Un Color Nuevo Para Tu Mundo | JORTINI |

Capítulo 20. "Baño de hombres"

Me separé de Jace con las mejillas sonrosadas, estaba segura de que eso no estaba planeado. Ni siquiera notamos cuando Lexy se fue, no nos separamos y presentía que ninguno de los dos quería. Quise hablar, pero parecía que las palabras estaban trapadas en mi garganta.

-Yo... -comencé tartamudeando.

-¿Tini?

Mi cuerpo se congeló al oírlo de un momento a otro mi sonrojo escapó de mi rostro dejando a la palidez reinar, no quería girar mi rostro, sabía quién había hablado. Fingí no haber escuchado nada, pero también tenía a mi mejor amigo frente a mí mirándome fijamente.

-Tengo que ir al baño -fue la excusa más creíble.

Me levanté de la silla y busqué con la mirada el baño, lo divisé a lo lejos y caminé a el lo más rápido posible. Me sentí aliviada al entrar al baño, solté el aire de mis pulmones cerrando mis ojos. Estaba en aprientos, había besado a mi mejor amigo y si no me equivocaba Jorge estaba en el mismo bar. Al parecer soy el imán para los problemas, pero tenía que idear un plan y salir del bar lo antes posible.

-¿Qué haces aquí? -una voz varonil me sacó de mis pensamientos.

-¡¿Qué hace usted aquí?! -grité al verlo salir del cubículo.

-Es el baño de hombres -respondió él.

-¡Claro que no...! -me calle al instante al ver el amiguito de otro hombre que se encontraba allí.

Grité.

-¡Oh por Dios! -dije, apresurandome a salir.

Corrí fuera del baño sin mirar atrás, me sentía avergonzada y no fue necesariamente por verle el amiguito a ese hombre, sino porque todos en el bar me estaban viendo. Debí haberlo esperado, había gritado demasiado fuerte y obviamente todos habían escuchado.

Tragame tierra.

-¿Por qué tienes que llamar la atención, siempre?

¿Qué esperas tierra para explotar?

Frente a mí se encontraba el chico por él que estaba escapando, y también él que me hizo llorar. Odiaba verle la cara, pero no podía decirle algo. Se supone que estaba en el hospital, él podía echarme de cabeza con su madre. Las palabras parecían haberse quedado atoradas en mi garganta.

-Soy tan buena persona que haré que todos dejen de mirarte -dijo con una sonrisa pícara. Acto seguido me arrinconó a la pared, y escondió su rostro en mi cuello.

Tal como él había dicho el murmullo de las personas se intensificó volviendo a la normalidad, pero eso no significaba que estaba cómoda con Jorge casi sobre mí. Traté de empujarlo, pero él parecía negarse a soltarme.

-Tu mano esta acercándose a mi muslo -gruñí- ¡Alejate!

-¡Shh! -dijo a mi oído, causandome escalofríos-. Estoy distrayendo a las personas, pensaran que estoy apunto de tomarte en este mismo Bar, pero tendré desencia y te llevaré a un hotel.

Me sentí ofendida inmediatamente, pero lo único que logré hacer fue acercarme a su oreja y... morderle. Se alejó quejándose del dolor, fue mi oportunidad y me dispuse a salir del Bar, sin importarme nada. Otra vez... Jorge Blanco me había lastimado, pero no lloraría como la última vez. Él no era nada. Al menos para mí.

-¡Tini!

La voz de Jace llegó a mis oídos y aún así seguí mi camino, pero algo se interpuso en mi camino. Un cuerpo.

-¿Qué sucede? -Jace había tomado mis hombros.

-Martina -otra voz se unió, haciendo que me estremeciera. Jorge.

¿No se cansa de hacerme sentir mal? ¿Acaso su profesión será lastimar a las personas?

-Jace, sacame de aquí -le rogué.

-¿Qué...? ¿Quién es ese tipo? -preguntó mirando detrás de mí.

-Te diré luego -dije afligida-. Llevame lejos.

-Esta bien.

Unió nuestras manos y nos apresuramos a salir completamente del Bar. Momentos después habíamos llegado a su auto, pero aún no lograba sacar la sensación de Jorge cerca de mi. Me sentí una completa zorra, había estado besándome con mi mejor amigo y luego estuve totalmente emocionada por la cercanía de Jorge.

Mi vida se estaba complicando.
Todo gracias a Jorge y a mi mejor amigo, sin mencionar los anteriores acontecimientos con mi abuelo.