaron al notar que lo examinaba con la mirada. Él había notado que la Kim graciosa seguía presente pero que no quería salir porque estaba hablando en serio.

-Oye, -empezó a decir- he invitado a un tío del equipo de lacrosse, que odia las normas, y está a punto de llegar. ¿Quieres que lo mande de vuelta a casa o dejo que venga?

-Haz lo que quieras. -Contesté. Me incliné sobre la mesa y añadí:- Yo no necesito ayuda. Ni tuya, ni de ese zopenco.

-¿Zopenco, yo? -preguntó una voz a mis espaldas.

Inspiré profundamente y miré por encima del hombro al chico que había hablado.

-Sí, tú -respondí. Él torció la boca y yo sonreí con falsedad. Me levanté y dije, mirándolos a ambos-. No puedo creer que penséis que necesito vuestra ayuda. Sé valerme por mí misma.

Me di media vuelta y empecé a caminar hacia la salida.

-¡Eh! -exclamó el zopenco acercándose a mí-. Se te olvidaba la cerveza -dijo tendiéndomela.

-Gracias -contesté forzada.

Sus azulados ojos me dijeron que aquel gracias no bastaría para que me dejara tranquila. Me dijeron que aunque no quisiese, seguiría detrás de mí.

Y suspiré al salir de allí.

James

-¿Vas a dejarla sola? -preguntó Jayden sentándose en el lugar en el que antes estaba Kim.

Enarqué una ceja.

-No.

-Pues ella parece no querer tenernos cerca.

-Lo querrá, créeme.

Kim

-Estaba pensando qué hacer con Jaxx cuando de repente, aparece Intocable 2 y me dice que quiere ayudarme a desmontar las normas de su mejor amigo.

-No le creas -advirtió Christina-. Si de verdad quieres quitar esas reglas, nadie puede ayudarte. Tienes que llevarte los méritos tú solita.

Sopesé sus palabras. Ya lo había pensado, y ella no había hecho más que convencerme aún más de alejarme de James.

-Sospecho que esos dos están planeando un contraataque... -siguió diciendo-. Así que yo también me alejaré de James.

-Chris, solo quiero eliminar unas estúpidas reglas, ¿por qué tendrían que empezar a jugar a las guerrillas?

-Porque son como niños pequeños. Crearon esas normas para impedir que la gente se les acercase, porque no saben convivir con los demás. Son unos infantiles.

-Pues bien que te follas a un crío, hermana -dije divertida.

Ella torció la boca para no sonreír.

-Digamos que... Su rabo no es tan chico.

Rompiendo Tus Reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora