Capitulo 24:

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El domingo decidí que era mejor salir un rato. No quería estar encerrada en casa y tener que ignorar a mamá por que sabía que a ambas nos dolía todo esto.

Beer había estado revoltoso últimamente y creí que era mejor salir a conocer lugares  por ahí.

Me puse mi chaqueta y un gorro de lana para tomar la correa de Beer y llamarlo. El perro, bajó las escaleras corriendo y me agache para enganchar  la correa  en su collar.

— ¿Saldrás?. — preguntó mamá  y yo asentí.

— Sacaré  a pasear a Beer. — dije en un tono de voz neutro. Ella bajo la mirada un poco apenada.

— Anna...

— Nos vemos después. — solo dije y salí de casa. No quería hablar nada más sobre aquel tema. No tenia sentido tratar de arreglar algo cuando ella no cedería  a cambiar de opinión y yo tampoco.

Caminé con Beer hacia  un parque y me senté por un buen rato. Beer se entretenía jugando en el pasto y corría por todo el lugar. Yo solo miraba un punto perdido en la nada, sin saber que pasaba por mi mente.

Senti mi teléfono vibrar  en mi bolsillo, pero supuse  que era mamá  así que no conteste. Pero al ver la insistencia lo tomé y vi el número.

Papá

Genial, lo que me faltaba. Rodé los ojos y contesté.

— Hola. — dije seria.

Hola Anna, ¿Como estas?. — preguntó desde el otro lado.

— Bien ¿Tú?

Mmm...bien...¿Como esta todo por allá? ¿Te ha gustado el pueblo?. — pregunto interesado. Claro que si.

— Si sabes que ya nos mudamos hace  bastante  tiempo ¿Verdad?. — rodé los ojos.

Lo se...solo es que...te extraño hija. Amanda quiere verte al igual que Elian. — dijo y pude imaginar una sonrisa en su rostro. Amada era la esposa de papá, una mujer joven y simpática, pero se que no le gustaba mucho mi presencia en su casa. Y Elian es su hijo, por más que papá me decía que él era mi hermano, nunca lo considere así. Supongo que papá había encontrado todo lo que no pudo ver en mi, en Elian. Él era un niño normal y sano, no como la estúpida y loca de su hija mayor.

— Ahh...pues, saludos a ellos. — omiti el Te extraño.

¿Vendrás a San Francisco algún día?. — trató de sonar divertido pero era obvio que esto lo ponía nervioso.

— Quizás...no lo sé. — dije con la mirada pérdida en el pasto. Lo que menos quería hacer era volver a ese lugar.

Yo...mmm...bien, dile a tu madre que ya le he depositado el dinero. — suspiró. Yo en mi mente solo reí, ya me parecía raro una llamada de mi papá así de la nada. El dinero que le depositaba  a mamá todos los meses era un acuerdo que habían quedado después del divorcio, papá tendría que ayudar a mi mamá con dinero para mi y mis estudios. Por otra cosa no llamaría.

— Bien.

Genial, adiós Anna...cuidate. — dijo y corté.

Odiaba esto, mi padre no estaba interesado en mi para nada, aún  soy del pensamiento de que él solo busca desligarse luego de mi. Lo único que quiere es que entre en la universidad y después decirme "Adiós Anna" .

Sentí los ladridos de Beer en algún lugar del parque y lo comencé a buscar con la mirada. El estaba ladrando hacia un árbol y gruñia de vez en cuando. Me paré de mi lugar y caminé hacia el cachorro. Pero me dí cuenta de que le labraba a una pequeña niña, la cual estaba intimidada en el tronco del árbol.

LukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora