Sex Slaves [SIN EDITAR]

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Kelsey P.O.V.

Conforme con el paso de los días Ángelo se quedó a mi lado y comenzamos a compartir más que un café por las mañanas. Nuestras conversaciones eran hasta largas horas de las noches, muchas de ellas más bien se basaban en contenerme mientras lloraba sobre su hombro hasta quedarme seca como el desierto.

Hanna cuando podía también se nos unía pero ella continuaba trabajando a diferencia de la mía que aún contaba con los últimos días de descanso.

Por más que lo intentase me era imposible no estacionar el carro a unas cuadras antes y caminar hasta la gran e imponente entrada de Bieber's Enterprises Inc para permanecer como una estúpida mirando hacia el interior y que las personas que se agolpan en la vereda me rindan algunos insultos por obstruir su paso apresurado.

Tenía la esperanza de que quizás al cruzarnos una vez más se disculpara por sus palabras, pero eso sólo ocurre en los libros. Debo aprender a convivir con la idea de que el hombre que me supo regalar el mundo para sostenerlo en la palma de mi mano me botó como si fuese una piedra en su zapato y no regresaría.

La contención de Ángelo fue un gran pilar por lo que cuando me contó que pronto su contrato de locación y estaba preocupado ya que sus padres no querían acogerlo en su casa debido a que "avergonzó a toda la familia" en sus raíces por andar con otro hombre que me fue imposible no invitarlo a quedarse en mi apartamento. Ha decir verdad, me hacía demasiada falta en estos días alguna compañía y ya eran varias las noches que pasamos juntos ¿qué mejor que sea oficial? Al principio se negaba completamente pero hemos llegado al acuerdo que podría quedarse mientras buscaba nuevamente un hogar.

Mi nuevo compañero de apartamento había conseguido trabajo en una tienda de ropa en el centro comercial por lo que nos veíamos por la tarde/noche y por las mañanas. La convivencia era demasiado fácil ya que ambos somos demasiados ordenados y tenemos horarios similares en nuestras rutinas sin mencionar las personalidades.

He de decir que si lo analizo es demasiado extraño pensar que el hombre con el que salí y "al que le he roto el corazón" aquella noche que me encontró con Justin, en este momento sea probablemente mi mejor amigo y viva conmigo pero supongo que así es el destino... cuando menos lo esperas te cambia por completo la vida. Dejando marcharse a quien ya no tienen lugar en tu vida para darles el lugar a quienes realmente se lo merecen.

Limpié algunas lágrimas aunque a estas instancias no entiendo cómo es que siguen habiendo con lo que he drenado últimamente y decidí que ocuparía mi tiempo en algo que no sea pensar en... bueno en él.

Noté que mi ropero se encontraba hecho un caos por lo que puse manos a la obra y comencé a realizar una gran montaña de ropa que sería para donar, otra grande para llevar a la lavandería y el resto debía seccionarla a su respectivo lugar.

****

Ya casi terminaba, me había llevado la mayor parte del día pero mi mente estuvo completamente alejada a la realidad que me encontraba viviendo. Faltaba organizar los zapatos y trabajo terminado, pero como siempre el sonido de mi móvil me indicó que alguien en el mundo real quería comunicarse conmigo.

Dejé todo como se encontraba en ese momento para ir por el aparato hasta la cocina donde el sonido provenía.

-¿Diga?

-Amanda, aquí Kelsey.

-Amanda, ¿Cómo estás? No esperaba recibir noticias tuyas hasta que me reincorporase...

-Me alegro de escucharte también, Kelsey.

-No era mi intención que sonara de esa manera, discúlpame. Se podría decir que vengo teniendo mis peores días ¿Ha que se debe tu llamada?