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N/A: Es posible que no haya actualizaciones hasta después del 1 de julio porque entro en finales. Lo siento mucho.

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KELSEY POV

Sentí la humillación en carne propia, Justin se encontraba hablando por los altavoces generales de todo el edificio, disculpándose por la situación ocurrida en el lobby y que a modo de resarcir los daños podrán obtener un día completo para dos personas para pasar 24 horas en el spa de Bieber's Corporation totalmente gratuito.

El elevador vino en un dos por tres y subí corriendo, casi, quería hundir mi ser bajo diez metros de tierra.

Nadie quitaba la mirada sobre Rose y yo. Lo peor de aquella situación fue la cara de victoria que se plantó en la maldita cara de la rubia plástica.

No sé si era porque se acercaba la hora de mi funeral o estaba demasiada compenetrada en la vergüenza y pensamientos que transgredían mi mente que el elevador se tomó menos de cinco minutos subir todos los pisos de aquel rascacielos hasta la oficina de Justin.

Mentalmente realicé una gran lista con diferentes maneras de intentar escapar pero se esfumó en el instante que las puertas del elevador se abrieron seguidas al sonido de la campanilla avisando que había llegado a destino.

Al colocar un pie fuera del elevador seguía con mi cabeza mirando el suelo, el increíble mármol blanco y gris me distraía de pensar la larga charla que estaba por venir; pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por el porrazo que obtuvo mi cuerpo contra otro.

Demonios.

No quería pero debía mirar hacia arriba, aunque opté por negarme.

-Kelsey, mírame.

El tono gélido y demandante me heló hasta los huesos.

-No quiero.

-No fue una pregunta, sugerencia o una puta propuesta. Es una maldita orden.

No podía mirarlo, me acordé del beso con Zack, del escandaloso y humillante momento de recién, de la sonrisa de Rose y sus comentarios gritando que era una cualquiera, las miradas de las personas. Todo me golpeó tan deprisa como un susurro del viento. Las gotas de agua salada inundaron mi campo de visión y sabía que sí emitía sonido alguno desataría la tormenta.

Deseaba escapar de ese hombre. Desde que apareció en mi vida la puso patas para arriba, la confusión, el deseo, el miedo, la incertidumbre, la ira todas comenzaron a viajar en direcciones distintas en mi estómago provocándome nauseas acompañadas de un gran mareo.

-Kelsey-esta vez mi nombre salió raspado de aquella frígida voz, más como un susurro por sus dientes apretados- Tienes tres segundos para mirarme a los ojos antes de que sea yo quién arme una escena y no te gustará añadir más castigos al que ya tienes ganado.

-Uno.

No podía, por más que lo intentase sentía mi cuerpo entumecido.

-Dos.

Podía notar por el rabillo de mi ojo que sólo nos encontrábamos él y yo ya que no había más empleados.

-Me tienes los cojones por el suelo-. su grito realmente me había tomado desprevenida desencadenando un gran susto en mí- ¿Acaso no puedes captar una puta orden? ¿Tan difícil es escuchar y seguir una jodida orden?

Su mano levantó mi rostro y al conectar su mirada podía ver el infierno arder dentro de su alma, no lo pude soportar y aquél rostro llevado por el demonio es lo último que recuerdo hasta este momento.

Sex Slaves [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora