El teléfono de la casa sonaba sin parar, ya había sonado 3 veces. Claris estaba en el patio de su casa tendiendo la ropa recién lavada. Ella no se había percatado del insistente sonido del aparato. Entró a la casa tarareando una pegajosa canción y fué a buscar más ropa a la lavandería que estaba en una especie de habitación pequeña, donde podía guardar los utensilios de aseo. El teléfono comenzó a sonar nuevamente, con esa completando las cuatro veces de llamadas perdidas.
Claris caminó rápido hacia este y se apresuró para contestar. El número era desconocido y eso le preocupó. Aquel número solo lo tenían ciertas personas.
— Hola, habla Claris Lerman. — ella contestó muy segura.
— Buenas tardes Señora Lerman, soy él Director Peter, llamo desde la escuela de Anna...— dijo él mientras observaba a la pequeña que en ese entonces, se encontraba sentada en una silla fuera de la oficina, su cabeza estaba agachada y su rodilla raspada. No se movía y eso le preocupaba. Si no fuera por que mecía sus pies levemente, él pensaría que ella estába desmayada o algo parecido.
Por otro lado Claris, al escuchar que era él director de la escuela, cerró los ojos con fuerza. Esta no era la primera vez que llamaban. Sintió una gran preocupación por su pequeña hija. El colegio llamaba solo en casos muy graves.
— ¿Le sucedió algo a Anna?. — preguntó preocupada.
— No es eso...bueno, la verdad es que la llamaba para citarla a una charla hoy en la tarde. Estoy muy preocupado por la situación de su hija...— fué interrumpido.
— ¿Situación? ¿A que se refiere con "situación"? Sea claro y sincero por favor, ¿Le pasó algo a Anna?.— preguntó insistente, apuntó de entrar en un ataque de nervios.
— Señora Lerman, Anna tuvo una especie de ataque de pánico hoy en la sala de clases. No quiero ser descortés, pero me gustaría hablar esto con usted personalmente. ¿Puede presentarse en mí oficina después del horario de clases?. — dijo él director lo más calmado que podía. Varias veces le pasaba que llamaba a la casa de algún alumno y sus madres se ponían histéricas.
— Claro... allí estaré. — respondió y colgó. En ese minuto no le importaba ser descortés, solo quería saber que le había pasado a su pequeña hija.
— ¿Le paso algo a Anna?. — preguntó la madre de Claris sentada en el sillón frente a ella. Claris dio un pequeño brinco del susto, odiaba cuando ella hacia eso.
— Dios, mamá deja de hacer eso. — susurró ella con una mano en el pecho.
— ¿Te llamaron de la escuela?.— insistió la anciana omitiendo el susto que le dio a su hija.
— Si, tengo que ir a una reunión con él director. — dijo negando con la cabeza y pasando las manos desesperadamente por su rostro.
— Mi pobre niña, debe estar asustada. Ellos no pararan hasta conseguir la perdición de todos nosotros. Eso es lo que quieren lograr. —
murmuró la anciana mirando el ventanal de la casa.— No hables así, mujer. — espetó Claris y se paró del sillón.
— Tienes que aceptar la realidad Claris...— insistió la anciana. — Todos vivimos lo mismo...
— Ya basta mamá. — dijo Claris, tratando de conservar la poca calma que poseía y se acercó al teléfono.
— ¿Vas a llamar a tu marido? ¿Para qué? ¿Para que te diga nuevamente que Anna necesita un especialista? ¿Para que le diga que está loca?. Vaya hombre...
— Ya basta mamá, no me dejas pensar. Desaparece y dejame solucionar esto sola. — dijo Claris ya un poco molesta.
De pronto un silencio abordó la casa y solo así, ella suspiro cansada y se dirigió a su habitación.
ESTÁS LEYENDO
Luke
FanfictionAnna es una adolecente con un Don muy particular. Desde un principio fué tratada diferente y despechada por los demás. Nadie podía estar cerca de aquella chica sin sentir miedo o algo escalofriante. Hasta que su camino se intercepta con el de Luke...