Demente (h.s.)

Capítulo #13

¿Qué se supone que está pasando?

Sé que Harry no tiene por qué darme ninguna explicación, pero en cierto modo estoy involucrada en esto.

Decido olvidarme por completo del asunto, ellos son hermanos y se entienden a fin de cuentas, regreso a casa y al entrar siento como un brazo fuerte aprieta mi garganta, dejándome sin respiración.

—Lo siento Charlotte, sabías demasidado.

Me despierto con la respiración agitada y sintiendo el sudor correr por mi frente.

¡Todo fue un maldito sueño!

Aprieto mis ojos con mis puños tratando de sacarme todo de la cabeza, el falso hermano de Harry, la falsa chica en su apartamento, todo.

Pero parecía tan real...

Miro el calendario y es cuando recuerdo, ¡hoy es el día la gala! El reloj marca las 12:46 p.m.

¿Quién demonios duerme tanto?

Al levantarme de la cama veo aquellas dos cajas con el vestido y los zapatos, los cuales pensé que también pertenecían al sueño. Ahora estoy confundida ¿en qué parte comenzó el sueño?

Ignoro el asunto y me levanto de la cama, al salir, me sorprendo ver a mi madre sentada junto a Harry mientras éste dibuja un hermoso lienzo de un rostro sin terminar.

—¿Buenos días? —digo alarmándolos a ambos.
—Buenas tardes, cariño —dice mi madre, mientras que Harry continua concentrado en su pintura.
—No sabía que pintaras —me dirijo a él— ni que conocieras a mi madre.
— Estudié de pequeño —confiesa mojando su pincel en un poco de acuarela— pero lo abandoné
—Harry me está pagando para lo ayude a dibujar algo que soñó —sonríe mi madre.
—¿Puedo hablar contigo afuera un segundo? —pregunto.

Harry asiente y se asegura de dejar su pintura en la posición correcta, al salir, cierra la puerta detrás de él.

—¿Desde cuando...?
—¿Desde cuando me llevo tan bien con tu madre? —pregunta terminando mi frase— tranquila niña, solo son unas clases de pintura ¿es tan malo eso? —pregunta retóricamente para luego marcharse a su casa, dejándome con las palabras en la boca.

Ni siquiera quería hablar de eso, quería agradecerle por el regalo, pero como siempre, su actitud es impredecible.

(...)

Me encuentro rodeada de gente con dinero, gente bien vestida, pero, por primera vez en mi vida, no me siento menor que ellos, estoy sentada esperando que el evento empiece mientras el mesero me sirve mi segunda copa de champaña, nunca he sido buena para las bebidas, me emborracho fácilmente, y no quiero comenzar a actuar como estupida delante de toda esta gente.

Ojeo el enorme salón tratando de encontrar a Harry, pero no hay señal de él, no hay entrada milagrosa, no hay chico esperándote, no hay personas que te abran paso, no hay nada. Observo a mi alrededor y miro una pareja de adultos que pelean en silencio, al lado de ellos, hay una pareja joven que se miran como si cada uno significara el mundo para el otro, un poco más lejos hay una pareja adulta que pelean en silencio y al terminar, cada uno se dedica a atender su teléfono, sin ni siquiera mirarse a los ojos.

Esa imagen me hace preguntarme: ¿Qué se necesita para querer a alguien?¿Ser demasiado joven para saber de lo que se trata el amor, o demasiado viejo y aceptar cualquier amor para volverlo eterno?

La enorme puerta que da entrada al salón se abre, dejando entrar a dos personas que no logro ver debido a mi tamaño. Cuando logro verlos me encuentro con el rostro de Harry, quien ha traído a una chica de tez blanca y un vestido demasiado bonito, más que el mío, me atrevería a decir, entran con los brazos entrelazados.

Me siento idiota por 1) venir a este lugar 2) aceptar su regalo 3) pensar que cambiaría 4) quedarme esperándolo como toda una idiota.

Es la primera vez en mi vida que lo veo sonriendo sinceramente, no solo por hacerlo. No piensen que estoy celosa, porque no lo estoy, no sé describir lo que siento en este momento. Salgo por la puerta trasera y siento la fría brisa de la noche golpear contra mi cara, lo peor es, que no parece importarme, las ráfagas de aire que azotam contra mí no me provocan aspereza en la piel, ni me hacen temblar, ¿sería estupido llorar en un momento como este? El lugar está repleto de personas de alta clase social, por lo que sería muy estupido hacer algo como eso aquí. Llamo a un taxi y le indico que me lleve al bar más cercano, por lo menos allí habrá más gente llorando. Al llegar, la ensordecedora música del lugar me da la bienvenida, el lugar está repleto de gente borracha o casi borracha, bailando como locos, ¿quién lo diría? Hace menos de diez minutos me encontraba en un lugar en el que las personas tomaban en cuenta cada trago que tomaras, y aquí eso no parece importarle a nadie.

—Tequila, por favor —le pido al barman, quien segundos después posiciona el diminuto vaso frente a mí.

(...)

He perdido la cuenta de bebidas que he tomado a medida que pasa la noche, no soy esta clase de persona, pero cada persona necesita una noche para dejar ir exactamente la clase de persona que no es. Son alrededor de las 1:00 a.m. Y siento como si la noche a penas empezara, lo cual es la realidad para muchos de los que están aquí, me muevo bailando entre la gente, mientras siento el olor a alcohol inundar el lugar, e acerco a un chico, no tengo idea de quién es, pero comienzo a bailar con él como si nuestra vida dependiera de ello, su lengua explora mi boca de un momento a otro y el olor a alcohol es lo que menos me interesa en este momento.

Sus manos recorren mi cuerpo sin provocarme ninguna clase de cosquilleo, no sé si se deba a que estoy demasiado borracha como para sentir cualquier cosa, o porque ni siquiera me importa que este chico joven y desconocido toque cada centímetro de mi cuerpo con sus dedos con olor a cigarrillo.

La música se hace cada vez más fuerte, hasta que escucho una voz conocida que llama mi nombre desde lejos.

Holaaa!
Chicas de verdad perdónenme, no he actualizado nada, pero la verdad es que he estado muy floja para todo últimamente 😂 perdónenme por no haber escrito un capítulo más interesante, pero es como un puente para llegar a lo que viene, espero les guste, las amo❤️

-Alice