Lily suspiro mientras miraba a Harry destrozarse de esa manera, cansada de verlo así, salió a su encuentro, lo tomo del brazo y lo llevo a la chimenea de la oficina del director, arrojo polvos flú y grito el destino.
Harry estaba algo atarantado que no supo ni a donde era llevado, no sintió nada extraño cuando el sonido del mar llego a sus oídos, no se sorprendió que el olor salino llegara a sus fosas nasales.
-¿Qué Lily hizo que?- cuestiono James cuando uno de sus compañeros le conto sobre la petición de su esposa.
Apresurado, fue al despacho del director y fue al mismo lugar que su mujer, definitivamente ella estaba loca. Lily dejo a su hijo en un cuarto de paredes blancas, donde había solo una mesa y un par de sillas, no entendía nada y no le importaba. La mujer salió de ese cuarto y hablo con uno de los aurores, luego de darle unas cuantas amenazas el auror cumplió la petición de la mujer. La puerta del cuarto en el que estaba Harry se abrió, pero no fue Lily la que entro.
-¿Harry?
El hombre sacudió la cabeza creyendo que alucinaba, se acercó lentamente y acarició el rostro del muchacho sintiendo las lágrimas caer de su rostro. Abrazo al chico con fuerza asustándose de verle tan delgado, sin color y con los ojos de un pez muerto.
Lily miraba con una sonrisa por del otro lado de la ventana y se sorprendió un poco cuando vio a James acercarse, ella logro detenerle antes de que entrada a la habitación para irrumpir el momento.
-¿Qué haces?- pregunto entre dientes.
-¡Cállate y observa!- le ordeno ella.
James obedeció, noto como los brazos de su hijo comenzaban a moverse un poco, también como su mirada comenzaba a reaccionar. Harry sintió que sus sentidos regresaban cuando su nariz capto ese olor que tanto le enloqucía.
-S-ev-Sev...erus- dijo moviendo apenas los labios.
La voz le salió algo ronca por no haber dicho palabra alguna en una semana, de sus ojos salieron algunas lágrimas que mostraban la felicidad que sentía en ese momento.
-Aquí estoy, pequeño- le dijo dándole un beso en la sien.
-¡Severus!- exclamo el chico haciéndose algo de daño en la garganta- Severus, Severus, Severus- decía sin parar mientras abrazaba con más fuerza a Snape.
-Tranquilo, pequeño- le dijo el mayor- estoy aquí.
James no podía creer lo que veía, su hijo estaba hablando incluso sus ojos se veían vivos y todo por haber visto a Snape.
-Pero que...
-Te lo dije James, te dije que le habías quitado algo que amaba- dijo su esposa.
Harry, totalmente ajeno a que sus padres miraban, y con los ojos perdidos en los negros de Severus, y aunque todos los músculos le dolieron horrores al tener que ponerse de puntitas, lo beso.
Lo beso con dulzura y ternura, demostrándole lo jodidamente infeliz que había sido durante esa semana.
Severus relajo un poco su abrazo al menor, temeroso de hacerle daño a su pequeño cuerpo, y se perdió en las sensaciones de aquel beso. Se olvidó de que debia gritarle por estar tan delgado y ojeroso ¿acaso había comido? ¿o dormido? Casi parecía que el que habia estado en Azkaban había sido Harry y no el.
Luego de un momento, Severus, con mucha fuerza de voluntad, se separo del pequeño.
Harry se inclinó pars volver a unir sus labios casi al instante, pero Severus se alejo.
Entonces Harry por fin abrio los ojos.
-Harry ¿que te has hecho?-cuestiono Severus, con dulzura en la voz y preocupación en la mirada.
-nada.-dijo Harry, aunque por primera vez en una semana su estómago rugió, hambriento.
-Harry, no puedes dejar de comer. Ni de dormír.-le dijo Severus, y le abrazo de tal manera que la cabeza de Harry quedó contra su pequeño.-¿que haría yo si al regresar no te encuentro?-cuestino con dolor en la voz.
James miraba desde el otro lado sin poder creerselo. Todavia tenía una mano sobre le picaporte, que no se decidía si abrir y llevarse a su hijo o no.
