POV CHRISTIAN
Pasan los días y todo aquí se vuelve una rutina que solo puedo sobrellevar por mi compañera de cuarto, hay cierta reticencia en mi al percatarme que tiendo a repetir mi comportamiento: Dormir, medicinas, comer, dormir, visitas de mi familia, dormir. En los intervalos en que no viene la doctora, Anastasia habla conmigo como si fuéramos amigos de toda una vida. Es algo extraño, y casi sorprendente como puedo considerar amiga a alguien que no sea Elena, pero ella es completamente diferente. Ana es una mujer dulce e inocente que no merece que mis sombras sumen una mochila más a las suyas, y tiene ese plus que me da esperanza al saber su historia y reconocer que a pesar de las sombras ella brilla y es buena.
Algunas veces me encuentro viendo como duerme. Su piel parece suave y perfecta, su pequeña nariz, sus labios... Sus labios piden a gritos que los bese con locura y perderme en ella una y otra vez venerando ese pequeño cuerpo, no los puedo ver con claridad, solo me queda imaginar como sería estar cerca de ellos. Pero me contengo, mantengo mis pensamientos en mi cabeza y los limito al momento en que siento que deseo a Anastasia como algo más que una amiga, eso sería perjudicarla, corromperla.
Por otro lado, mis padres y hermanos no paran de visitarme, en los horarios que pueden, por supuesto. Ellos y Flynn han notado que poco a poco he dejado de intentar tener el control y supongo que no tienen idea del por qué de mi cambio, solo yo se que aquella charla con Ana es la que finalmente provocó un quiebre en mi, pero imagino e intuyo que lo sospechan, pero no dirán nada porque me conocen y los hábitos son difíciles de evitar, saben que los mandare a la mierda a la primera insinuación que hagan.
Flashback
Ambos estamos comiendo, nos han dejado con las manos sueltas para que podamos usarlas por primera vez. Me siento un torpe de primera, pero veo de reojo como Anastasia suspira frustrada por no poder usar bien su mano izquierda, sonrío pensando que le he ganado, mi motricidad no es tan mala después de todo.
- Me rindo... esto es imposible - Dice tirando su tenedor en la bandeja y resoplando.
- Tienes que comer Anastasia - digo con mi tono de CEO que sale tan natural de vez en cuando.
- ¿Podrías dejar de ser tan mandón? Es incómodo tener al Jefe del universo en modo activado todo el tiempo - Me responde enojada.
Detesto ver como frunce el ceño, debería ser feliz todo el tiempo y no amargarse con alguien como yo, me golpeo mentalmente por haber provocado que llegara a un límite. Entonces hago algo que no sucede con frecuencia, me disculpo con ella. ¿Qué estás haciendo conmigo Anastasia?
- Lo siento Ana, yo no debí hablarte así.- simples palabras que simplemente salen de mi boca y que nos sorprenden.
Ambos nos quedamos callados concentrados en nuestras comidas hasta que llega un enfermero con un gran ramo de flores que apestan terriblemente fuerte y lo deja al lado de Anastasia quien lo mira confundida.
- Para usted señorita Steele- dice el enfermero con demasiada amabilidad para mi gusto.
- Gracias, supongo. - dice ella mientras se pone a leer la tarjeta y volvemos a quedar solos.
Siento celos del tipo que le haya mandado, pero luego se disipan al ver la mueca que hace ella al sentir el perfume de las flores. Demasiado dulce para ella, debo anotar esto y no cometer el mismo error que el bastardo. Termino con mi comida sin sabor tratando de ignorar la punzada de incertidumbre por como quedamos con Ana.
- Siento haber sido grosera, es solo que estoy tan cansada de estar aquí que habla mi enojo.- Dice mientras empuja su bandeja semi vacía y se recuesta en su cama con los ojos cerrados.
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Nuestra locura.
FanficEran dos locos que se amaban... Las cosas no siempre salen como uno las planea, y mi vida es el claro ejemplo de lo que las decisiones apresuradas e inmaduras pueden hacer, las reglas no siempre son lo mejor y más seguro que uno puede tener. Mi nomb...