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Kelsey P.O.V.

Como si fuese un absurdo sueño perdido entre horas de insomnio, diez días son los que conllevo sin saber de él.

Me cuenta encontrar el rumbo cuando mi mente se encuentra a miles de kilómetros, precisamente en una sola persona.

Justin en tan poco tiempo me ha mantenido en una montaña rusa de emociones y estas conllevan al nacimiento de los sentimientos. Por más que me aplique su fachada de tipo duro sus ojos me revelan una mirada triste, agotada que pide algo de paz pero supongo que somos dos almas demasiados rotas como para poder completar tan solo una.

No lo culpo. Sino a mí.

Quizás si mi vida fuese más simple o asemejada a la de él, si no llevara un gran peso de mi pasado sobre mí o si tan sólo mi alma se encontrara compuesta en una sola pieza permitiéndose amar aún cabria esperanza para lo nuestro.

Pero no. Me cansé de luchar, debía comenzar a razonar con mi mente y dejar atrás las debilidades que con lleva tener sentimientos.

Aunque por las noches cuando intento conciliar el sueño aquellas malditas palabras me remuerden la consciencia una y otra vez diciendo con una mirada feroz, tensa e increíblemente gélida:

"la prensa lo comerá vivo y tú serás una de las razones. Sé que eres una maldita caza-fortuna como todas las mujeres y él en estos momentos necesita a su familia, no a ti. Lo hundirás y quedará por siempre en tu consciencia que has sido tú quien lo arruinó en vida..."

En esos momentos cuando la culpa, la ira de saber que Justin es una gran persona a pesar de todo el dolor que pude causar tenga que pasar por esta mierda, la debilidad de no poder construir barreras lo suficientemente fuertes para que no se destruyan ante cualquier soplido pero sobre todo el sentir que nos fallé, me reavivaban y comenzaba a borrar los cientos de mensajes que le escribía cada noche de los cuales he enviado tan solo uno y por error. De modo que apague el móvil por cinco días y mi madre se reportó en mi casa creyendo que me había sucedido algo.

Sí, madre. Estoy muriendo por dentro pero ella no lo podía saber. Nadie.

Le pedí disculpas y como una cría me ordenó encenderlo frente a sus narices para dejarle asentado que respondería sus mensajes si prometía irse de mi apartamento.

Las noticias de aquél día confirmaban que hallaron culpable al padre de Justin por Homicidio Imprudencial en contra de Patricia Mallette, condenado a 65 años de prisión. El aparente viudo, ex pareja de Patricia, apareció en la pantalla mientras la sentencia era dictada en el juicio llorando y aplaudiendo mientras los guardias escoltaban a Jeremiah y entonces lo vi.

El juicio acabó y mientras los reporteros se abalanzaban por Klaus, actual viudo, y el pobre hombre daba unas últimas palabras a su fallecida esposa, Justin cruzó por detrás vestido absolutamente de negro con unas grandes gafas pero la prensa aun así lo reconoció. Su rostro se veía inflexible pero sus palabras fueron concisas y directas "demostraré que se equivocan, mi padre es inocente y aunque me lleve toda una vida no dejaré que se pudra en ese lugar abandonado por Dios". Sin más, su seguridad lo escoltó hasta su vehículo por lo que tomé la sabia decisión de apagar la tv pero la gran estúpida de tomar el móvil.

Y ahí se encontraba. Justin había respondido mi mensaje. Uno tan estúpido como "Hey, he encontrado tu corbatín esta mañana. Aún huele a ti –K"

Por lo que su respuesta consiguió a ser "Me alegra saber que aún la conservas. Puedes quedártela, si quieres... J-"

Volví a retar a la suerte "Gracias, aunque se ve mejor en ti que en mí. Justin... he visto las noticias esta mañana, ¿sabes que puedes confiar en mí, cierto? –K"

Sex Slaves [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora