Sex Slaves [SIN EDITAR]

42

Kelsey P.O.V.

Me he levantado algo indispuesta, los nervios me estaban jugando una mala pasada, mi estómago se encontraba todo revuelto y cada dos por tres uno que otro mareo hacía una gran presencia provocando que deba correr a sentarme antes de terminar de trompa sobre el suelo.

Decidí tomar una ducha mientras esperaba a que Ángelo recibiese al Glam Squad, nos tomaría bastante tiempo el arreglarme para esta noche.

El agua comenzó a fluir, la música me transportaba a otro mundo.

Mi mente antes de lo previsto comenzó a viajar hacia un universo paralelo donde nada era como aparentaba mi realidad. Decidió viajar al pasado una última vez, quizás para recordar los maravillosos momentos que pasamos juntos, y así tener una excusa "válida" para quedarme y perdonarle.

Tal vez quizás para rememorar las mil y una discusiones que atravesamos y superamos y así tener una excusa para irme en paz sin que la culpa me golpee constantemente cando bajo la guardia.

Estoy un tanto segura que lo de nosotros no fue algo destinado a suceder, sino algo que forzamos al igual que el tiempo. No lo quería aceptar porque me dolía, pero ahora a la distancia, cuando la soledad me inunda y el frío de la noche abraza mi esperanza mientras camina solitaria por las calles entendí que nuestra historia era semejante a la manzana envenenada. Esa que llama la atención y necesitas comerla pero saber que si lo haces morirás porque su veneno es mortal.

*****

—Anda, cambia esa cara nena, que si me estuvieran dejando como la Megan Markle en su casamiento mi más pequeña mueca cruzaría de lado a lado por mi rostro.

—¡Ángelo! —una risotada se me resbaló y me gané una mirada de reproche por parte de mi maquillista— Desearía que pudieses venir conmigo esta noche, no creo poder concretarlo por mi cuenta.

—¡Cállate! Podrás y todo. Sino mírate, próxima modelo de Victoria Secret, belleza descomunal y eres un solecito de persona. ¿Acaso hay algo que no se te dé? Deberé comenzar a llamarte Batichica —el castaño resopló insinuando que se encontraba agotado de sólo verde.

—Me harás llorar y deberán volver a comenzar con el maquillaje.

—¡No! —gritaron al unísono ambos maquillistas, ya que llevaban renegando que no podrían continuar si Ángelo seguía haciéndome hablar y no podía mantenerme quieta.

Ambos levantamos los brazos en señal de rendición— Ahora dime, mi batichica, ¿Ya has pensando cómo le darás las noticias? Porque los resultados de los estudios los posees haces unas semanas...

—Siquiera tengo en claro si sabe que apareceré por mi mega importante empresa, ¿Crees que le importará saber si será padre? Ha dejado demasiado claro que antes de tener un hijo prefiere irse a vivir al medio del espacio exterior, Ángelo. Deja de ser tan ingenuo.

—Lo dice la muchacha que la están dejando como una muñeca de porcelana asiática para ir a verse con el hombre con la botó cruelmente.

—Ouch

—¿Tú querías la realidad? Pues es esa cariño.

—Como digas —con mi mano izquierda mientras esperaba que el barniz se terminara de secar la hice una seña para que trajera café.

—Ya ando creyendo que me has traído contigo para tener criada todo el día.

Le lancé un pequeño beso de entre mis ahora labios rojos pasión y daba un vistazo a los últimos retoques que se encontraban haciendo a mi largo y alaciado cabello, gracias a las extensiones. Ya me sentía yo Ariana grande y me alcanzaba únicamente hasta un poco más de mis hombros.