Capítulo 4. Los pequeños Blanco.

140 16 2
                                    


Tini POV.

-¡Abuelo ya llegué!

Agradecía a Jace por haberme traído, no sabía si mi moto se iba a arreglar. El propuso ser mi chofer temporalmente, le dije que no tenía porque hacerlo pero el insistió. Terminé aceptando.

Entré a la cocina y mi abuelo estaba sentado con la foto de mi abuela en sus manos. Me acerqué silenciosamente, me incline un poco y con mis brazos, abrace sus hombros.

-Es una linda foto-comenté.

-Ella lo era-no entendía porque tenía la foto de mi abuela, él la sacaba para tranquilizar algo que le molesta o preocupa.

-¿Qué sucede?-pregunté dulcemente.

-Nada... ¿Solo podrías darme un abrazó?-asentí, y abracé. Parecía algo nostálgico por algo, me dolía verlo así.

-¿Y-Ya comiste?-traté de cambiar de tema.

-Si, tranquila come tu-me dijo poniéndose de pie-, tengo mucho sueño.

-Abuelo quiero decirte algo antes de que vayas a dormir-lo detuve, necesitaba decirle sobre mi nuevo trabajo-, he conseguido un trabajo.

-¿En serio? ¿De qué?

-De Niñera, y creo que empezaré a llegar tarde-avisé.

-Estaré aburrido sin ti, aquí solo...

-Abuelo...-reproche-, sabes que si dices eso no trabajaré.

-Era broma, buenas noches y suerte con el trabajo-y camino hacía su habitación.

[...]

Según Lety me había dicho que después de la universidad ingresaba a el trabajo, estaba nerviosa. Era la primera vez que cuidaría niños, y no sabía como iban a salir las cosas.

Jace apareció frente a mi casa, justo a tiempo. Bueno era temprano, y el no madrugaba, ya que su casa quedaba cerca de la universidad. Ingrese al asiento del copiloto y le salude con un beso en la mejilla.

-Te dije que no tenias porque venirme a traer en las mañanas -le regañe al ver como bostezaba.

-Eres mi amiga, y por ellas tenemos que sacrificarnos-dijo con una sonrisa.

-Sabes, muchas gracias por ser un gran amigo.

-Y tú por ser la mía -me sonrió dulcemente.

[...]

Tenía demasiados trabajos por hacer, pero los voy posponer. Tengo que ganarme a los pequeños Blanco, siendo sincera, sé que éste trabajo me será difícil. Lo digo por las cualidades que Lety me dio, y no creo caerle bien a la niña de catorce... ¿Es raro tenerle miedo a los niños? No, ni siquiera les tengo miedo.

-¿Quieres que ayude con tu tarea?-preguntó Jace entrelazando nuestras manos.

-No, puedo hacerlo sola-dije rodando los ojos.

-Necia-dijo soltando mi mano - Así que niñera ¿eh?

-Espero llevarme bien con ellos, no sé cuidar niños -dije.

-Te despedirán a los quince minutos -bromeó.

Lo golpeé en el hombro-: Callate, solo necesito que hagas algo por mí hoy-informé.

-A tus ordenes.

-¿Puedes irme a dejar a la mansión blanco? -pregunté entregándole en el papel que Lety escribió la dirección.

-Si, esta bien -salimos de la universidad, en busca del auto.

Entré al auto esperando a que mi amigo entrase, cerré mis ojos. Estaba un poco cansada, anoche estuve haciendo trabajos y tratando de entender los números que habían en los folios.

-Directo a la Mansión Blanco -dijo mi amigo encendiendo el auto.

-Deberías gritar: ¡Suerte Martina! -eleve un puño.

-Decir tu nombre no es muy agradable -dijo divertido.

-Verte la cara también -contraataqué.

Sólo se limitó a reír, y yo también lo acompañe. Al cabo de unos minutos llegamos a la mansión, estaba nerviosa y empecé a hacerle preguntas a Jace "¿Si no les caigo bien?" "¿Me van a odiar siempre?" "¿Viviré?" "Espero no me deshagan"

-Tranquila, sólo sé tu misma.-tomó mis manos-, todos te amamos cuando de te conocemos.

-Gracias -sonreí-. ¿A donde irás después?

-A mi casa -respondió sin importancia.

-¿Puedes ir con mi abuelo? Solo hazle comida ¿Si?-dije juntando mis manos.

-Claro. Nos vemos luego.-se despidió.

Salí temblorosa, al salir me encuentro con unas rejas con unas letras enormes escritas en ellas "MB" supuse que eran las iniciales "Mansión Blanco".

-¿Qué se le ofrece?-grité al oír otra voz. Pero no había nadie.

-S-soy la nueva empleada-respondí a la nada.

-¿Es usted Martina Stoessel?-preguntó, entonces me fijé que había un portavoz.

-Sí-respondí.

Las rejas se abrieron, un gran jardín se vio. Pude localizar que Lety venía caminando hacía mí, decidí comenzar a entrar. Atrás de ella se encontraba la mansión, y en las puertas estaban los pequeños y la adolescente.

-¡Martina!-gritó con alegría.

-Tini-le corregí, no me llamaban Martina desde hace mucho.

-Ven, te presento a los niños-tomó mi brazo, caminando hacía los Blanco-Bueno ella es Tini, espero la traten bien-dijo mirándoles severamente-. Tini ella es Abril -señalo a la más grande, le sonreí pero ella no lo hizo-, ella es Lucy-señalo a la pequeña niña de ojos verde esmeralda.

-Hola-le dije con ternura.

-Y él es Daniel-continuó, señaló al niño poco mayor que Lucy. Tenía unos ojos azules como el cielo.-Pueden irse-les dijo, miré que Abril se retiró hastiada y el niño corrió hacía dentro. Sin embargo la pequeña se quedo afuera con nosotras.

-Hola Lucy-dije poniéndome en cuclillas -¿Quieres jugar? -pregunté dudosa.

Ella asintió tímidamente, miré a Lety para decirme o que me enseñase el lugar. Ella pareció entenderlo.

-Te mostraré la casa-informó, camino adentro de la casa esperando a que la siguiera.

-¿Vamos Lucy?-pregunté extendiendo mi mano, y ella la tomó temerosa.

Comenzamos a caminar por la enorme sala, pero estaba concentrada en que gané a una de los Blanco o así parece. Solo espero no encontrarme a ese tal Jorge.

*************************************

Un Color Nuevo Para Tu Mundo | JORTINI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora