Capítulo #9

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Miro como sus ojos se cierran lentamente a medida que se acerca más y más a mí, siento su olor a gel y cigarrillos, cualquiera pensaría que es una muy mala mezcla, pero al percibirlo resulta embriagante.

Justo cuando ya puedo rozar sus labios, mueve su cabeza hacia arriba y mira hacia el cielo, da un largo suspiro y se aleja, esconde sus manos en los bolsillos de su chaqueta marrón y mira a cualquier lado, menos a mí.

—Sería mejor que nos fuéramos a casa —sugiere.

¿Qué demonios ha pasado? Estaba a punto de besarme ¿por qué se aleja? Estoy molesta, muy molesta, pero no puedo demostrarlo frente a él porque sería idiota decirle que estoy molesta porque no me haya besado. Presencio nuestro apartamento frente a mí y, aunque el camino a sido el más largo de mi vida ya que ni siquiera intercambiamos una palabra, estoy aliviada de llegar a casa, estamos frente a la puerta de mi apartamento, busco las llaves en mi bolso mientras él mira fijamente el suelo.

—Puedes pasar si quieres —sugiero por amabilidad.

Recuerdo que mamá no estará en la ciudad hasta mañana debido a su trabajo y es cuando me doy cuenta de lo mala idea que ha sido inventarlo a entrar.

—No, gracias, ya es tarde así que mejor me voy.

Abro la puerta y me encuentro con el rostro de Bart sentado en el sillón, éste se levanta al vernos en la puerta y se queda esperando que Harry se despida.

—Bueno...debo irme, buenas noches —se acerca a mí y me besa muy cerca de los labios.

Trato de no reaccionar exageradamente y me despido de él, al voltearme, me encuentro con un Bart que me mira fijamente esperando escuchar la puerta del apartamento de Harry cerrarse para bombandearme de preguntas.

—Cállate o te juro que le diré a todos que te llamas Bartolomé —digo tirando mi bolso al sillón para luego tirarme sobre él.
—¿Qué demonios fue eso?¿Sales con el demente de al lado?
—¡No! —grito— solo...me acompañó a casa hoy, un hombre extraño me estaba persiguiendo y él...digamos que me salvó la vida.
—Rayos, qué intensidad —dice y no puedo evitar soltar una risita.
—¿Y tú qué haces aquí tan tarde?
—Bueno, quería hacerte una invitación pero estoy muy cansado y tengo que procesar el hecho de que estás teniendo sexo con tu vecino.
—¡Claro que no! —grito mientras río sabiendo que lo ha dicho de broma— ni siquiera nos hemos besado aún.
—Aún —dice y abro la puerta— hasta luego principessa —besa mi frente.

Cierro la puerta y escucho los pasos de Bart perderse en el pasillo, hace demasiado frío así que trato de encender el gladiador para tener un poco de calor aquí. Son las 12:45 a.m. y estoy tratando de hacer chocolate caliente para mí, es viernes, mañana no hay trabajo, así que qué más da, enciendo el canal de noticias y visualizo un chico muy parecido a Harry cuyo nombre es Dylan Cox, el titular menciona que ha sido atrapado por intento de homicidio y está en la cárcel, noticias como ésa me deprimen y no quiero deprimirme hoy así que cambio de canal y están pasando una novela, no soy la clase de chica apasionada por las novelas, en realidad nunca he visto una completa, simplemente me quedo viéndolas cuando paso de canal algunas veces.

Veo como un hombre alto y apuesto besa a la protagonista tan apasionadamente que juraría que lo hacen de verdad. En ese momento veo a Harry entrar por la puerta, se acerca a mí y me besa sin más, sus manos viajan por mis caderas, mi cintura y demás, recorriendo cada centímetro de ella, me guía hasta el sillón y me acuesta sobre él sin parar de besarme, da pequeños besos en mi cuello que me hacen arquear la espalda sin poder separarme de él.

Cuando abro los ojos, solo estoy yo, ahí sentada, viendo una novela, no hay Harry, no hay beso, nada, solo fue una fantasía.

¿Qué demonios?¿Ahora tengo fantasías con Harry?

"Ha de ser por la novela" —me digo a mí misma.

Me dirijo al baño para lavarme la cara y así despertar de mi loca fantasía, es algo que nunca pasará, yo, Harry, juntos, no es algo que tenga posibilidades de funcionar ni mucho menos, somos personas muy distintas, él es un demente y yo soy una persona que se preocupa demasiado por su aspecto y por lo que los demás digan de ella, mientras que a él no le importa un comino, yo envío lindos mensajes, el envía golpes, yo amo las poesías, él ama ver la cara de su enemigo tirado en el piso casi muerto, yo amo el agua, él ama el fuego.

Me dirijo al baño para ducharme antes de quedarme dormida en el sillón, al salir, tardo unos minutos en mirarme al espejo, viendo esas diminutas casi inexistentes curvas, que jamás seran tocadas, esos labios, que jamás serán besados, esa sonrisa, que hace años se perdió y no creo que regrese, tantas cosas que he perdido y tal vez nunca obtenga de nuevo me hacen pensar que Harry tal vez fue una señal, y el día de hoy me lo ha dejado claro, tal vez Harry fue una señal mandada para hacerme sentir segura, tal como me sentí hoy, al fin y al cabo, yo también he sido una señal para él, ¿debería arriesgarme con Harry? Sin duda sería algo loco pero ¿debería?

Me miro una última vez en el espejo y sonrío para mí misma, preguntándome con fervor ¿quién será el primero en tocar este cuerpo?¿quién será el último? Nunca había tenido relaciones con nadie y, aunque estaba rodeada de chicas que se acostaban con el primero que tocara su puerta, nunca sentí la necesidad de hacerlo, nunca tuve una fantasía, nunca tuve un amor de niños, nunca sentí que alguien pudiera ser lo suficiente importante como para cambiar mi estado de ánimo, pero mi fantasía de hace rato me ha dicho lo contrario, y la sensación en mi estómago que sentí cuando Harry estuvo a punto de besarme esta noche, también contradice mis palabras.

¿Será lo que creo que es?

Holaaaaa!
Quería agradecerles por sus votos y comentarios, son hermosos ❤️ gracias por leer la novela, espero que les guste 💙

—Alice xx

Demente (h.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora