Vlood [Kim Taehyung]

11.

V, Jen y Rose se encontraban sentados en la cafetería.
Luego de un rato, Rose se retiró ya que tenía club de lectura.
Jen tenía un ramo de uvas en su plato y una botella de agua al lado de su charola.
V estaba frente a ella viendo cómo leía sus libros, que según él, eran aburridos y puras mentiras.

—¿No tienes nada más qué hacer que verme leer? —Preguntó Jen sin quitar la mirada de su libro.

—No —respondió V—. ¿Y tú? ¿No puedes dejar eso y hacer otra cosa?

—¿Otra cosa? —Jen cerró el libro con cuidado de no perder la hoja donde se había quedado—. Ok, hagamos algo.

—¿Qué quieres hacer?

—Ya sabes...

—Jen, no —dijo V al instante.

—Es la última pregunta —Jen juntó sus manos y cerró sus ojos—. Te lo juro.

—¿La última? Ah... —V suspiró y llevó una mano a su cabeza—. Está bien.

—¿Cómo te conviertes es vampiro? ¿Con una mordida?

—No —respondió sonriendo.

Parecía que le agradaba responder esa pregunta.

—La mordida es sólo es para extraer la sangre, para beber —dijo alzando sus hombros—. Para convertirte es necesario ingerir sangre justo antes de morir, o que el vampiro te inyecte su veneno directo en las venas.

—¿Cómo hacen eso?

—Dijiste que esa era la última —V se cruzó de brazos y le sonrió a Jen.

—Por favor.

—Es igual que al morder, sólo no extraemos sangre sino lo contrario.

—La transformación, ¿duele? —Jen siguió con sus preguntas.

—Todos tus músculos son contraídos al mismo tiempo. Tu sangre comienza a bombear por todo cuerpo de tal manera que hace explota tu corazón para hacerlo latir nuevamente. Además, el sol podría matarte. ¿Tú qué crees?

—¿Tú viviste eso? —Preguntó asombrada.

—No. Yo nací así, mis padres eran vampiros.

—¿Los vampiros pueden tener hijos?

—Te dije que no somos tan diferentes a ustedes.

—No, claro —dijo Jen sonriendo y alzó una ceja—. ¿Y tus ojos? ¿En verdad eran negros el día que te conocí?

—Así es. Al principio los ojos son rojos, después de unos días cambian a color miel para permanecer así.

—¿Todos los vampiros tienen ojos color miel?

—En su mayoría —respondió y se acomodó en su asiento—. Algunos conservan su color natural o incluso unos permanecen con ojos rojos.

—¿Y negros? ¿Por qué se ponen de color negro?

—A la hora de cazar. Cuando tenemos hambre, cuando nos molestamos.

Por un momento Jen sintió que la sangre dejo de circular por su cuerpo. Estaba congelada al oírlo ya que él los tenía así el día que lo conoció.

—Ya te lo había dicho —continuó hablando V—, siento un deseo inexplicable por tu sangre Jen.

—¿Me harías daño?

—Lo haría, y de muchas maneras.

De los labios de V salió una sonrisa casi invisible y suspiró.