03.

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Esa noche Jen leía nuevamente su libro. No le contó a su amiga lo que había pasado porque seguramente la llamaría loca y le diría que todo era por esos libros que acostumbraba leer. Aunque para su amiga, e incluso su propia madre, resultara absurdo lo que había en esos libro, para ella no.

Si había algo en lo que Jen creía, era en seres con fuerza inhumana. Ella creía en los ángeles.

Al día siguiente, V no se presentó a la clase de historia. De hecho, no se presentó a ninguna.

—¿Sabes algo de él? —Preguntó Rose comiendo un poco de su ensalada.

—¿Por qué habría de saber algo?

—No lo sé, son compañeros así que...

—Pues no —la interrumpió Jen—. No sé nada. Ahora come tu ensalada.

Después de dos días en los que Jen se sentaba sola en la clase de historia, por fin V volvió a aparecer.

—Oye, tu compañero volvió —murmuró Rose al verlo sentado.

Jen lo miró desde la entrada y se detuvo un momento.

—¿No vas a entrar? —Preguntó su amiga tomándola del brazo y la metió junto con ella.

—Hola —saludó V cuando Jen se sentó a su lado.

No estaba segura si la miraba o no ya que nuevamente usaba lentes de sol.

—¿Por qué usas lentes aquí adentro?

—Si te molesta me los puedo quitar.

Se puso los lentes sobre la cabeza y le sonrió como nunca, se estaba portando de lo más amable con ella.

Su sonrisa prácticamente mostraba todos sus dientes y hacia que sus ojos rasgados se cerraran casi por completo. Era una sonrisa más que hermosa. Era encantadora.

El día que lo conoció pensó que era algo tímido, más bien, reservado. Después pasó de amable a un completo idiota aquella vez en el museo, ahora era un chico, ¿encantador? En fin, era muy extraña su forma de ser. Eso sin contar la vez en la que según ella, él la siguió a casa.

—¿Y por qué no habías venido a clases?— Preguntó Jen cuando al fin pudo reaccionar.

—Salí de la ciudad por unos problemas.

—¿Qué clase de problemas?

—Eso, señorita Stone, es un secreto.

V sonrió levemente y miró hacia el frente, dando por terminada la plática.

—Sobre lo que pasó...

—Buenos días chicos —habló el profesor de anatomía al entrar y Jen le prestó atención—. Su profesor de historia no vendrá así que yo usaré su hora.

—Pero, profesor —dijo un chico de la parte de atrás levantándo la mano—. No todos tenemos clase con usted.

—No importa. Sólo los pondré a hacer unas actividades. No se muevan de sus lugares, les pasaré una hoja y la llenarán con su pareja de asiento.

Jen miró incómoda a V, quien en ningún momento le prestó atención.

—Es un simple formulario —dijo el profesor mientras repartía las hojas a los de adelante—. Deberán de tomar el pulso de su compañero conforme las indicaciones escritas y llenarlo. ¿Quedó claro?

—Sí —respondieron todos.

—Yo...

—No —la interrumpió V—. Yo tomaré tu pulso.

Vlood [Kim Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora