Capítulo #22

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Mis manos tiemblan, mi cuerpo es débil, simplemente deseo trasladarme a otro mundo en el que no tenga su fuerte mirada sobre mí.

–No tienes que responder a eso, no es necesario, solo quería que lo supieras. Y sé que tal vez no me aceptaras hoy, ni mañana, pero quiero que sepas que cuando estés lista para aceptarme, aquí estaré.
–Es que...tú... Las personas no cambian Harry.
–Exacto, nadie cambia, sigo siendo el mismo chico que te hizo sufrir, y no niego que pueda pasar de nuevo, pero ¿alguna vez has visto alguna historia sin tragedia? Pretendí ser quien no era por mucho tiempo y con la persona equivocada, te mostré mi trueno.
–Harry, tú te marchaste, yo también lo hice, ambos construimos nuestra vida separados...
–¿Vida? –ríe sarcásticamente- ¿así le llamas? Porque no me parece que lo sea Charlotte, te la pasas detrás de un idiota con dinero como si fueras la huérfana que él rescató, porque así es como todos sus amigos te ven, tú no mereces eso.
–¿Ah sí? Y adivino, tú me darás todo lo que él no me da
–No, en vez de eso, te quitaré
–Ahora si estoy confundida
–Te quitaré las ganas de estar con él Charlotte, te quitaré el sueño, quitaré la monotonía de la que esta llena tu vida.

Un nudo se forma en mi garganta, no sé qué es apropiado decir en una situación como esta, no tengo idea de qué hacer.

Esto se está volviendo cotidiano.

—Debo volver a casa.
—¿Eso es todo lo que harás?¿Marcharte? —ríe sarcásticamente.
—¿Qué quieres que haga Harry? Tú también formaste tu vida sin mí, no es como si me hubieras guardado luto, tuviste un hijo...
—El cual tuvo que morir para que lograra darme cuenta del enorme error que había cometido al dejarte ir.

Siento un tono molesto en su voz, pero no pretendo quejarme al respecto, en vez de eso me decido a procesar las palabras que están a punto de salir de mi boca.

—Pues se te hizo tarde.

Doy media vuelta y me dirijo a salir del lugar, al llegar abajo, maldigo para mis adentros al recordar que Harry me ha traído hasta aquí, así que llamo un taxi y éste no tarda mucho en llegar. Al subir, no puedo evitar hundirme en lo que había pasado, no quiero ser la clase de chica fácil a la que vuelves cuando necesitas a alguien, pero odiaba sentirme tan bien cerca de Harry, odiaba sentirme protegida, amada, deseada.

Lo odiaba a él

O tal vez solo odiaba amarlo tanto.

Tal vez no necesite sentir mariposas en el estómago cuando él me hace sentir el zoológico completo.

Reviso mi teléfono y mis ojos se abren como platos al ver que tengo más de 30 llamadas perdidas de mi prometido.

¿Acaso estoy haciendo todo mal?

El taxi me lleva hasta al bar en el que me encontraba anoche y allí pude recoger mi auto, me dirijo hasta casa y al llegar, actúo como si nada hubiera pasado. Bart se encuentra viendo las noticias y se para de sobresalto cuando entro, su cara expresa asombro y a la vez miedo.

—Hola —digo, rompiendo el para nada incómodo silencio que había.
—Te he...te he llamado mil veces.
—Lo siento, se me ha descargado el teléfono —miento.

La verdad es que no me había percatado de esas llamadas hasta minutos antes de llegar a casa, pero no lo entendería de todos modos.

—¿Se te ha descargado el teléfono?¿Tienes idea de lo preocupado que estaba, Charlotte?—pregunta retóricamente, o al menos eso parece.
—Bart, por favor, lo que menos necesito es un sermón en este momento.
—Solo necesito saber por qué te molestaste —inquiere tiernamente— solo estaba tratando de gustarte, de acercarme más a tí,
—Estabas tratando de ser alguien más, no quiero que trates de ser un chico malo y rebelde, no lo eres.
—¿Acaso has pensado la última vez que tuvimos sexo, Charlotte?

Permanezco en silencio.

—¿No lo recuerdas, verdad?¡Es porque fue hace más de tres meses! Solíamos hacerlo cada día, como locos, pero últimamente siento que estás distante.
—¿Solo porque no me acuesto contigo?¿En serio te atreves a decir eso? Me repugnas, Bart.

Su expresión denota decepción y tristeza y por un momento lamento profundamente lo que dije.

—Fin de la discusión —se marcha.

Doy un largo suspiro y me dejo caer al suelo, cubriendo mi cara con las manos.

Preferiría mil veces seguir siendo pobre y vivir en aquel apartamento.

Recobro la compostura y me dirijo a la cocina, es increíble que luego de todo este drama, me encuentre enormemente hambrienta. Me siento frente al televisor, con un tazón de cereal en las piernas y me dedico a ver el show de Ellen.

(...)

Un rayo de sol me despierta bruscamente y me hace levantarme rápidamente del sofá. No era mi intención montar un escenario con todo lo de "dormiré en el sofá" simplemente me quedé dormida, el Bart que conozco me llevaría en brazos a la habitación, pero no lo hizo, y supongo que así es como serán las cosas ahora.

No sé qué hice para convertirme en la mala de la película, pero al parecer lo soy, ambos, Harry y Bart, de seguro me odian, y no los culpo por hacerlo.

Llego hasta la habitacion de huéspedes y tomo un largo baño, luego de salir, me veo obligada a ir a mi habitación por ropa, pero, para mi sorpresa, Bart no se encuentra allí.

—De seguro se ha ido temprano a trabajar —digo como si alguien me escuchara.

Mientras me visto, me dedico a pensar, y llega a mi mente el recuerdo de mi primer beso con Harry, aquella noche que fuimos a jugar bolos.

~FLASHBACK~

Harry sostiene la bola como si fuera un pedazo de papel y me la entrega.

—Cuidado, es pesada.
—Sí ya entiendo, manotas

Harry ríe.

—No quiero que te lastimes.
—Bueno bueno, ya debo lanzarla o mi brazo se desprenderá de mi cuerpo.
—¿Quieres que te enseñe?
—Pss, tengo todo bajo control, tú tranquilo.

Hago un intento de lanzar la bola, el cual falla al caer esta a unos 10 centímetros de mí, Harry aprieta los labios tratando de no reír y yo solo imito su expresión con una cara graciosa, tratándole de hacer saber que no es gracioso.

—Venga, te ayudaré.

Harry se coloca detrás de mí y puedo sentir todo su cuerpo en contacto con el mío.

Literalmente, todo su cuerpo.

—Debes medir la distancia y precisión con tu brazo, solo debes pretender que vas a lanzarla unas cuantas vecs hasta que sientas que tienes el ángulo perfecto.

Harry toma mi mano y me ayuda a tirar la bola, esta derriba todos los bolos que se encuentran al final.

—¡Yaaaay!¡lo hice! —grito— bueno...lo hicimos.

Harry ríe de nuevo, como si mi acto inmaduro lo hiciera feliz. Un silencio se forma entre nosotros y éste comienza a acercarse lentamente, no pretendo detenerlo, deseo ansiosamente probar sus labios rosados. Justo cuando está a unos pocos centímetros de mis labios, se detiene, desesperándome por dentro, ansiosa porque termine con el corto espacio que queda entre nosotros.

Cuando por fin lo hace, disfruto el beso, deseando que nunca termine, deseando que él lo esté disfrutando tanto como yo. Luego se aparta de mí y sonríe, com esa sonrisa angelical propia.

—¿Por qué hiciste eso?¿Detenerte?
—Cuando debes esperar por algo, eso solo te vuelve más ansioso por ello, lo mismo pasa cuando besas, cuando te detienes, solo a unos centímetros, te imaginas que será el mejor beso de tu vida, cuando puede que solo sea uno igual al resto.

Asiento durante unos segundos.

—Y...¿qué tal?
—Fue, con certeza, uno de los mejores
—¿"Uno" de los mejores?
—Claro, tendrás que darme muchos más si quieres una opinión exacta.

Ambos reímos.

—Supongo que tendré que hacerlo.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2017 ⏰

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