Parte 25: Conociéndote

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POV CHRISTIAN

Realmente ahora mismo no me apetece estar en la oficina, ni firmar contratos ni hablar con inversores. Desearía estar en mi casa ahora mismo con mi futura esposa embarazada, acariciando su vientre temporalmente plano mientras leo toda la información necesaria para no morir en el intento de ser padre.

¿Quién iba a creer que una pequeña criatura necesitara tantas cosas? No era un problema el tema del dinero, pero estaba algo trastornado por la mierda del video sobre un parto. ¿Cortarían a Ana justo ahí? Y luego la mejor parte, ver como jalarían a mi hijo de la cabeza para que saliera.

¡No! No quiero que ninguno sufra y según las veintitrés páginas sobre padres primerizos a las que he investigado durante toda la noche, el parto natural es solo una posibilidad, la otra es una cesárea programada que asegura menos sufrimiento para ambos. Pero para mí frustración, es todo decisión de Anastasia y la obstetra que la atienda, a quien por cierto conoceremos hoy.

Dejo de lado los papeles que no me he podido concentrar en leer y revisar solo por cargar las paginas que desde hace tres días estoy leyendo y memorizando. El o ella merecen un padre decente y si para ello tengo que sacar un puto doctorado en la universidad lo haré, pero no es posible, así que me conformo con los libros de maternidad y primeros pasos que he encargado por medio de Taylor.

Me distrae el sonido de la puerta y cuando veo a Ross atravesar el umbral tapo rápidamente las ventanas para ocultar lo que estaba viendo. Ni que fuera un adolescente mirando pornografía. Bufo exasperado ante esa idea. Pero con Ana decidimos que esperaríamos un poco antes de dar la noticia, mi madre nos ha explicado lo de los tres meses de seguridad y estuvimos de acuerdo en que aún es muy pronto. Todavía recuerdo su visita.

Flashback

Luego de la llamada que hizo mi madre en la que nos informó que ella podría explicarnos mejor las cosas, sentí un alivio instantáneo recorrer todo mi cuerpo, pero aun así estaba nervioso.

Las dudas que creo que tuvo cualquier padre por primera vez no eran nada en comparación con las que tenía ahora mismo. Estaba en parte molesto por la reacción de Ana, reírse como si no hubiera un mañana no pegaba con nuestra situación.

- ¿Cuándo crees que habremos formado al bebé? - Preguntó tendida en la cama. Ni siquiera me había dado cuenta el momento en que había dejado de burlarse de mi cara.

- Bueno, no lo he pensado aún. Mi madre dijo que tenías como cuatro semanas. ¿Recuerdas algo de eso? - La vi morderse el labio mientras acariciaba su vientre con gesto ausente. Y se veía condenadamente sexi.

- Hemos hecho tantas veces el amor en estos días, pero no lo sé, creo que sospecho de esa tarde en el piano. - Una sonrisa se expandió en su rostro. Y simplemente no pude contener la risa.

- ¿Te imaginas cuando dentro de unos años quiera saber cómo lo concebimos? No podemos decirle que en una tapa de piano con su madre cubierta de crema. - Ninguno pudo contener las risas y simplemente me relajé.

- Eso sería vergonzoso. ¿Sabes? Ahora que lo pienso el día que vino Mía después de ver la noticia de Cartier, ¿Recuerdas? Cuando arrastró a Elliot en pijamas ella dijo que lucía diferente, tal vez lo supo antes que todos y probablemente enloquecerá cuando lo sepa con firmeza. -

Me acomodé a su lado y sonreí ante el recuerdo de mis hermanos aporreando mi puerta para despertarnos luego de aquella maravillosa noche.

- Probablemente se vuelva loca, pero descuida, estableceré los límites para todos, no quiero que te abrumen más de lo que ya debes estar.-

Fin de flashback

Recuerdo que nos abrazamos un largo rato antes de levantarnos para preparar el almuerzo. Fue un día diferente y que nunca se me olvidaría. Mi madre nos había visitado luego y aclarado muchas dudas, pero sobre todo nos había explicado las precauciones que conllevaban los primeros meses de gestación y nos adelantó que probablemente habría que hacer algunas pruebas de nuevo porque Ana había estado tomando anticonceptivos, pero que no habría que preocuparse. Además, nos había prometido ocultar el secreto hasta que fuera seguro, o hasta que no corriera tantos peligros.

Nuestra locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora