Noche

135 7 12
                                    

Dichas aquellas palabras Rex volvió a encerrarse en el baño, por otro lado Wendy y Max entraron en la habitación y la chica se dirigió rápidamente al armario abriendolo de par en lar y contemplando todas aquellas ropas examinando todos los posibles conjuntos en su mente. Después de un tiempo Wendy tomó el conjunto perfecto, una camiseta azul eléctrico y unos jeans negros.
- Creo que esto te vendrá bien.
- Genial ¿Puedo irme ya?
- Si, espero que no faltes a la fiesta.
- No lo haré.
- Bien, te veo mas tarde.
Max dejó el cuarto de Rex y se fue al suyo que estaba justo enfrente, allí dejó la ropa sobre la cama y se acostó mirando al techo. Se llevó las manos a la cara, sentía los calores de su rubor en la palma de sus manos, Rex estaba tremendamente sexy y casi le da un infarto al verlo semi desnudo, no contento con eso tenía que ponerse su ropa impregnada con su olor. Ahora entendía a que se refería Derek sobre estar allí atrapados, sus hormonas empezaban a descontrolarse y todos saben lo peligroso que era un hombre con altos niveles de testosterona.
Al final máx se levantó y entró en el baño, abrió el grifo del agua fría y se puso a soportar el frío hasta que su excitación se había desvanecido y abrió el agua caliente.
Una media hora mas tarde Max salió de una buena ducha reparadora y empezó a vestirse y prepararse para la fiesta cuando llamaron a la puerta de su habitación. Max fue a abrir mientras terminaba de abrocharse la camiseta y se encontró a Rex. Vestía una camisa negra muy ajustada y unos vaqueros azules que le quedaban bastante bien. Max gimió para sus adentros y se maldijo así mismo por fantasear llevando unos pantalones que se ajustaban mucho.
- Buenas noches -dijo Rex- Te queda muy bien esa ropa.
- Gra-Gracias... ¿Que haces aquí?
- Venía a por tí, para ir juntos a la discoteca ¿Estas listo?
- Sí... Vamos.
Los dos se fueron juntos hacia la discoteca, el trayecto fue muy incómodo para Max porque no sabía encontrar las palabras para hablarle y se creaban constantes silencios incómodos. Por eso estuvo maldiciendose por comportarse como una adolescente enamorada.
La discoteca estaba llena y casi todos estaban allí, al parecer Adam no había querido ir y Harry no era una persona muy propensa a la fiesta.
Justo al entrar en la discoteca un flash cegó a la pareja y cuando recuperaron la vista vieron a Carrie con su camara y una sonrisa en la cara.
- Estan muy guapos chicos -dijo emocionada-.
- Gracias, tu también te ves genial en ese vestido.
- Agradeceselo a Wendy.
- ¿Porque no me extraña? -siguió Max-.
- Venid conmigo chicos, las chicas y yo os esperabamos.
- Vamos detrás de tí.
La pareja siguió a Carrie que los llevó a la barra del bar donde estaban todas las chicas y Derek, a parte de eso Jake se había adueñado del bar y se había autonombrado camarero de la noche.
- Wow Maxine -gritó Carrie para hacerse escuchar sobre la musica a todo volumen- Estás muy guapo y Rex también está bastante bien.
- Gracias.
Max tomó un asiento y pidió una bebida, Rex hizo lo mismo y se sentó entre Max y Sonia. Todos estuvieron hablando y divirtiendose hasta que Alex se subió al escenario y animó a todos a bailar.
- Vamos, hoy cantaré un pequeño cover -gritó- ¡No quiero ver a nadie sentado!
- Oye Max -Dijo Rex- ¿Bailamos?
- ¿Eh? Yo... No se bailar.
- Nadie sabe, solo muevete.
- Vale...

Y dicho esto los dos salieron a bailar siendo los últimos en entrar en la pista de baile, las chicas habían salido a bailar con los chicos y a veces se ponían a bailar con sus amigas dejando a los hombres apartados. Max y Rex sin embargo estuvieron bailando juntos un buen rato haciendo movimientos no muy estilosos pero que eran los que sus cuerpos le pedían. El tiempo y el alcohol fueron afianzando la confianza de Max y ya no le daba vergüenza estar con Rex tan cerca. Finalmente se decidió a preguntar algo que quería preguntarle desde el mismo instante en el que entraron en la disco.
- ¡Rex!
- ¿hmm?
- ¡Quiero preguntarte algo!
- ¿¡Que!?
- ¡Que quiero preguntarte algo!
- ¡No te escucho! ¡salgamos fuera!
- ¡Vale!
Y los dos abandonaron la discoteca unos segundos, justo al salir notaron la diferencia de temperatura, se notaba que había mucha gente junta en aquella disco porque era una sauna hecha para bailar. Cuando salieron Rex respiró el aire puro del exterior y miró a Max.
- ¿Que querias decirme?
- Es...sobre una cosa -dijo apoyándose en la pared para poder concentrarse mejor-.
- Dime.
- ¿Te gusta Sonia?
- ¿Eh? ¿A que viene esa pregunta?
- Bueno... Pasas mucho tiempo con ella y... He visto como la mirabas...
- ¿Porque lo preguntas? ¿Acaso te gusta a tí?
- N-no... Claro que no solo que...
- Eres un libro abierto -dijo antes de soltar una pequeña risa-.
- ¿Eh?
- ¿De verdad piensas que habría ido a buscarte a tí si ella me gustara? -acaricia una de sus mejillas-.
- ¿A-ah?
- La verdad no estaba seguro de si yo te gustaba así que decidí ponerte a prueba.
- ¿Rex?
- Me gustas -dijo acercando sus labios a los de él- me gustas tú y no ella.
Sin decir nada más Max se inclinó hacia adelante para besar aquellos labios. Se sentía genial, sentía como sus mejillas se enrojecían y sentía aquel calor inmenso recorriendo todo su cuerpo. Cuando los dos se separaron Max no apartó la vista de su compañero mirandolo con un brillo en los ojos que provenía desde lo más profundo de su corazón. Justo cuando Rex iba a pronunciar unas palabras oyeron un grito que provenía del otro lado del pasillo, ambos miraron al lugar del sonido bastante asustados y allí se encontraron a Candy que los miraba tapandose la boca unos segundos, luego se acercó a ellos.
- ¡OMG! ¡Los shippeo muy fuertemente chicos! ¡Dios mio! ¡Mi OTP es canon!
- ¿E-eh? -alcanzó a decir Max aunque a penas podía pensar-.
- Ustedes son ADORABLES, sabía que vuestro yaoi era real ¡Dios mío!
- Oye Candy calmate ¿Nos cuentas que pasa? -dijo Rex con tranquilidad-.
- ¡Estoy enamorada de vuestra relación! ¿Sois novios? ¿¡Desde cuando!?
- ¿Podrías dejarnos un tiempo a solas?
- ¡Sí! ¡Claro! Os dejo solos... ¡OMG!
Dicho esto Candy volvió a entrar en la discoteca totalmente entusiasmada y eufórica. Por otro lado Max y Rex seguían allí afuera y esta vez a solas.
- ¿Quieres volver a dentro?
- Pe-pero...
- Vamos, se mi pareja en esta fiesta.
- S-sí...
- Perfecto -le da un beso en los labios-.

EscaparDonde viven las historias. Descúbrelo ahora