CAPÍTULO 3

1.2K 58 21
                                    

Subirme al maldito árbol no había sido difícil; aquel campamento de exploradores al que mi tía Gabby nos había apuntado a Bruno y a mí con 7 años por fin era útil. Lo difícil era averiguar como mierda iba a abrir la ventana, que estaba a metro y medio, sin romperme la crisma.

De repente se encendió la luz, y recé porque no fuera la familia del chico del avión.

-¿Qué haces aquí?-preguntó alguien.

Abrí los ojos y suspiré al ver al muchacho de ojos oscuros que me miraba con una sonrisa divertida.

-Mmm...hola-dije. Mierda, bien hecho cerebro. Puff...

-Hola-dijo riéndose.-Bonito pijama, por cierto-añadió.

Me miré la camiseta rosa de un búho que utilizaba para dormir junto con una mayas moradas y resoplé.

-Muy gracioso-mascullé, pero no pude evitar que se me escapara una sonrisa.-Me alegro de que sea eso lo que te preocupe y no de que sea una acosadora.

-¿Bromeas?-preguntó él incrédulo.-¿Quién no se ha subido nunca a un árbol para conseguir algo que no tuviera nada que ver con el acoso?-joder, parecía que lo decía en serio.

-Eres un delincuente-dije riéndome.

-Habló la indicada-dijo él sonriendo.-No soy un delincuente, sólo me gusta pasarlo bien y hacer bromas. Mis amigos piensan que soy un loco-concluyó con una carcajada.

-Algo me dice que vamos a ser amigos-bromeé.-Me caes bien.

-Rt-dijo.-¿Y puedo preguntar qué haces aquí, Chica Búho?

-Tienes algo que es mío-acusé con un poco de dureza.

-No tengo ni idea de lo que hablas-dijo el muchacho con aparente inocencia. Confirmado, era bueno, pero yo era mejor.

-Mi colgante-dije.-Se me cayó esta mañana en el aeropuerto y-me faltó el aire al ver que no reaccionaba.-Porfavor, es muy importante para mí.

Lentamente, él sonrió, se llevó las manos al bolsillo y sacó mi colgante. Bendito sea.

-Había pensado quedármelo, pero creo que no sería bueno tenerte como enemiga-dijo tendiendomelo.

-Oh, Dios, gracias. Te debo una, de verdad-dije asiéndolo y poniéndomelo. ¿Desde cuando soy tan agradecida? Ah, si, desde que ese chico me había devuelto mi objeto más importante.

-¿Puedo saber tu nombre por lo menos, o prefieres que te siga llamando Chica Búho?-preguntó con la jodida sonrisa.

-Bri Jones-dije tendiéndole la mano.-¿Y tú?

-Yo soy Dylan O'Brien-dijo el muchacho, que por fin tenía nombre-, y a mí también me gustaría que fuéramos amigos. Después de todo, vamos a compartir internado.

                                                                                 &

-Joé, Bri, ¿dónde estabas?-preguntó Bruno mientras me ayudaba a entrar.

-Lo tengo, Bruno, lo tengo-dije triunfal, señalando mi cuello, de donde colgaba otra vez mi amuleto.

-Fenamenal, hermana-dijo chocándome la mano.-¿Y te has hecho amiga de Dylan?

-Sip-asentí mientras me sentaba-, y también he averiguado algunas cosas.

-¿Cómo qué?-preguntó mi hermano sentándose a mi lado.

-Como que va a ir al querido internado donde me quieren encerrar a mí, y que es igual a mí.

Nunca digas sí a la primera (Thomas Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora