CAPÍTULO 37

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-¡Oh, Bri!

Miré hacia la puerta, y Ava se acercó corriendo y me dio un abrazo. Yo la correspondí, y sentí como lloraba en mi hombro suavemente.

-Gracias-me dijo.-De verdad, gracias por estar ahí por mi hermano.

Yo le apreté el hombro y le sonreí.

Mark y Tasha me dieron un abrazo.

-Cielo...-dijo Tasha, entre lágrimas.-No vamos a poder pagarte nunca esto...Los médicos nos han contado...que estuviste a su lado en el momento en el que casi se fue...gracias-y me volvió a abrazar.

-No es nada-dijo yo.-Voy a salir un momento para llamar a mi familia, y enseguida vuelvo.

-Muy bien-me respondió con calidez su padre.

Salí y me senté en una silla. Llevaba allí dos horas; le habían hecho a Thomas un montón de pruebas, extraído sangre...de todo, pero no me había separado de él ni un momento. Ahora mismo eran las siete, seguro que acababan de despertarse en mi casa, así que llamé al fijo.

-¿Hola?-pregunté.

-¡Bri, hija!-respondió mi madre.-¡Qué susto nos has dado! ¿Dónde estás?

-Lo siento, pero...me llamaron y-respiré antes de soltarlo todo-era de Thomas. Había venido para darme una sorpresa y tuvo un accidente-no paré al escuchar la exclamación de mi madre.-No ha pasado buena noche, está en el hospital Saint George, a una hora del internado.

-Ahora vamos para allí, tranquila-me dijo mi madre. Estaba a punto de cortar, pero me llamó:-¿Bri?

-¿Sí?-pregunté.

-Estoy orgullosa de ti-me dijo.

Yo sonreí y colgué. Respiré hondo y volví a entrar en la habitación, donde vi a Ava y Tasha sentadas en la cama a los lados de Thomas y a Mark de pie al lado de su mujer.

-¿Qué tal está?-pregunté.

-Bien, ha entrado un médico hace poco y nos ha dicho que todo parece estar en orden-me respondió Tasha.-Pero van a hacerle más pruebas, parece que se quedará un tiempo en el hospital.

-Joder-murmuré yo.-¿No se ha despertado?

-No, pero el médico dice que pronto lo hará-dijo la dulce Ava.

-¿Y qué van a hacer? ¿Se van a quedar?-pregunté a los padres de Thomas.

-No lo sabemos. Vamos a esperar a mañana para decidir-dijo Mark, y todos nos quedamos en silencio hasta que se oyó un barullo fuera. Salí para ver quién era, y alguien me cogió y me abrazó. Me tranquilicé al ver que olía a Dylan, y cuando mi amigo se separó, me fijé en el resto.

-¿Qué coño hacéis aquí?-pregunté.-¿Cómo os habéis enterado? ¿Alguien más lo sabe? ¿Qué...?

-Hecha el freno, pareces Correcaminos-me respondió Dylan.-Tu hermano nos avisó y hemos venido enseguida.

-¡Mi pobre Bri, lo mal que lo has tenido que pasar!-dijo Kaya, y me abrazó.-Tu hermano nos ha contado que él casi...

-Sí, Bruno es un buen bocazas-dije, y todos se relajaron un poco al ver que seguía siendo la de siempre.

-¿Cómo está?-preguntó Cam. Me fijé en que nunca lo había visto tan preocupado.

-Bien, eh...-no sabía ni qué decir.-Al parecer se va a despertar pronto, pero tendrá que estar en el hospital un tiempo para hacerle más pruebas. Ahora está con su familia.

-La tuya estará aquí dentro de nada-informó Ki.-Acaba de escribirme tu hermano por WhatsApp.

-El mío se ha quedado sin batería después de llamarlos-me encogí de hombros.

Nunca digas sí a la primera (Thomas Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora