(Si gustas, puedes escuchar "The Less I Know The Better-Tame Impala" como música de fondo)
Sus manos enormes pero suaves siguen acariciando mi pierna, mientras su agitada respiración es como hermosa melodía en mi cabeza.
—Quiero hacerte mía —confiesa.
Ninguno de los dos se había dignado a hablar hasta ahora, sin embargo, sus palabras me sacan del apasionado pensamiento en el que me encontraba, lo empujo con fuerza, pero a pesar de eso solo consigo moverlo un poco.
Mi fuerza es incompetible junto a la suya.
Su expresión confusa me causa una corriente de desagrado en el cuerpo, su ceño está fruncido y no puedo quitar mi mirada de su abdomen, ¿por qué sigo haciendo esto?
—¿Pero qué demonios estaba pensando? Harry, ¡estoy comprometida! —enseño mi anillo de compromiso enfurecida— no puedo creer que estaba a punto de caer en esto, tal vez tú no ames a tu novia, pero yo sí amo a Bart, y él estuvo ahí para mí en los momentos en los que tú no estuviste ¿dónde estuviste Harry?¿tirándote a otras chicas por ahí mientras yo trataba de buscar una explicación a todo lo que estaba pasando? Quieres ser el mártir de la película y no es así, sí, has sufrido ¿y eso qué? Todos hemos pasado por momentos difíciles, pero tú solo quieres andar por ahí con tu mal humor y tus malas miradas, tratando a todos como una mierda ¡nadie tiene la culpa de lo que te haya pasado!
Recojo mis cosas del piso, sintiendo su mirada impotente sobre mí.
—Trataba a todos como una mierda, menos a tí, no quisieras saber la clase de persona que era antes Charlotte, de verdad no quisieras.
—Estuve dispuesta a darte todo, realmente todo, pero ya no soy una niña, no soy una idiota que sigue queriéndote a pesar de todo lo que hagas.Recogí mis cosas del suelo, enojada, oprimí el botón de emergencia y el ascensor me dejó en la primera planta del hotel, saliendo de allí no se encontraba nadie, salvo Harry, quien seguía dentro del elevador, y yo.
—Te quiero, Charlotte.
Permanezco inmóvil durante un rato, de espaldas a él, sin saber su expresión o lo que está pensando.
—No salgas ahora, espera un rato —respondí sin añadidura.
Harry permaneció callado, recostado de la pared, aún con la camisa desarreglada y otros detalles que no quiero mencionar. Llegué hasta la sala de invitados, donde minutos antes se había estado realizando la charla más importante de la carrera de mi prometido.
¿Y dónde estaba yo? Restregándome al idiota que me hizo sufrir años atrás.
"Bien hecho, campeona" —reprochó mi subconsciente sarcásticamente.
Salí al encuentro de Bart y éste hablaba cómodamente con uno de los invitados y al parecer, su esposa.
—Ésta es mi prometida, Charlotte Scavo —dijo abrazándome con una enorme sonrisa en su rostro— amor, ellos son Melissa y Andrew Smith, unos buenos asociados de la compañía.
La pareja en frente nuestro me saludó mientras sonreían, comenzaron a parlotear emocionados por la reciente charla, de la cual me había perdido más de la mitad.
—Estamos muy agradecidos a la familia Freeman por su enorme ayuda, nuestro hijo también lo está, aunque no lo muestre tanto como nosotros —declara la rubia mujer.
—¡Oh!¡Lo olvidaba! Melissa y Andrew son los padres adoptivos de Harry Styles —menciona Bart, como si no conociera al hombre.De repente se forma un nudo en mi garganta y mi cara se encuentra pálida.
—Aunque claro, ese tarado nunca ha decidido aceptar nuestra ayuda —comenta Andrew en tono gracioso.
—¿Pa-padres? Pensé que su madre...
—Su madre era una drogadicta —interrumpe Melissa— prácticamente lo salvamos del pozo en el que iba a ahogarse, pero nunca aceptó vivir con nosotros, ni siquiera llamarnos papá y mamá, lo entiendo, solo que a veces quisiera que...Andrew acaricia la espalda de Melissa, terminando su oración psicológicamente.
—Ha de ser duro —dice Bart en tono comprensivo.
"Lo duro será cuando te diga lo que acabo de hacer con el mismo chico en el elevador, eso es lo duro" —digo para mis adentros.
(...)
El resto del evento fue largo, no volví a visualizar a Harry en toda la noche, gracias a Dios, porque no sabría qué hacer si lo veía. Al llegar a casa, Bart permanecía con una sonrisa enorme en su rostro. Yo no sabía qué hacer, no podía pretender que todo estaba bien, sabiendo que había vuelto a ver a Harry luego de tanto tiempo, había vuelto a hablar con él, a respirar su aroma; es duro deshacerte de algo a lo que ya te habías acostumbrado.
—¿Sabes? Durante toda la velada había estado pensando en este momento, cuando llegaramos a casa...te he estado mirando toda la noche Charlotte, y no de buena manera —susurra sujetando mi cintura con fuerza.
Me besa apasionadamente, acariciando mi nuca con sus manos, lo cual solo lograba acordarme a lo recién sucedido en el elevador. Pero no podía decir nada, Bart se merece la mejor noche luego de un evento tan importante como el de hoy.
Pero simplemente no era lo mismo, no había chispa, no había un deseo de continuar, no había una pequeña pizca de maldad en ello.
Su boca seguía besando la mía, experimentando todo tipo de besos y caricias que a pesar de todo no eran suficientes para encender algo en mí. ¿Debía seguir? Sería algo hipócrita de mi parte, bastante. Me separé de él rápidamente sin mirarlo a los ojos.
—¿Está todo bien? —preguntó preocupado— no era mi intención hacerte sentir incómoda...
—No lo has hecho —interrumpo y trato de sonreír, pero en vez de eso le doy la sonrisa más falsa de mi vida— solo...necesito hacer algo, por favor no me esperes despierto.Tomé una chaqueta y salí por la puerta sin más, sin saber a qué lugar ir o qué hacer, simplemente conducía hacia donde el auto me llevara, estaba vuelta un desastre, mi rímel se había corrido debido a mis lágrimas, y la enorme sudadera que traía no combinaba para nada con algo de lo que llevaba puesto. Me detuve en un bar no muy cercano al apartamento y me senté cerca de la barra.
—Whisky, por favor —ordené.
Pasaba ambas manos por mi cara repetidas veces tratando de despertar de lo que parecía ser una pesadilla, pero todo esto estaba sucediendo, realmente estaba sucediendo, a pesar de que estaba lloviendo salvajamente, había mucha gente en aquel bar. Al llegar el whisky, bebí un largo sorbo sintiendo el ardor de éste en mi garganta.
—Otra ronda, por favor, que sean dos —dice una voz a mi lado.
No de nuevo,
—No te estoy siguiendo, por si te lo preguntas, pero al parecer tu desastre y el mío no son muy diferentes —dice Harry mirándome fijamente a los ojos, sin reflejar ninguna clase de sentimiento.
Es un hecho, la vida me odia.

ESTÁS LEYENDO
Demente (h.s.)
RomanceY lo peor es; que nadie está a salvo de enamorarse, de ser engañado, maltratado, nadie está libre de nada.