Nuestra locura.

Parte 7: Verdades

POV CHRISTIAN

Ella es completamente hermosa y ahora lo sabe. Anastasia provoca demasiadas cosas en mi, tantas que no puedo entender cómo es que de repente quiero tener muchas primeras veces con ella y olvidar el plan de solo amigos. Para empezar la considero mi amiga, la quiero como algo más que una sumisa y pienso en ella todo el tiempo. Mi hermana Mía diría que estoy enamorado, y ahora que lo pienso detenidamente, tal vez sí que lo esté.

Un rubor exquisito se expande en sus mejillas y desvía la mirada avergonzada. Oh! Nena... si supieras lo que pienso estarías en competencia con un tomate.

- Dices eso porque la medicina es fuerte.- Dice en voz baja mientras mira sus dedos.

- Solo digo la verdad Ana, eres una mujer preciosa.- Respondo en mi tono de CEO para hacerla reír y distender un poco el ambiente.

Entonces ella blanquea los ojos y se muerde el labio conteniendo una carcajada. Una oleada de calor me recorre y mi entrepierna es el centro de toda la adrenalina y pronto se hace notar la excitación que me provoca Anastasia. Me remuevo incómodo mientras me observa divertida por mi reacción, hasta que el sonido de la puerta nos hace girar y nos encontramos con que Flynn está atento a la situación, incluso puedo percibir que está intrigado por mi reacción y la de Ana.

- ¿Interrumpo algo? - Pregunta con una ceja levantada mirándonos a ambos, y al obtener una negativa de nuestra parte decide continuar. - Bien, Anastasia soy el doctor John Flynn, voy a ser el psiquiatra que los trate a ambos. ¿De acuerdo?- entonces ruedo los ojos y asiento, pero Ana no lo hace.

- ¿Por qué tengo que tener a un psiquiatra? - Pregunta ella.

- Bien, me esperaba eso.- Dice suspirando y tomando asiento entre los dos. - Aunque no lo tengas del todo claro por ahora, la verdad Anastasia es que intentaste terminar con tu vida al arrojarte a aquella avenida llena de coches, y eso es motivo suficiente para tratar de saber el porqué de una decisión de ese calibre. -

La observo y ella se queda mirando el techo, hasta que cierra los ojos con fuerza y veo una lágrima deslizarse en su mejilla. Entonces siento un nudo que aprisiona mi pecho. No quiero verla llorar.

- Bueno, vamos a comenzar contigo Christian hasta que Anastasia se recupere ¿Ok? - Dice mirándome seriamente, sabe que no me puedo negar. - Necesito que respondas a cada pregunta lo más sincero posible. -

Pasamos más de una hora hablando y poco a poco Ana se ha ido integrando a nuestra charla. Y cuando finalmente John se retira, en la habitación solo se pueden sentir los sollozos de Ana y mi aturdimiento. Ambos hemos recordado lo que nos llevó a estar en estas horribles camillas.

Entonces decido que mandaré todo a la mierda en cualquier momento, y por qué no empezar ahora mismo. Con los nervios a flor de piel me incorporo en la cama y comienzo a soltar la correa que me sujeta la cintura.

- ¿Qué haces Christian? - Pregunta ella un poco ansiosa.

- Mando todo a la mierda de una vez por todas nena.- Respondo con las manos temblando por la adrenalina.

- Te van a atar de vuelta, no te sueltes.- Me intenta disuadir pero ya es un poco tarde. He terminado de soltarme y arrastro el suero para no lastimarme. Anastasia luce preocupada y nerviosa, entonces me acerco a ella tambaleante por el tiempo que estuve acostado, parezco un bebé que aprende sus primeros pasos y en cierta forma me viene bien la alegoría. 

Sin darle tiempo a nada, tomo su rostro entre mis manos y la beso.

Ambos nos paralizamos, y estoy seguro que puedo sentir una gran corriente eléctrica recorrernos por completo. Mis manos tiemblan al sentir su piel por primera vez, es tan suave. Intento mover mis labios y ella corresponde mi beso. Me separo un poco para ver de cerca sus ojos y son mucho más bellos de lo que pensaba.