45. "Adiós"

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El día del casamiento llegó tan rápido que cuando quise darme cuenta, estábamos saliendo de la iglesia mientras nos aplaudían y gritaban nuestro familiares. Algunos policías y guardias amigos estaban presentes, para distanciar a las fans que se habían enterado y acudían al lugar.

Un carruaje precioso nos esperaba en la puerta, y nos subimos luego de recibir abrazos y besos de los invitados.
Cuando miré hacia un lado, mis padres alzaron la mano para saludar, su sonrisa no podía ser más grande, y desprendían orgullo. Tris, Connor y James también saludaban. Ví a Matt sacándonos fotos, sonriendo al ver la felicidad que mostraba.
Allí faltaba algo, algo muy importante, una parte de mi. Mis mejores amigos, no estaban en el momento más preciado de mi vida. Y los recordé, haciendo que mis ojos se humedezcan.
Naomi siempre estaría allí, donde fuese, siempre en mi memoria.
La imaginé, saludando con toda la fuerza de su brazo, con una sonrisa radiante en el rostro, silbando y haciendo todo el ruido posible, para captar mi atención y lanzarme un último beso antes de irme con mi marido.
También faltaba Lucio y no entendía la razón, no sabía porque se había alejado, ni tampoco podía imaginarlo allí.
Saludé a todos y miré hacia el otro lado intentando olvidar aquello.

-Todo es perfecto, gracias. -susurré, y el entrelazó nuestros dedos, sonriendo.

-Gracias a ti, por hacer que todo esto sea perfecto. -el carruaje marchó, y los caballos blancos galoparon lentamente, pero el viento nos pegó en la cara de igual forma. Sus rizos se sacudían, y sus ojos se achinaron cuando sonrió plenamente.

-Te amo. -nuestras narices se rozaban, y el perfume de su traje me embriagó.

-Yo a ti. -murmuró en mis labios, y los atrapó con los suyos, para demostrar que era suya, y él era mío.

Dos días después, ya en casa, preparando todo para finalizar la mudanza, desperté luego de haber descansado lo posible. Todo el tema me tenía exhausta.
Un desayuno bajo en calorías captó mi atención, el aroma de los huevos revueltos con bacon me sacaba de mi quicio.

-Tu quieres engordarme para comerme ¿No? -Una sonrisa se dibujó en sus labios, y tomó un sorbo de mi exprimido de naranja. -Hazlo si quieres.

-Si, pero ahora no. Hay alguien que quiere hablar contigo, y vendrá en quince minutos. -se levantó de la cama y abrió la puerta para irse. -Así que come, yo tengo que ir a charlar algo con Connor.

La espera me estaba matando, había terminado mis huevos en segundos. Y permanecía sentada en el sillón esperando a esa persona, pero no tenía ni idea de quien podía ser.

El timbre sonó, y ví a Brad salir al patio con el móvil en manos. Abrí la puerta.

-Ey... -Un hilo de voz salió de mi garganta, y una angustia inundó mi pecho.

-¿Puedo pasar? -preguntó Lucio y me hice a un lado asintiendo levemente. -Tenemos que hablar, ya estoy cansado de guardarlo, odio todo esto, y no te voy a echar la culpa, no vine a recriminar nada.

-¿Qué quieres decir Lucio? A ver, ¿He hecho algo para que te alejaras así de mi? -Se sentó en el sillón y yo a su lado, se sujetó el pelo frunciendo el ceño, pero no me miraba.

-¿No leíste la carta? -preguntó dirigiendo la vista a mi, sus ojos comenzaban a ponerse vidriosos.

-¿Qué carta? -Estaba totalmente confundida. -¿La de Naomi?

-Si. Ni siquiera te importó leerla. -Negó con la cabeza y secó una lágrima con su dedo índice.

-¡No podía Lucio! Mi mejor amiga se había muerto, quería esperar para leerla, no era capaz de soportarlo. Y luego me olvidé ¿Si?

Million Words (Brad Simpson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora