POV ANASTASIA
Cuando investigué un poco a Christian para saber a que me enfrentaba, supuse que tendría lindos carros o incluso una mansión gigante, no estaba lista para encontrarme con que Taylor era su chofer personal y a la vez que su guardaespaldas, que tenía una galería de arte en lugar de un acogedor hogar y que su ama de llaves era una mujer sumamente agradable. Definitivamente era el rey de su universo, por no decir el amo de un imperio que va mucho más allá que las fusiones y adquisiciones.
Desde que salimos del hospital apenas pude soltar su mano para entrar al carro, pero inmediatamente quise volver a sentir su piel. Sus manos son grandes, varoniles y fuertes, pero sorprendentemente suaves, aún con las marcas en sus nudillos que muestran señales de golpes que eventualmente dio. Aun así me gustan.
Me he distraído todo el viaje mirando las calles y edificios a mí alrededor, los extrañaba demasiado en estos días. Pude sentir su mirada algunas veces y casi puedo jurar que estaba sonriendo. ¿Acaso era otra primera vez?
Y luego llegamos al edificio Escala, donde una congregación de periodistas y fotógrafos esperaban al tan famoso señor Grey suplicando una entrevista. Vi su postura de CEO en acción cuando llamó a un tal Sawyer para que preparara la entrada de emergencia, y me di cuenta de la eficacia de Taylor y su habilidad de manejo para esquivar a los que se lanzaban contra el auto en busca de una foto.
-Solo molestan en busca de un chisme, no te preocupes por ellos, han estado especulando por semanas respecto a mi estadía en el hospital y mis constantes visitas para verte nena.- dijo con una sonrisa forzada y encogiéndose de hombros. Entonces comprendí con solo ver sus ojos y su postura de fingida serenidad, que al tan magnífico y controlador señor Grey no le gustaba la fama, incluso me aventuraría a decir que sentía vergüenza de aparecer en los titulares de las revistas.
En ese momento me limité a sonreírle afianzando el agarre de nuestras manos mientras entrelazaba nuestros dedos. Christian me miró a los ojos y de un momento a otro estaba besándome lentamente. Cuando nos separamos miré avergonzada hacia Taylor que sonreía disimuladamente mientras entraba a la cochera.
Ambos nos sentamos en unos sillones de lo que supongo es la sala, aunque el concepto amplio del ático no me permitiría llamarla de ese modo. La señora Jones me ha traído jugo de naranja y un bocadillo.
- ¿Señor quiere que le prepare algo para usted? - Pregunta Gail a Christian quien amablemente le pide solo un poco de jugo de arándanos.
Volvemos a quedar solos y se limita a mirarme con una sonrisa pequeña en la cara.
-¿Qué tanto me ves? - Pregunto algo incómoda.
-Me gusta mirarte Ana, eres hermosa. - Dice mientras acomoda un mechón de mi cabello en mi oído.
- Pues me pones nerviosa. - Digo sorbiendo un poco de jugo.
Christian sonríe y me permito hacerlo al verlo tan relajado. Sin dudas algo ha cambiado en el tiempo que llevo conociéndolo. Deja su vaso a un lado y se quita la corbata. Ahora se ve más sexi que antes con esa camisa y sus dos primeros botones abiertos en su pecho.
-No te muerdas el labio nena. - dice mientras me lo quita de entre los dientes con su pulgar.
-Entonces no seas tan jodidamente sexi todo el tiempo. - La temperatura de la habitación se ha disparado unos cuarenta grados y me siento como si estuviera a punto de explotar. ¿Desde cuándo digo esas cosas? No lo sé.
Los grises ojos de Christian ahora parecen estar fundidos cual mercurio mientras pasa su mano por mi mejilla y la recorre hasta llegar a mi nuca. Un escalofrío me recorre de pies a cabeza al sentir sus dedos en mi piel. Entonces sin pensarlo me levanto y me pongo en su regazo y lo beso. Parece sorprendido, incluso puedo decir que estoy sorprendida de la forma en que me dejo llevar con él, pero no quiero pensar en eso ahora.
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Nuestra locura.
FanficEran dos locos que se amaban... Las cosas no siempre salen como uno las planea, y mi vida es el claro ejemplo de lo que las decisiones apresuradas e inmaduras pueden hacer, las reglas no siempre son lo mejor y más seguro que uno puede tener. Mi nomb...