17. "Malentendidos"

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Mis ojos se abrieron como platos, y me quede helada, notaba la mirada de Brad sobre mí, pero no podía dejar de admirar a Shawn.

—¡Ey!— abrazó a Brad primero, y luego a los demás.

—Ella es ____.— Brad puso su mano en mi cintura, ¿Estaba marcando territorio?

—¿Que se siente que hablen de ti en todos lados?— Shawn me dedicó una sonrisa.

—Dificil.— extendí mi sonrisa y el rió.

Brad y yo nos fuimos a la barra, y pedimos unos tragos con vodka.

—Este se llama Moscow Mule.— Brad me extendió el vaso que le pasó el barman.

Era parecido al vaso del whisky, solo que su contenido era un poco rojizo.

—Ya se que es, ya tomaba antes de conocerte.— le arrebaté el vaso y el alzó una ceja.

—¿Ah si? Dime que tiene entonces.— me desafía, a mi.

—Vodka con cerveza y limon.— le sonreí triunfante y le di un trago. Mi garganta quemó, no pude evitar cerrar los ojos por inercia del limón.

—¿Y esa cara pequeña? ¿Esta agrio?— preguntó irónico. Puaj.

—Calla, y toma este.— le pasé el vaso que le pedí al barman para el. Había elegido uno bien fuerte, y no creo que identifique al "demonio verde".

—¿Que es esto?— miraba fijamente el vaso como si estuviera a punto de matarlo.

—No es nada, prueba.

Le dio un beso al vaso, probablemente le quemó los labios, dio un pequeño sorbo y puso una expresión muy graciosa. Me estallé en risas.

—Que graciosa eh, ¿Que tiene esto?— rodé los ojos.

—Vodka, ron blanco, licor de melón y limón.— le expliqué, parecía coctelera.

—¡Que asco! Suena tan rico y sabe tan... asqueroso.— ambos reímos. —Creo que quiero más.

Seguimos tomando hasta emborracharnos.

—Basta, ya... ya veo borroso.— no se entendía bien lo que decía.

—¡Espera! No te vayas.— le grité, ni siquiera se había movido, estaba mareada.

—¡Ni me moví! ¡Estas mal!— parecíamos dos viejos gritandonos por la sordera.

—¡No me grites! ¡El que esta mal eres tu, niño!— nos levantamos ayudándonos entre los dos, sosteniendo nuestros brazos, de un pie a la vez.

—¡No tendrías que haber tomado!— me abrazó y caminamos por un pasillo junto a la barra.

—¡Tu no tendrías que haber tomado! ¡No puedes cuidar de mi en ese estado!— lo empujé y caminé delante suyo, no sabia a donde iba.

—¡Cuidate sola entonces!— me giré abriendo la boca y seguí caminando mas rápido, el se fue. Al final del pasillo estaban los baños.

Entre al primero que vi, no distinguía los dibujos, eran cosas amorfas pegadas en las puertas, me da igual.

Me dirigí al primer cubículo, ignorando que había una persona mirándose en el espejo o lavándose las manos, no presté atención. Me arrodillé en el suelo y vomité, mi malestar se desvanecía de a poco, y escuché golpes en la puerta.

—¿Estas bien ___?— escuché a lo lejos, era la voz de Shawn.

—¡No!— me aferré al inodoro abrazándolo.

Million Words (Brad Simpson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora