capitulo 18

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Severus aprecio justo frente a la mansión Riddle.
Una parte de su mente, la que aún pensaba con claridad a pesar de lo de Harry, le decia que era una locura haber ido sólo a enfrentar a la bruja, pero en su cabeza predominaba la voz que gritaba a todo pulmon: "si le pasa algo a Harry, será tu culpa".
Así que, sin mas preámbulos, volo la puerta de entrada, y preparó la varita.
Pero los hechizos nunca llegaron.
Miro a cada lado de la habitacion, y estaba completamente vacía.
Pero no cabía duda de que estaban allí.
Las carcajadas llenas se locura de Bellatrix bajaron por la escalera, y Severus siguio el sonido de inmediato.
-Sabía que vendrías- dijo Bellatrix mientras acariciaba su varita- ¿Tan importante es ese mocoso para ti?
-¡¿Dónde lo tienes?!- pregunto Snape apuntándole con su varita.
-Estábamos jugando arriba cuando escuche que llegaste- dijo de manera inocente la mujer.
-¿Jugando?- repitió Snape.
"¿Acaso...?"
Olvidándose por completo de su enemiga corrió escaleras arriba empujando a Bellatrix que no hizo otra cosa más que reír como desquiciada. Severus busco a Harry en cada cuarto que había en la mansión encontrándolo en aquel que había pertenecido al fallecido padre de Tom Riddle.
-¡Harry!- grito al verlo.
El pobre muchacho estaba en el suelo, tenía los músculos tensos y adoloridos, algunas cortadas en varias partes de su cuerpo y los ojos en blanco.
-¡Harry!- volvió a gritar Severus esta vez más desesperado al ver a su niño de esa manera.
-Lamento decirte Severus, que llegaste tarde- dijo Bellatrix.
Snape tomo el cuerpo de Harry y lo dejo sobre la cama de la habitación, sobre el pecho de su pequeño dejo al pequeño Fénix azul que no dudo en acurrucarse en el pecho del muchacho.
-¿Qué te ocurre?- pregunto la mortifaga de manera infantil.
-Esto no se va a quedar así.
-¿Qué dices?
-¡Esta vez no voy a fallar!- grito lleno de ira- ¡Esta vez no escaparas, Bellatrix!
Severus no podia pensar con claridad; estaba segado por la ira. Joder, en lo único que podía pensar su mente era en Harry; en su cuerpo, completamente herido; en que el no volveria...
Se negó a llorar, aunque estaba demaciado furioso como para ser capaz derramar lágrimas.
Sin dudarlo un segundo levanto la varita, y lanzó un hechizo, aunque ni siquiera estuvo seguro de cual fue.
Bellatrix fue igual de rápida, pero aun asi por poco logró parar el hechizo de Severus.
Miro al hombre; la diversión había abandonado su rostro, pero una mueca burlona aún adornaba los labios de la mortífaga.
-¿que pasa? ¿eso es lo mejor que puedes hacer por Potter?-dijo, y su rostro adquirió la misma exprecion de locura que habia tenido luego de matar a Sirius.
Severus se enfadó de nueva manera, Bellatrix parecía estar jugando con él y eso no lo permitiría, en ese momento le demostraría que con Severus Snape no se juega ni un poco aferro con más fuerza la varita y arremetió contra la mortifaga que logró esquivarlo.
Entre tanto hechizo logra sacarla del cuarto y llevarla abajo, donde había más espació y donde sabía que Harry no saldría más lastimado.
[3/31 1:02] Kiar~•~: -¿que pasa, Sevie?-pregunto en tono de burla la mujer, disimulando la dificultad que tenia para evadir al hombre. Lanzó una maldicion asesina que Severus esquivo.-¿acaso te has enamorado del mocoso? Sería una lastima, considerando que es probable que no vuelva a despertar...-la mujer rió al recibir la respuesta que esperaba; el rostro de Severus se torno rojo de ira, y levantó la varita dispuesto a lanzar otro hechizo.
Pero a diferencia de lo que habia supuesto Bellatrix, aquello no hizo que Severus parecia más disperso mientras peleaban. Es más; parecía más concentrado que antes.
Harry abrió los ojos al sentir su rostro mojado, estaba algo desorientado y el cuerpo le dolía a horrores, enfoco mejor su vista y muro su pecho ahí había un pequeño fénix con un ala rota, el pequeño animalito le curaba las heridas con sus lágrimas.
-¿Quién eres tú?- pregunto acariciándole.
El fénix canto feliz de haberlo podido ayudar.
-¿Quién te trajo aquí?- fue en ese momento que escucho los estruedos fuera de la habitación.
A rastras salió del cuarto y apoyándose de la barandilla de las escaleras se puso de pie sintiendo sus piernas entumecidas, logrando quedarse parado miro con horror el campo de batalla que estaba debajo de él.
Severus estaba de rodillas agitado, tratando de detener la hemorragia que tenía en el brazo derecho, causa de un Sectumsenpra que Bellatrix le había lanzado, pero esa no era la única herida que tenía, sus piernas no parecían estar en condiciones de seguir esquivando hechizos. Eso era realmente malo, trato de ir con él pero el pequeño Fénix le mordió la oreja para detenerlo.
-Tengo que ir- le dijo.
El fénix le miro de mala manera, es como si le regañara por su testarudez, Harry termino por quedarse y ver como la mortifaga levantaba la varita nuevamente.
-Este es tu fin, ¡Avada Kedavra!
-¡Severus!-grito Harry.
En ese momento algo extraño paso, el ataque nunca llego a tocar a Severus.
-¿Pero qué...?- dijo el profesor sorprendido.
Frente a él estaba una enorme muralla de hielo, eso había sido lo que había detenido el ataque. Logro salir de ahí mirando lo que ocurría, Bellatrix estaba en el suelo sin su varita y siendo retenía por una hermosa criatura color azul hielo.
-¡Severus!- reacciono cuando escucho su nombre salir de los labios de Harry.
Con alivio miro al chico, que seguía en el segundo piso, sin importarle el estado de la mortifaga corrió escaleras arriba y abrazo a Harry con fuerza.
-Severus- lloro el chico- tenía miedo.
-Shh, tranquilo- lo calmo- yo también lo tuve, tuve miedo de que no volvieras a despertar.
Snape no lo resistió y beso al menor, cuanto terror había sentido al pensar que no abriria nuevamente los ojos.
La criatura alzo el vuelo con una Bellatrix inconsciente entre las garras y canto para ser notado.
-¿Acaso es el fénix que vino conmigo?- pregunto Snape.
-Al parecer salto antes de que la maldición de tocar- dijo Harry- pero...¿no estaba lastimado?
-Eso ya no importa- dijo Snape- gracias por ayudarme.
El ave canto de nueva cuenta antes de dejar a Bellatrix en el suelo junto a la pareja y encojerse al tamaño en el que Severus lo había encontrado.
-Parece que te tiene cariño- sonrió Harry de manera un tanto forzada.
-¿Celoso?
-Tal vez- reconoció.
Severus se levantó, el fénix estaba en su hombro y tomo a Harry de la cintura y a Bellatrix de la muñeca.
-Es hora de regresar.
-¿que vas a hacer con ella?-pregunto Harry, mirando a la bruja inconciente.
Severus miro a Bellatrix, resentido. Seria tan fácil vengarse, acabar con la vida de tan despreciable mujer...
-nada.-contestó Severus al fin.-su destino será elegido por el ministro... o quien sea que este al mando en este momento.
-vale, pero creo que seria buena idea mantenerla alejada de James si quieres que llegue viva hasta alli.
-no quiero que llegue viva.-recalcó Severus.-pero lo tendré en cuenta. ¿listo para irnos?
Harry asintio dócilmente. Miro el brazo de Severus, y se dio cuenta de que el fénix habia terminado de curar la herida.
-a decir verdad, seria conveniente mantenerla alejada de James por más de una razón.-divago Severus, mientras se preparaba par a aparecerse.-es probable que despierte y no tenga ninguna idea mejor que contarle a todo el mundo que estoy Jodidamente enamorado de un Potter.
Harry rodo los ojos, divertido, pero no pudo contestar porque en un parpadeo estuvieron en el patio de Hogwarts, y demaciada personas los rodeaban.
-¡Harry!- exclamo medio mundo.
Snape soltó al chico cuando los gemelos Weasley le sostuvieron, por otro lado dejo a Balletrix en el suelo esperando a que los aurores presentes se la llevaran.
-Por dios Severus- dijo Lily el verle las heridas- ¿estás bien?
-He sufrido peores- dijo- además tuve un poco de ayuda, menciono mirando al pequeño fénix que aún reposaba en su hombro
-Debes ir a la enfermería- dijo la pelirroja- los dos deben hacerlo.
-¿Y que Poppy trate de retenerme ahí en contra de mi voluntad?- pregunto sarcástico- no gracias, iré a curarme en mi despacho.
Sin más se retiró a las mazmorras, el cuerpo le dolía a horrores pero prefería eso a estar encadenado a una camilla en la enfermería de la escuela.
Tardo menos de lo pensado en curarse, gracias al fénix que aún estaba agarrado de su hombro.
Cuando todas sus heridas estuvieron curadas, se quitó la túnica y la miro con algo de lastima; la pobre prenda estaba completamente arruinada, y no cabía duda de que debería tirarla a la basura. Con lo que le gustaba aquella túnica negra...
Aun en bóxer, se acercó hasta el basurero de su despacho y la tiro dentro. Luego se dirigio al baño. Una buena ducha le iria de maravilla, y como no podía ver a Harry en el largo rato que estuviera en la enfermeria, debia hacer algo.
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Harry estaba recostado en una camilla, se sentía cansado pero a pesar de ello no lograba quedarse dormido, intento varias veces pero no funciono, quería ver a Severus, poder hablar con él y si se podía pedirle un beso que le ayudara a conciliar el sueño.
Pero el hombre de sus sueños no estaba ahí, ademas James no se había alejado de la camilla en ningún momento, los había visto de muy mala forma cuando llego en brazos de Snape.
¡Si muy apenas se podía sostener por un carajo!
¿Qué quería? ¿Qué lo hubiese llevado a rastras?
Harry estaba seguro de que Severus no le haría eso ni de broma. Ninguno de los dos Potter decía algo y el silenció era demasiado incómodo y frustrante para el menor.
Lo único que se escuchaba en al enfermeria eran los rápidos pasos de Pomfrey, que iba de un lado a otro haciendo cosas, y la respiración aún jadeante de Harry a causa del dolor, a lo que se agregaba ocasionalmente una tos falsa de James intentando llamar la atención de su hijo.
Harry se dio vuelta en la camilla, dándole la espalda a James, buscando una posición cómoda para intentar dormir.
Cerró los ojos e intentó serenarse.
Rato despues, escucho unos ligeros pasos acercandose por el pasillo, y se detuvieron en la puerta de la enfermeria.
-¿como esta?-escucho que preguntaba Lily.
-bien... se ha dormido por fin. Eso creo.-la voz del mayor de los Potter estaba cargada de tanta frustración que Harry casi se dio vuelta para mirarle.
Escucho los pasos de su madre acercandose a su camilla, y frenar junto a su padre. Le acaricio el brazo.
-sólo necesita tiempo, cielo.-le susurro la pelirroja a su esposo, quien suspiro en respuesta.
-eso creo al principio... pero han pasado meses, Lily. No parece que Harry vaya a perdonarme.-la voz del hombre estaba llena de tristeza.
-No podemos hacer nada contra eso James- dijo Lily.
-¿Y si fue Quejicus el que le metió esas ideas?
-¡James!-exclamo Lily- ¡No estés buscado culpables donde no los hay!, ¡Severus no hizo nada!
-¿Cómo puedes saber eso?- pregunto el hombre apretado los dientes.
-Por qué él no lo abandono como nosotros.
Lily se dio media vuelta y se marchó dejando a James sin poder decir algo y con los puños apretados.
¡Maldita sea su suerte!
Parecía que últimamente con cada cosa que decía molestaba o a Lily o a Harry o a alguien...
¿que rayos estaba mal con el?
Apoyo la cabeza sobre la camilla, a pocos centimietros de la espalda de su hijo.
-lo siento, Harry.-susurro James tan bajo que Harry ni siquiera estuvo seguro de haberlo oído bien.
Tampoco lo medito mucho más; poco despues de eso, por fin logró quedarse dormido.
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Sus sueños fueron cuanto menos turbios; cada vez que despertaba de una situación ridícula o aterradora, entraba en otra todavía peor.
Soñó con Severus y con sus padres; soñó con Lupin, y con Tonks y Teddy; soñó con Voldemort y Bellatrix; soñó con Dumbledore, y con el mágico y misterioso mago, tan poderoso como para hacer cosas imposibles; y volvio a soñar con Severus.
Cuando despertó definitivamente la mañana siguiente, aun era tan temprano que todavia no habia nadie levantado a excepción de Potter.
Harry se volteo y vio que su padre de había quedado dormido junto a él. Aun tenía la cabeza apoyada sobre la camilla... y un hilo de baba corría por su mejilla.
Harry hizo una mueca de asco y se levanto, con cuidado de no despertarlo.
Salió de la enfermería, Poppy no estaba y al sentirse mejor penso que ya podría salir, solo esperaba que la enfermera no lo encadenara en la enfermería como lo había hecho con Severus.
Y hablando de él, quería verlo, necesitaba hacerlo. Vago por los pasillos rumbo a la cocina, se había despertado con apetito. Antes de llegar fue jalado por el brazo por otra persona que lo arrastro por los pasillos hasta llegar a las mazmorras.
-¿Lily?- pregunto el chico luego de un rato.
-¡No digas nada!- exclamo la pelirroja emocionada.
-¿Pero qué...?
Antes de terminar, la puerta del despacho de Snape se abrió y termino dentro de la habitación con la cara sobre el piso. Severus estaba en el escritorio quieto como piedra al ver a cierto muchacho de cara contra el suelo y con el culo al aire.
-¿Harry?- pregunto.
-Hola- saludo el muchacho sin levantarse.
-¿que haces en el suelo?-cuestino Severus, con el ceño fruncido, mirando al chico.
-he decidido tirarme al suelo para ver si me dolia.-dijo Harry con sarcasmo, demaciado atontado como para pensar una burla mejor.
-ven, párate.-Severus lo ayudó a pararse.-¿no te han dicho que se toca la puerta antes de... caerte dentro de la habitacion de una persona?-cuestino el hombre, divertido.
-Ja ja. Que gracioso.-se burlo Harry del hombre, sacudiendose la ropa.
-a fin de cuentas ¿que haces aqui?
-no tengo idea.-contestó el chico.-iba tranquilamente a buscar algo para comer, cuando una pelirroja me arrastro hasta aquí y me tiro dentro de tu despacho.
Severus sonrio ante la idea de Lily arrastrando a su hijo, pues el chico le llevaba por lo menos media cabeza de altura.
-bueno, mejor para mi.-Sev le sonrio, y tomo al chico de la cintura con delicadeza. Lo acerco hacia si y lo beso.
Harry rio divertido y acepto con gusto el beso, sintió las manos de Severus por debajo de su camisa haciéndole cosquillas mientras le acariciaba.
-¿Tienes hambre?- pregunto Harry de manera inocente.
-Quiza si tenga- dijo simplemente antes de volver a atacar sus labios- ahora señor Potter le recomiendo que deje de hablar o si no...
-¿Si no que...?
-Ya me lo pensare.
Severus ataco el cuello del chico, mientras que el muchacho simplemente reía yse dejaba hacer.
Ambos terminaron sobre el sofá abrazados y dándose pequeños besos en el rostro.
-¡Snape!- el grito de James más su estúpida entrada empujando la puerta los dejo atónitos- ¿No lo encuen...?
El auror se quedó estático ante lo que estaba presenciando, su hijo estaba debajo de su peor enemigo abrazados.
-¡¿Pero qué..?!- exclamo antes de colapsar.
"Mierda" pensaron tanto Severus como Harry.
Ahora si tenían graves problemas.
-.-.-.-.-.-.-.-.
Gente, se nos cae el mundo 👌

A Traves De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora