Capitulo 2:

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Me encontraba sentada en las gradas almorzando. Me resultaba vergonzoso llegar y sentarme en alguna mesa con algún grupo de estudiantes los cuales no conozco. Prefería estar en mi espacio, disfrutando de mi delicioso sándwich de jamón. Quizás otro día me de el animo para crear lazos amistosos en esta escuela.

Me coloque los audífonos y puse en reproducción aleatoria el álbum de Green day, mientras miraba hacia el campo de fútbol el cual estaba solo. Todo estaba bien, hasta que a lo lejos vi al rubio caminando hacia las gradas.

Dios, hasta para caminar es condenadamente sexy.

Me acordé de lo sucedido en clases y rápidamente tome mi teléfono para ver mi rostro reflejado en este. Tenía que buscar algún defecto en mi pálido rostro. Por lo visto no tenía nada así que bajé lentamente el teléfono y lo guardé.

El rubio llego a las gradas y me vio. Si, me vio. Y no simplemente eso, comenzó a subir lentamente hasta llegar a mi lado y sentarse. Lo miré lentamente he intente sonreír.

Se amable.

- Oh por...- dijo y luego tapó su boca con su mano.

Ehh...¿Que?

Me miró otra vez y no pude evitarlo, me corrí un poco de su lado. Su actitud me causaba un poco de extrañeza. Digo, no es normal llegar el primer día y que tu compañero de puesto te mire sin... disimulo.

- Mmm...¿Necesitas algo?- dije insegura y apreté mi sándwich un poco más hacia mi. Si me quería robar mi almuerzo, lo golpearía.

- Joder...- chilló y soltó una risa un poco...¿loca?. Que demonios le pasaba a este chico. - Es...es que tú... Dios...tú me estas hablando...¡a mi!. - se acercó mucho más a mi rostro y lo examinó por completo.

Bien, es hora de correr. Tira tu comida y cuida tu virginidad.

- Seeeh...te estoy hablando. - sonreí forzadamente. - ...A ti. - me alejé un poco más y al parecer él lo noto.

- Lo siento...es que...es que normalmente esto no me pasa muy seguido. - dijo mientras jugaba con el arito en su labio.

¡Olvida tu virginidad y lánzate a él!.

- No te preocupes...A mi tampoco me pasa esto...mmm...todos los días. - sí, nunca un chico actuaba así de extraño conmigo.

- Soy un idiota, lamento mucho si te llegue a asustar...yo...

- Hey, no importa. - sonreí.

- Soy Luke Hemmings. - dijo extendiendo su mano.

- Anna Lerman. - sonreí y estreche su mano. Al momento de que estas hicieron contacto no pude evitar dar un pequeño saltito en mi lugar. - Joder, ¿No tienes frío?. - él frunció el seño y me miró confundido, pero luego respondió.

- Después de un tiempo te acostumbras. - sonrió. Y no mentía, si vivías en este lugar, tu cuerpo se adaptaba al frío de manera sobrenatural.

- Yo tengo mucho frío. Pero tengo las manos calientes, ven. - dije y tomé su mano para luego intentar calentarla con las mías.

Buena manera de tomar la mano de un chico eh.

- ¿Eres nueva verdad?.- preguntó y su mirada era igual de penetrante como en la mañana.

- Sip. - asentí.

- Genial...- dijo y me sentí diminuta nuevamente ante su mirada. ¿¡Por que me miraba tanto!?.

- Si. - sonreí y bajé la cabeza avergonzada. Deja de mirarme, deja de mirarme, deja de mirarme. - ¿T-tengo algo en el rostro?.- dije con las mejillas rojas.

LukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora