«Ser líder era lo correcto, pero empecé a perder».
La pérdida era la peor sensación, mucho más la pérdida de un ser querido. A pesar de todas las actitudes negativas que Qizil'Semser poseía, y mostraba sin recelo en sus acciones, Frank seguía queriendo a su amigo pues siempre lo recordaría como el primero en acercarse cuando llegaron a la prisión. Muchos de los petunes se preguntaban cómo un líder tan serio y correcto como Frank podría haber designado como su mano derecha a un ser tan impulsivo y no meditativo.
Y era sencillamente por ese saludo cuando llegó a su celda con su hermana. —Podemos soportar este infierno —le había dicho al ver a Frank llorando—, sé que no es fácil.
Y no lo era. Su madre había muerto y en ese momento le fallaba a su hermanita. En medio de los árboles recodó aquello y lloró por su amigo. Por lo que habían vivido juntos y por lo que no habían vivido. Cerró la pata en un puño y golpeó un árbol mientras lloraba, algunas aves volaron de este. Su desesperación y frustración se notaban; para un petún la derrota era deshonra y la huida peor; si tan solo hubiera matado a ese Hijo de Roble, por todas las vidas petunas que se cobró, no estaría a puertas de lo que se avecinaba.
Pero no... Tenía que controlarse, mostrar ser mejor y no un impulsivo para que los habitantes de Centraria se mostraran afines a su causa. La búsqueda de su nuevo hogar.
Pronto se detuvo nuevamente entre los árboles, mientras cada momento de su batalla individual con el Hijo de Roble se repetía. Solo recordaba la excitación y la sed de sangre que surgía con cada golpe de su espada larga. Pero todo llegó a ser mayor cuando las tres espadas empezaban a intercambiar fuerzas unas con otras, pasando sentimientos: ira, odio. Pero también nobleza y por último impenetrabilidad.
Y eso había quedado. No debía ser débil.
Y tampoco debía de ser malo; pero, siempre existía ese impulso latente en todo ser de Escorpio, ese impulso que lo llamaba a ser malo; muchos lo adjudicaban a la cultura de anarquía y guerras que el continente vivió en su génesis, pero varios estudiosos e historiadores en magia, adjudicaban esto a los creadores de las especies en Escorpio: los demonios. Por ello también dejó al hombre, por miedo a lo que él podía convertirse si probaba la sangre siguiendo, una vez más, a sus impulsos.
Saltó escombros, pisó la arena con los pies descalzos. Pateó rocas y sintió la brisa en su rostro y pelaje y se sintió tranquilo y vivo al pisar aquella tierra; era muy distinta a la de su tierra, esta le hacía sentir purificado, en Escorpio el mismo ambiente te hacía sentir presionado; pero, en aquellas instancias era imposible mantenerse tranquilo, pues era consciente de que estaba escapando y de que la derrota que dejaba a sus espaldas conllevaría a una sanción, como contaban ciertos mitos, nada digna de vivir.
Los petunes llegaron a donde estaba Frank, todos cabizbajos empezaban a pensar en el deshonroso acto de su líder, hubiera sido normal que miraran con reproche a Frank; sin embargo, lo observaban con buenos ojos y sin juzgarlo, varios pensaban que era para hacerlos sobrevivir. No había asomo siquiera de lo que en realidad pensaba el petún.
Pero que estuvieran allí para él lo hicieron sentir seguro de lo que estaba haciendo. Y haría lo que mejor hacía: correr, cazar. Fue como un rayo y trepó los altos árboles gurianos, cada rama era una posibilidad y fue agradable que los petunes también subieran de la misma manera. Como en los viejos tiempos.
Entonces vieron a una mujer cabalgando a un gran león blanco, llevaba el pelo de un rubio casi blanco desparramado sobre la espalda, su cuerpo curvilíneo hacía que la mayoría de los petunes bajaran la guardia, pero lo que llamaba atención de Frank era en donde estaba montada. Levantó el brazo y esperó unos segundos, la elfina levantó su pelo y formó una cola con este, Frank se dio cuenta de que no se trataba de una mujer como pensaba; sino que en realidad era una elfina... fría, simplemente dejaron que continuara su camino, aunque esto no gustara a los suyos. Los elfos no eran todavía su objetivo y estos podrían ser un gran aliado o un potente enemigo, por ello toda acción contra ellos sería un problema.
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Pesadillas - Las Danzas del Verano (Ahora Sueños Vacíos - Profecías 1)
FantasíaPrimera versión de "Sueños Vacíos - Profecías 1" La nueva versión, con más capítulos y enriquecimiento de la trama la estoy subiendo en mi perfil Miedo, todos los hombres tienen miedo, incluso de los que en el valor se han forjado. Todo hombre sueña...