5. "Me alegra verte"

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No dormí en toda la noche pensando en cosas que podían pasar, imaginandonos juntos. Mantuve despierta a Naomi hablando sobre si algo salía mal, o si tan sólo no aparecía.

Escuchaba Somebody To You en su versión acústica, mientras veía el respectivo vídeo oficial. Lloraba como una magdalena, pensando, ¿En serio tendré a tan poca distancia a mi ídolo?

Luego pensé en las Vampettes, yo no era una de ellas, solo los seguía hace mucho tiempo, me gustaba su musica y sabía mucho de ellos, pero nunca me consideré una Vampette, tal vez sólo era una fan de hace tiempo, pero sin dudas esa era mi banda favorita desde hace 2 años.

Mi cuarto no era el típico de posters de los chicos en las paredes, nunca me llamaron la atención los posters, si soy rara, lo sé.

Mis paredes estaban pintadas de un rojo apastelado, uno de los colores favoritos de Brad, y tenía un cuadro con una foto suya, era perfecta, él es perfecto.

Traté de dormir a partir de las 6 de la mañana, despertándome a las 12 del medio día, algo es algo. Me levanté, me cambié con la ropa que tenía preparada junto a mi cama, me maquillé con un delineador en mi línea de agua inferior, pinté mis labios con un color carne oscuro, y me planché el pelo.

Cuidaba mi pelo como nadie, era rubio oro, y lacio, pero me gustaba plancharlo para emparejarlo aún más.

Me calcé los borsegos color beige y fui a la cocina a comer algo, papá almorzaba para irse a trabajar, y mamá me preparaba un tostado a mi.

-Buen día.- los saludé y me senté.

-Buen día mi niña.- dijo mi padre abrazandome.

-Aquí tienes tu almuerzo, por lo que veo no dormiste mucho...- mamá siempre se da cuenta de todo, aunque juraría que no tenía ojeras.

Me comí el tostado en silencio, y al terminarlo volví a mirarme al espejo del baño de la planta baja.

-Estas bien hija, ya deja de mirarte.- decía mamá desde el otro lado de la puerta. ¿Esta mujer tiene cámaras por toda la casa o qué?

Suspiré, no iba a gustarle yo, no me veía lo suficientemente guapa para él, tenía miedo de a que él al verme se le vayan las ganas de salir conmigo y se arrepienta.

Salí a esperar en la calle, y me senté en el cordón de la vereda. Me puse los auriculares y encendí la música. No había ni un alma allí, solo yo y mi música.

¿Qué pasa si no viene? ¿Y si todo esto era una broma de mal gusto y me la creí? ¿Y si mi ídolo me la había jugado?

Cerré los ojos cabizbaja, era la 1 de la tarde, seguía sin llegar.

Comenzaba a sonar Can We Dance, cuando siento que alguien apoya una mano en mi espalda, supongo que sería mamá y me giro.

Mi corazón dejo de la latir, y mis pulmones no tomaban más aire. Mis ojos se dirigieron directamente a los suyos, y pensé que estaba a punto de morir.

-¿___?- su dulce voz embriagó mis oídos una vez más, pronunciando mi nombre. Brad había pronunciado mi nombre y estaba sonriendome.

-Brad.- No pude decir mas nada, estaba paralizada, a penas podía mover la boca, esta seguía ligeramente abierta por la conmoción.

Brad tomó mi mano y me ayudó a levantarme, su tacto era tan suave y sus dedos largos.

No podía dejar de mirar sus ojos atontada, él estaba tomando mi mano y no podía reaccionar. Nos quedamos unos segundos mirándonos, como si no hicieran falta las palabras. Y él rompió el silencio.

-Me alegra verte.- su voz sonaba tan... perfecta, sus labios gruesos me cautivaban, pero trataba de no observarlos detenidamente.

Sentí calor en mis mejillas, seguramente estaba sonrojada, y sin habla.

-A mi no te das una idea.- dije sin despegar la vista de sus ojos, nuestras manos seguían unidas, no quería soltarlo ni él tampoco a mi.

Me acerqué para abrazarlo fuertemente, y apoyé mi mandíbula en su hombro, él abrazó mi cintura.

¿En serio le gustaba tanto hablar conmigo como para verme?
Aseguro que si yo viviera más lejos él ni siquiera se habría esforzado.

Nos separamos del abrazo y él volvió a mirar mis ojos.

-¿Vamos a dar una vuelta en mi auto?- preguntó con una gran sonrisa en sus labios.

Dios, esto no puede ser real.

Asentí sin poder pronunciar palabra y él me agarró nuevamente y para guiarme hacia allí.

Abrió la puerta del acompañante, y entré sentándome. El dio la vuelta al auto y se sentó en el asiento del conductor. Puso en marcha el motor, y aceleró.

Estaba en su auto, con él, con mi ídolo.

PDV DE BRAD.

Ya estaba en casa, mi madre preparaba el almuerzo, luego de la bienvenida del día anterior con tanta comida increíblemente no tenía hambre, solo quería ver a _____.

-Hijo, ¿No vas a comer?

-No ma, voy a ir a ver a alguien. Cómo allí.- le mentí.

-Esta bien, ten cuidado y mandale un saludo a esa chica de mi parte.- La miré sorprendido, me leía la mente.

-Si mamá.- tomé las llaves del auto y salí de la casa.

Luego de una larga hora de viaje, había llegado a la dirección, con miedo de que sea falsa, con miedo de que la persona a la que estuviera por ver no era quien aparentaba, sino un viejo con malas intenciones...

Dudé en bajarme del auto, pero finalmente lo hice, las arboledas no me dejaban ver la vereda, pero al acercarme a la puerta de su casa, la vi.

Estaba de espaldas, sentaba en el cordón, su pelo lacio prolijamente era color oro, lo contemplé un buen rato, estaba escuchando musica ya que no se había enterado de que estaba allí. Apoyé mi mano en su espalda, y se giró lentamente a verme.

Mis ojos se humedecieron, no por ganas de llorar, sino que su belleza me había deslumbrado.

-¿____?- pregunté mirando fijamente sus ojos, eran color miel muy claro, y sus labios estaban entreabiertos, no pude evitar sonreírle.

-Brad.- su voz era cálida, ni muy aguda ni muy grave, era angelical. Estaba sonrojada, lo que me dio muchísima ternura.

Fuimos a dar una vuelta en el auto, pero no era una simple vuelta, la llevaría al mejor lugar de Derby.

PDV DE ____.

Derby es muy chico, pero sin embargo no suponía a donde podía llevarme.

Ambos mirábamos hacia adelante, hasta que noté que él ponía su mano en mi pierna, acariciándola con el dedo pulgar. Lo observé y él a mi, ambos sonreímos y dirigimos la mirada nuevamente hacia el camino.

Llegamos a un parque, uno de los más grandes de Derby. Él se estacionó y me miró a los ojos.

-Aqui estamos.- me sonrió y guiñó un ojo, haciendo que suspirara enamorada. -De camino a tu casa compré chuches y chocolate.- esta vez sonreí yo maliciosa.

-¿Piensas que me conquistarás con esto?- dije acercándome. No podía creer que estuviera a pocos centímetros de Brad.

-Pensé que ya lo había hecho...

Million Words (Brad Simpson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora