-Bonita, ¿Preparada para el mejor sexo que hayas tenido en tu vida?- Fuera las palabras, arranca y nos vamos sin más preámbulos.
Apoya su mano en mi rótula y con su pulgar traza círculos hacia el lado interno de mis muslo, subiendo y bajando. Siento me respiración desfallecer, necesito tenerlo dentro de mi en éste preciso momento.
Un semáforo nos detiene cortando la onda verde, da media vuelta y voltea a mirarme. Antes que pueda reaccionar noto sus labios sobre los míos. Me debora con un hambre atroz. Como si tuviera hambre y mis labios fueran sus alimentos. Correspondo y lo tomo de su nuca y lo acerco todavía más a mí.
Comienza una lucha por quien toma el control de la situación. Su miembro bucal se introduce en mi boca y da guerra por dominar el mío y me dejo.
Siento como sus labios se comienzan a separa para que ambos tomemos un poco de aire por una décima de segundo para volver a retomar su faena, se vuelven a alejar mordiendo los míos.
Cuando el beso se iba a subir de tono, sentimos un claxon sonar con demasiada fuerza, nos reincorporamos, y avanzamos en un silencio incómodo a causa de la tensión sexual. Continúo mirando hacia la ventana y no giro mi cabeza en perspectiva de él porque sé que no tendremos ésta vez solo una bocina sonando, sino varias.
Aparca frente a un edificio muy mono, demasiado alto para mi pensar. Me mira y sonríe. Me toma la mano mientras que la besa y baja del auto. Abre mi puerta invitándome a bajar. Una vez en la acera entrecruza nuestros dedos y caminamos juntos. Saluda al portero asintiendo con la cabeza y vamos directos al ascensor.
Ahí coloca un código y me doy cuenta que cada piso tiene un código. Era de esperar. Edificios de ricachones.
Siento como el elevador comienza a subir. Nuestras miradas se cruzan en el espejo que tenemos enfrente y siento como intenta controlar su respiración. Este hombre tiene que ser un Dios en la cama o me muero ahí mismo de la decepción.
Entramos por una puerta de madera rústica y sin previo aviso nos fundimos en un beso salvaje llevado con un toqueteo de ambas partes por los dos cuerpos. Vengo esperando éste momento desde la mañana cuando aquél hombre me cabreo demasiado. Tengo tanto acumulado que necesito un polvo de relajación lo antes posible.
Me quita el bolso que tengo en el hombre junto con el saco, los tira al suelo. A este punto me importa muy poco lo que pueda pasar con ellos. Mi mente ésta concentrada en éste hombre y lo que pase con él.
Me toma de la cintura y me levanta los pies del suelo, sentándome en una isla en el medio de la cocina. Me estremezco al sentirla demasiado fría. Se ríe sin apartar sus labios de los míos.
Noto sus manos en mis muslos que cada vez avanzan más y más hasta llegar al final de mi corto vestido.
-¿Qué te parece si empezamos a quitarnos estorbos, bonita? -Pregunta con una voz llena de lujuria, demasiado ronca inclusive más que antes.
Le devuelvo la sonrisa, y me deshago del cierre del vestido. Me ayuda retirándolo por mi cabeza y se suma a la montaña de mis cosas en el piso.
-Mmmmm encaje, ¿Acaso he visto criatura más hermosa que tú en este mundo?. Porque si es así, no lo creeré hasta verla con mis propios ojos.- Declara con ternura.
Levanto los brazos, ya que no tiene la chaqueta puesta a causa de que se la quitó cuando entramos, le desabrocho botón por botón de su camisa y mientras se la quito la sumo al montón en el suelo. Luego sus pantalones acompañados de su bóxer Hugo Boss de color negro.
-Te quiero en mi cama, entre mis sábanas, entre mis piernas. - Expresa con urgencia en mi oído. -Pero antes, vamos a bajarnos el calentón aquí, luego te llevaré a la cama y verás a lo que me refiero.

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Sex Slaves [SIN EDITAR]
Fanfiction"¿Se dejarán amar o serán esclavos del sexo?" Advertencia: Esta historia presenta alto contenido sexual y lenguaje sucio, si quieres seguir leyendo o empezar a leer queda a responsabilidad suya. Prohibida su copia y/o Adaptación. Historia registrada...