CAPÍTULO 62

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-¡Venga, Bri! ¿Estás bien?-preguntó Kaya.

-¡Perfectamente!-les contesté.

-¡No sé qué les habrás dicho, pero espero que funcione!-me confesó mi amiga.

-¡Chicas!-nos llamó Hennie.

 Las tres observamos con el corazón en vilo cómo los del Tottenham se acercaban a nuestro campo. Si anotaban otra vez, ya no habría nada que hacer. Poco a poco, se iban acercando...y de repente, ocurrió. Will les cortó y se la pasó a Thomas, que junto a él se encontraba en la defensa. Él y Cameron se fueron acercando por el centro, justo como la estrategia que les había propuesto. Los del Tottenham ni siquiera se dieron cuenta que Ki y Dylan se encontraban a un lado del campo, y Fede y Alex en el otro lado.

 Intentaron arrebatársela a Thomas, pero Cameron le cubrió las espaldas, para que pudiera pasársela a Fede. Lo marcaron enseguida, pero un pase arriesgado a Alex evitó que la cogieran. Los del Tottenham avanzaron con rapidez, pero no tanto como ellos. Alex cogió impulso y se la pasó a Dylan, que corrió respaldado por Ki a toda velocidad. Y sin previo aviso, uno del Tottenham apareció y le cubrió. Dylan saltó y se la pasó a Ki que, de un rápido tiro, lanzó.

Y anotó.

 La grada pareció volverse loca. Kaya, Hennie y yo empezamos a gritar  y estaba segura de que me quedaría ronca. Sólo esperaba que se me quitara para el sábado, que teníamos la graduación. Sólo se veían bandera blancas y azules.

-¡Sí señores, el Scorssese ha marcado, gracias a la maravillosa táctica propuesta por Bri Jones!-Sierra parecía tener un torrente de vos, que no callaba ni un sólo momento.-¡Scorssese y Tottenham empatan!

Los del Scorssese se pusieron a saltar para celebrarlo. Me puse contentísima, pero aún quedaba lo más difícil; desempatar. Nuestros chicos ponían verdadero empeño, pero no lo conseguían, aunque tampoco los del Tottenham, que cada vez estaban más desesperados. En un momento dado, un desesperado del equipo rival saltó para robarle la pelota a Alex y le dio en el brazo. Alex soltó un gesto de dolor y se dejó caer. Hubiera dado en el suelo, sino fuera porque entre Fede y Ki lo sujetaron.

-¡Alex! ¿Estás bien, amigo?-preguntaba Dylan una y otra vez, pero Alex no respondía, sólo se le veía la cara de dolor.

-¡Falta! ¡Árbitro! ¡Esto es un ultraje!-Sierra estaba que echaba chispas.-¡El número 5 del Tottenham ha herido a Alex, de Scorssese!-el árbitro marcó penalti.-¡Penalti! ¡Quedan 12 segundos para que finalice el partido y el árbitro ha indicado penalti! ¡Pero parece que lo tirará Thomas Sangster, en lugar de Alex, debido a que se encuentra indispuesto!

 Los siguientes minutos fueron una locura. El médico le hizo un vendaje a Alex, que pareció encontrarse mejor. Se sentó junto al entrenador Payne en el banquillo y les hizo una seña con el pulgar de la mano buena.

 Los demás se habían puesto en piña. Se notaba a Thomas blanco, pero asentía a las palabras que le decía Ki. Cuando éste terminó, todos le dieron palmadas en la espalda y se pusieron a su lado lo más cerca que podían. La grada entera estaba en silencio, y no era por presionar, pero si Thomas la fallaba, empataríamos con el Tottenham y tendríamos que compartir la victoria.

 Thomas dio un par de saltos en el sitio para calmarse. Echó la cabeza hacia atrás y miró hacia la grada y, por un segundo, pensé que me miraba a mí, pero no podía seguir. Seguía enfadado conmigo y, por otra parte, yo tenía todavía muchas ganas de tirarle de aquel flequillo rubio.

 Tragó saliva y se concentró en el balón. Parecía haberse decidido y  se echó hacia  atrás para coger carrerilla. Dio un par de saltos más y echó a correr. Lanzó y todos nos quedamos mirando cómo la pelota volaba en el aire y, unos milímetros por encima del portero, entraba.

 El mundo parecía haberse congelado. Pero entonces, de repente, empezaron los gritos. Todos nos pusimos a saltar y a gritar. Kaya y Hennie se abrazaron mientras yo lloraba abrazada a un completo desconocido. Thomas empezó a correr hacia sus compañeros, que se tiraron encima de él. Alex salió corriendo y se tiró, incluso con el brazo en cabestrillo, encima de ellos. Mientras, Kaya, Hennie y yo salimos con esfuerzo de la grada y corrimos hacia ellos.

 Will estrechó a Hennie y Dylan empezó a darle vueltas a Kaya. Mientras, yo me abracé a Cameron, que se aferraba a mí muy ilusionado. Cuando me soltó, todo el equipo levantó a Ki, que sostenía la copa muy orgulloso. Cuando consiguieron bajarlo, miré a mis amigas muy feliz, y al verlas a ella me fijé en Thomas, que estaba abrazado a Isabella. Cuando se separaron, vi sus ojos brillar y se dieron la mano. "¿Por qué te sigues preocupando por él?", me dijo mi cerebro. No tenía ninguna respuesta sarcástica para aquello.

 Y de repente sentí que me elevaban. Cameron me tenía subida en su hombros, y Ki me pasó la copa mientras el entrenador Payne me hacía una foto con todo el equipo, y mis amigas.

-¡Eres una campeona, Bri! ¡Sin ti no lo hubiéramos conseguido!-exclamó Dylan, y me abrazó fuertemente.-¡Vaya con la Chica Búho, qué lección nos ha dado a todos!

-¿Sí, verdad?-exclamó Ki.-¡Bri, te debo esa tarta!

-Venga ya, Ki-les dije, muy ilusionada.-¡Verás cómo vamos a celebrarlo el sábado en Seventeen! ¡Seguro que hay ronda gratis para todos los del instituto!

-¡Pues decidido! ¡Después de la graduación, todos a Seventeen por la noche!-exclamó Ki.

-¡Ole, ole y un ole por mi meja!-gritó Dylan, eufórico.

-¡Estoy muy orgulloso de ti, Bri, que lo sepas!-exclamó Cameron.

 -¡Pues si me bajas ya, te dejaré que me des un abrazo!-reí.

Cameron obedeció, y los dos nos fundimos en un abrazo cariñoso. Al separarme de él, quise darle un beso en la mejilla, pero se movió y sin querer acabé dándoselo en la comisura de los labios. Él se quedó mirándome fijamente, y una sonrisa empezó a asomarle. Pero antes de que ninguno de los dos dijéramos nada más, Ki nos gritó:

-¡Vámonos a la pizzería del centro a comer! ¡A esta invito yo!

 Y así celebré el final de los exámenes y la victoria de la liga: con pizza, amigos, celosa de un chico del que no era nada y con su mejor amigo deseándome cada vez más.

Nunca digas sí a la primera (Thomas Brodie Sangster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora