36. "Nada puede conmigo"

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PDV DE BRAD.

La cargué en el auto, y sin pensármelo dos veces me dirigí al hospital, estaba desmayada en el asiento del acompañante, me tenía muy preocupado.

No tenía ni la menor idea de que podría haber pasado, me daba miedo que no sea simplemente algo que le cayó mal.

Paré en un semáforo y la miré, respiraba. Me salté el resto de semáforos hasta emergencias, donde me bajé y la tomé en brazos.

—Falta poco.— hablé solo probablemente, sus ojos estaban cerrados de una forma relajada, como si durmiera.

Una enfermera vino corriendo cuando nos vio, y me llevó hasta una sala, detrás de ella entraron dos médicos, quienes me ayudaron a acomodar a ____ en la camilla.

La conectaron en un montón de máquinas, y me preguntaron.

—¿Qué le pasó?— el medico se giró a verme.

—No lo se, estábamos comiendo y de repente se fue corriendo al baño.— expliqué con cierto temor.

—¿Vomitos? ¿Fiebre? ¿Dolor abdominal?

—Vomitos.

—Vamos a tener que pedirte que te retires, te informaremos.— la enfermera puso su mano en mi espalda empujándome un poco.

Miré a la pantalla donde mostraba las pulsaciones, estaban disminuyendo rápidamente. Una línea recta se dibujó, e hizo un pitido que me dejó en shock.

—¡Llévatelo fuera!— le gritó el medico a la enfermera. Esta tomó mi brazo con fuerza y me llevó fuera. Los médicos le hacían electroshock a mi novia allí dentro.

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos aunque yo no era consciente de lo que pasaba, no podía terminarse todo tan rápido.

Se estaba muriendo, y yo no podía hacer nada. Estaba apoyado en la pared mirando por la ventana, si ella hubiera mostrado que estaba mal desde antes tal vez podría haberla llevado rápidamente a urgencias. Pero fue todo tan, repentino.

Luego de una hora exacta médicos habían logrado restablecer su pulso, pero seguía inconsciente. La enfermera salió a informarme y cuando volvió a entrar llegaron sus padres. La madre lloraba desconsoladamente, y su padre me observaba con desconfianza.

—¿Qué le pasó Brad?

—Estábamos comiendo una pizza y ella se fue corriendo al baño, traté de ayudarla pero se desmayó.— tomé mi cabeza con ambas manos. —Hice lo que pude.

—Todo estará bien muchacho, tranquilo.— Leonel palmeó mi hombro, pero nada iba a lograr calmarme.

Un hombre salió de la sala donde atendían a ____, sonrió de lado y se dispuso a hablar.

—Ya esta bien, tenía un gran nivel de intoxicación, como si hubiera sido envenenada.— el doctor se alzó de hombros. —Luego le haremos un par de estudios para saber cual fue la sustancia, se mejorará pronto.

Bueno, él si podía calmarme.

Unas horas después trasladaron a ___ a una sala común, a la cual nos dejaron pasar a visitarla.

—¿Estás bien?— acaricié su mano, que estaba fría, su rostro pálido reflejaba calma, pero aún me preocupaba.

—Deja de mirarme así, lo estoy.— su voz angelical me relaja tanto, en todo momento. Besé su frente, estaba helada también.

—Casi te perdemos.— ella sonrió.

—Nada puede conmigo.— ambos reímos, su sonrisa no se borraba con nada, ni aunque estuviera al extremo.

—Te amo.

—Yo a ti.

Million Words (Brad Simpson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora