07.

17.7K 1.7K 370
                                    

—Suéltala.

Jen abrío los ojos y vio a V parado a un lado de ella.

—Dije que la sueltes —repitió calmado.

—No te metas niño —le dijo el tipo.

V tomó su mano y lo apretó de tal manera que el sujeto perdió fuerza y comenzó a quejarse.

—No quiero lastimarte, amigo —dijo V, sin perder la calma.

Tan pronto se pudo liberar Jen, se movió de ahí y fue corriendo hacia la salida. Estaba nerviosa, las piernas le temblablan y estaba muy agitada.
Tan pronto comenzó a bajar las escaleras perdió el equilibrio, V la sostuvo del brazo y la ayudó a salir.

—¿Estás bien? —Le preguntó pero ella no respondió—. ¡Jen!

—Tonto —murmuró ella.

—No debiste venir sola. ¡No debiste venir a este lugar!

—¿No? —Jen alzó la mirada y le dio un golpe en el pecho—. ¡¿Quién me dijo que viniera?! ¡Eh!

—No creí que lo hicieras. Además pudiste haber vuelto a llamar.

—¡Te lo dije! ¡Te lo dije! —Volvió a golpear su pecho —varias veces—. Te pedí vernos en otro lugar. Por tu culpa él, ese tipo de ahí adentro...

Sus golpes fueron perdiendo fuerza y sus lágrimas cayeron por sus mejillas.

V la tomó del cuello y la pegó a su pecho, pensando en el peligro que ella corría con él a su lado.

La subió a su coche y la llevó a su hogar. Al llegar a llevó hasta la puerta de su departamento.

—¿Quieres... quieres entrar? —Le preguntó Jen mientras introducía la llave en la ranura.

Él lo pensó un momento y miró la puerta del departamento de Rose.

—¿Estarás sola? ¿No habrá visita?

—¿Por qué lo dices?

—Pues resulta que dormir en tu cama me pareció agradable. Pero no me gustaría que me plantaran nuevamente —dijo cruzando los brazos.

—Descuida —habló Jen abriendo la puerta—. Y lo de dormir en mi cama... Eso no volverá a pasar.

Entraron y Jen dejó sus llaves en la mesita de la sala. Se dirigió a la cocina y asomó la cabeza viendo a V.

—Necesito un té, ¿tú quieres algo?

—No —le respondió V desde el sofá.

—Bien.

Puso a hervir el agua y después de unos minutos preparó su té.

Tomó asiento, puso su té en la mesa y con sus uñas golpeaba la tasa. Estaba nerviosa.

—¿Por qué fuiste a ese lugar? —Le preguntó V.

Pegó un pequeño brinco en su asiento al escucharlo. No lo notó entrar.

—Me asustaste —dijo Jen con una mano en su pecho.

—¿No tenías idea de lo peligroso que es ahí? ¿En verdad te interesas tanto en mí?

—¿Qué eres? —Preguntó directamente.

V sólo sonrió.

—¿Qué clase de pregunta es esa?

—Tú eres extraño. Lo sé.

—¿Por qué lo dices? —V tomó asiento frente a ella y se recargó en su asiento.

—Aquella vez, tú no estaban a mi lado. ¿Cómo fue que me salvaste?

V sonrió y sólo se limitó a escucharla.

—Y además —prosiguió Jen—, estoy segura de que esa vez bajo la lluvia eras... Eras tú.

—¿Y qué más? —Preguntó V burlándose.

—La vez que fui a buscar a Rose, ¿por qué llegaste de repente? Igual hoy. Parece que me sigues...

—Vaya, creo que sabes más de la cuenta... Y no me gusta.

Jen soltó la taza y derramó el té en la mesa. Tragó salvia y se levantó para sacar un limpiador de un cajón.
Tan pronto lo cerró y giró miró a V tan cerca de ella que intentó retroceder pero sólo se encontró con el mueble de su cocina.

—¿Tienes miedo? —V prácticamente respiraba sobre los labios de Jen.

—Es extraño —le dijo mirándolo fijamente a los ojos—. Pero no. No tengo miedo.

—¿Estás segura?

Jen tragó saliva sin dejar de mirarlo y asintió lentamente.

—Yo puedo hacerte daño —dijo V.

—No creo que lo hagas.

—Eso ni yo lo sé.

V acercó sus labios al cuello de Jen, ella por instinto cerró sus ojos y mordió sus labios.

Él respiró por todo su cuello hasta llegar a sus labios.

—Debería irme —murmuró sobre los labios de Jen.

Ésta abrió los ojos rápidamente y vio a V caminar hacia la salida.

—Nos vemos, compañera —se despidió al abrir la puerta.

En cuanto la cerró alguien llamó a la puerta y Jen corrió a abrirla.

—Rose —dijo sorprendida.

—¿Qué pasa? ¿Esperabas a alguien más? —Preguntó mirando a ambos lados del pasillo.

—No. Pasa —dijo haciéndose a un lado y la dejó pasar.

Más noche, cuando su amiga se había retirado, entro a su habitación y se recostó sobre su cama.

Recordó lo sucedido con V y sonrió.

Pasó sus dedos por sus labios y de inmediato sintió un calor invadir su cuerpo.

Definitivamente estaba segura de dos cosas.

Una; V no era alguien normal. Y dos; ella sentía algo por él.

Vlood [Kim Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora