CAPÍTULO 27

511 33 1
                                    

-¿Estás seguro?-pregunté.

-Sí-contestó mi hermano.-¡Porfavor, no se lo digas a nadie!

-No veo por qué deberías esconderlo, pero en fin-dije yo.-Tú decides.

-Espera, ¿no te has enfadado, avergonzado ni disgustado?-preguntó Bruno asombrado.

-¿Por qué, porque no te gustan las tías?-reí yo.-Eres mi hermano, Bruno, no te voy a dejar de querer menos porque te gusten los chicos.

-Eres la mejor hermana del mundo, Bri-rió mi hermano, y sonó aliviado.-¿Te lo han dicho alguna vez?

-Sí, alguna que otra-sonreí.-Te dejo, que por aquí tenemos ciertos problemillas.

-¿Todo bien?

-Ya te contaré, tato. Un beso.

-Otro para ti-y colgó.

Yo sonreí mirando al teléfono. A mi hermanito le gustaban los chicos, ¿quién lo hubiera pensado? Sacudí la cabeza y decidí centrarme en el problema de Hennie.

-¿Va todo bien?-preguntó Kaya cuando volví con el resto.

-Sí, perfecto-dije.-¿Sabemos ya algo de Hennie?

-Nada-negó Dylan.-Estoy preocupado; ¿qué coño estarán hablando?

-Ni idea, pero no podemos hacer nada si no sabemos donde están-dijo Ki.-Yo voto por buscarlos y...

-¡Hey!-Thomas se acercó a nosotros.-¿A qué vienen esas caras tan largas? ¿Y Cameron?

En 5 segundos le conté todo lo que había dicho Mabel.

-Joder, pobre Hennie. Tenemos que encontrarla. ¿Sabéis dónde están?

-Ni idea-negué yo.-Podríamos buscarlos primero por los dormitorios y después...

-No va a hacer falta-Will apareció delante de nosotros.-Me ha dicho Hennie que os avisara; piensa que tiene algo que contarnos.

-Pues vamos-dijo Ki.

-¿Tú sabes algo?-preguntó Kaya.

-Ni idea, no nos ha querido contar nada-dijo él.-Se ha quedado con Cam.

Andamos hasta una fuente, donde estaban apoyados Hennie y Cameron, que la abrazaba. Pero en cuanto nos vio, se incorporó y se secó las lágrimas que le quedaban.

-Hola, chicos-dijo saludándonos con voz rara.

-Hola, Hennie-dije, dándole un abrazo.

-Hey, linda, ¿cómo estás?-preguntó Dylan preocupado.

-He tenido mejores días-dijo ella, intentando sonreír.

-Tienes que respirar y tranquilizarte-le aconsejó Kaya.

-Lo que tengo que hacer es contároslo todo desde el principio, como debía haber hecho hace mucho.

Dylan se sentó al otro lado de Hennie, con Kaya encima de él, Will al lado de Cameron, y Thomas, Ki y yo en el suelo.

-Cuando vivía en otra ciudad-empezó Hennie-Mabel era mi mejor amiga, desde que teníamos cuatro años. Ella empezó a salir con chicos, a beber y a ir a fiestas muy pronto y, como era mi mejor amiga, la acompañaba. He llegado a emborracharme muchas veces, pero no lo he hecho nunca. Besé a muchos chicos estando ebria, pero eso de que le quité a su novio es mentira; a un tío con el que se había liado empecé a gustarle, pero ella se puso como una furia. Me dijo que la había traicionado, y me dejó de lado, y entonces entendí que todo lo que había hecho antes estaba mal. Después transladaron a nuestros padres y vinimos a este instituto, pero no he querido saber nada de ella ni ella de mí, y así espero que siga siendo.

Nunca digas sí a la primera (Thomas Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora