Epílogo

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El helicóptero aterrizó en el helipuerto de una comisaría en el centro de la ciudad. Todos se bajaron excepto Sonia que se quedó en el helicoptero para ser llevada al hospital donde le realizarían la operación abortiva.
Después de varias horas de papeleo, falsificación de papeles e invención de historias que resolvieran las dudas de los familiares todos fueron puestos en libertad y volvieron a casa después de intercambiar números de teléfono. Aquella situación los había unido de por vida.
Al llegar a casa su madre abrazó a Max con todas sus fuerzas y con lágrimas de felicidad inundando sus ojos. Tras una gran charla en la que el chico contó la historia que la policía le había hecho repetir varias veces se fue a su cuarto y se acostó en su cama a dormir como no lo había hecho en mucho tiempo, sin anuncios, sin muertes, solo él y su cama aunque esta vez sin Rex.
Despertó varias horas mas tarde, por la noche debido a un mensaje que recibió de parte de Rex. En seguida se levantó y empezó a copiar los datos de la tarjeta de Carrie mientras se vestía y salió raudo de su casa.
Max y Rex quedaron en un pequeño parque en el centro de la ciudad. Las luces blancas y anaranjadas iluminaban su alrededor, parecían ajenas a todo lo que habían vivido ellos y de hecho lo eran. Rex vestía una chaqueta de cuero negro con una camisa roja a cuadros, sus piernas cubiertas por unos pantalones vaquerosle quedaban bastante bien con aquel atuendo.
- Buenas noches -dijo dandole un cálido beso en los labios-.
- Hola... Leí tu mensaje... ¿Que querías?
- Estar contigo... Dado que la situación no nos lo permitió en su momento quería tener nuestra primera cita.
- S-sí.
En ese momento Rex se inclinó hacia adelante y susurró en la oreja de su novio unas palabras de forma seductora para mantener las apariencias ante ojos indeseados "Nunca hablemos de nada relacionado con el incidente por teléfono, es posible que estén pinchados".
- Tengo la tarjeta de Carrie -dijo metiendo la mano en la chaqueta de cuero-.
- Bien hecho mi amor.
- ¿Que haremos a partir de ahora?
- El plan es fingir que publicamos el archivo mientras que Carrie y Alex van a una cadena de televisión a darle la información.
- ¿Funcionará?
- No lo se.
- Por cierto -dijo separándose de Rex- ¿Y Sonia?
- Recibí un mensaje suyo, ya ha abortado.
- ¿Y el niño?
- Ya no es problema, nos ha dado la libertad...
- ¿Como está ella?
- En mi casa, estaba cerca del hospital así que le dejé las llaves.
- Bien... ¿Y que haremos?
- Nos vamos a mi casa.
- ¿Con sonia?
- Ella se irá cuando lleguemos -dijo mostrando un condón-.
- Ngh... Hecho de menos hacerlo contigo.
- Pues celebremos nuestra libertad.
- S-sí.
Los dos caminaron juntos hacia la casa de Rex durante la fría noche y al abrir Sonia les abrió la puerta, después de una pequeña charla Sonia se fue con la tarjeta de memoria escondida en su bolso, ella iría a casa de Carrie y ya todos tendrían la información.
- ¿Crees que funcionará?
- Eso espero -gruñó Rex mientras empezaba a desabrocharse los pantalones- No quiero que todos hayan muerto en vano.
- Esto... Debe funcionar, no podemos fallar.
- Dejemos de hablar de eso, estamos a punto de follar.
- Lo siento...
- Más lo sentirás ahora...
Al día siguiento Max despertó debido al sonido histérico de su teléfono que sonaba intentando imitar a la más ruidosa de las alarmas con bastante exito. Max se levantó aún desnudo y contestó al teléfono. Su madre estaba nerviosa.
- ¡Max! ¿¡Donde estás!? ¿Estas bien?
- Estoy... Estoy bien Mamá.
- Desapareciste en mitad de la noche y creí que...
- He salido esta noche, no quería molestar.
- ¿Salir? ¿Y donde estás ahora?
- En casa de... Es complicado...
- Cariño ¿Estas bien?
- Estoy bien mamá, estoy... En casa de mi novio.
- ¿T-tu novio?
- Sí... Llevamos unos meses saliendo y... No sabía como contartelo.
- Oh... ¿Es un buen chico?
- Lo es...
- Vale... ¿Vendrás a desayunar?
- Tengo cosas que hacer Mamá, no llegaré a casa hasta tarde.
- Bien... Ten cuidado.
- Si... Adiós.
- Tu madre parece preocupada -dijo Rex besando el cuello de Max-.
- Lo está... ¿Que tal tus padres?
- Estaban preocupados y no sabían si dejarme solo pero conseguí un poco de libertad.
- Hablaste con ellos... Sobre la adopción.
- Sí, se asustaron un poco al principio al saber que lo sabía pero luego se calmaron... Al parecer ellos no sabían lo que les pasó a mis padres...
- Bueno... Pronto todos sabrán lo que ocurrió.
- Si, claro... Deberíamos intentar llamar la atención del gobierno.
- Yo me encargo -dijo Max tomando su teléfono- ¡Carrie!
- ¿Eh?
- ¡Voy a publicar lo que encontramos en el hotel!
- ¿Que? ¿Max? ¿De que hablas? -dijo siguiendole el juego-.
- Sonia hizo una copia de los documentos confidenciales y Rex y Yo vamos a enviarselos a una cadena de televisión.
- ¿Que dices? ¡Los del gobierno irán a por tí!
- ¡Que lo intenten! ¡veamos quien es más rápido!
Dicho esto Max colgó el teléfono y tomó el laptop de Rex para pasar a él los datos y empezar a subierlos a la red para llamar la atención de todos. Convenientemente cada una de las subidas parecía cancelarse o ocurría un error inesperado obviamente provocado por hackers. Media hora después de que empezaran a subirse los archivos varios hombres del FBI irrumpieron en la habitación.
- Max y Rex, paren de intentar publicar archivos confidenciales del gobierno.
- ¿E-eh? ¿Como sabían que...?
- Estamos al servicio del gobierno, somos los que te proveen de internet o linea telefónica... Por no hablar de que tenemos micrófonos en todas vuestras casas.
- ¿Que vais a hacernos?
- Nada, si nos entregais los datos y todas las copias que existen.
- Bien... Tome -dijo dándole el laptop de Rex- Mi pc también tiene una copia y... -mira su smartphone- Carrie, Sonia y Alex están presentando una en la cadena de televisión más vista del país ahora.
- ¿Que? -se lleva la mano a la oreja- A todas las unidades, los sujetos charlie, delta y eco están...
- Tarde -dijo Rex- Ya lo están emitiendo en las noticias -dijo encendiendo la televisión.
"Noticias de última hora, nos llega un alarmante informe confidencial relacionado con las 16 desapariciones de jóvenes que ocurrieron hace varios meses. Al parecer habían sido secuestrados por hombres del gobierno y obligados a matarse entre sí en una especie de experimento social. Se revela la presencia de ayuda y colaboración de países extranjeros en este escándalo, ahora mismo les mostramos las horripilantes imágenes."
Rápidamente los hombres del fbi dejaron la habitación en una especie de estampida desesperada en la que todos intentaban evitar estar involucrados en el caso.
Ambos se abrazaron y rieron al ver que su plan había salido tal y como lo planearon. Ahora el gobierno no podría censurar esas imágenes sin ser criticado por el pueblo. Las 27 personas asesinadas en aquel hotel habían sido vengadas.

EscaparDonde viven las historias. Descúbrelo ahora