¿como era posible que Snape pudiera ser bueno para el?
¿Qué hacer?
¿Entrar y separar a Snape de su hijo o dejarlos así?
En esos momentos la mente de James era todo un lió, su esposa simplemente le miraba sin decir nada esperando por la decisión de su esposo. AL final James soltó el picaporte de la puerta y suspiro, Lily se mostró algo sorprendida pues estaba segura de que entraría a la habitación para sacar a Harry de ahí.
-Solo por esta vez- dijo James- Tiene una hora más.
Lily sonrió y miro nuevamente a la pareja, Severus parecía preocupado por el estado de Harry pero parecía tranquilo y contento al verle una vez más luego de una larga y torturosa semana.
Lily se fue con su esposo, dispuesta a dejarlos tener un momento de intimidad.
Aunque tampoco es que hicieran mucho.
Se besaban.
Harry se aferraba a Severus.
Severus se aferraba a Harry.
En lo profundo de sus mentes retumbaban los pensamientos acerca de que cuando el otro se fuera todo volvería a ser horrible, pero quedan opacada por la precensia de su amado.
-te quiero.-no dejaba de repetir, una y otra vez, Harry.
-y yo a ti. Con locura.-no dejaba de contestar Sev cada vez que Harry lo decía.
Cuando llego la hora de que Harry se fuera, Severus le beso la frente.
-prometeme que comerás.-pidio Sev, y Harry y dudo.-por mi.-pidio, en tono de suplica.
-esta bien, si así lo quieres.-acepto Potter. Volvio a besar a severus antes de salir.
A duras penas, Harry logro soltar la mano de Severus, no quería irse pero no tenía opción, se suponía que las visitas a los presos de Azkaban estaban prohibidas y no quería causarle más problemas a Lily, ella le esperaba fuera de la habitación con una sonrisa, a su lado estaba James con el ceño algo fruncido y de brazos cruzados.
-Parece que tu habla regreso- dijo la pelirroja contenta.
-Algo así- dijo el chico.
-¿Regresamos?
Harry asintió lentamente, deseaba que Snape fuera con ellos, pero no podía, eso era imposible en esos momentos. James no dijo nada en el transcurso del camino, parecía distraído.
Harry no le prestó mucha atención. Hasta pensar en James le parecía a Harry un insulto a Severus.
Pero... ¿en que podría estar pensando James?
Cuando llegaron a Hogwarts Harry volvio a sentir toda la tristeza sobre el. Le habia prometido a Severus ser fuerte pero ¿como serlo sin el allí?
Lily hablaba con el, aunque los únicos a portes que Harry así a la conversación eran "aja" y "mmm" ocasionales.
James seguía callado al otro lado de su esposa, pensando en lo que acaba de ver, y lo que estaba viendo ahora mismo. En como Harry mejoraba cuando estaba con Snape, y como volvía a tener esa exprecion de constante agonía cuando se alejaba de el.
-tengo que irme.-anuncio, aunque ninguno de los dos le prestó atención.
James no se apareció en toda la tarde, los demás se preocuparon un poco pero al ponerse a trabajar nuevamente en las remodelaciones del castillo, se les olvido por completo; Harry y Draco mantenían su distancia, Malfoy era el que parecía evitarlo a toda costa, aunque a ratos se le veía morando al moreno de reojo y suspirando de manera triste.
Nadie quiso acercarse a ambos para que intentaran solucionar sus problemas, suficiente tenían con las lentas reparaciones del castillo, pero aquellos dos debían solucionar rápido sus diferencias, pues la tensión que formaban era asfixiante.
¿y cual había sido el paradero de James durante aquella interminable tarde? El auror había vagando por el mundo magico, aun sin desidirse hasta últimas horas de la noche, cuando se convenció de que debia hacer eso. Debia hacerlo por Harry. Debia hacerlo porque era lo correcto.
¿no?
Severus estaba sorprendido de que lo llevarán a la misma sala de visitas dos veces en un día, considerando que la mayoría de los prisiones recibían una visita por año.
Cuando vio a James Potter su cara se arrugó.
-¿que quieres, Potter?-cuestiono, incapaz de rebajarse ante Potter, ni siquiera en esas circunstancias.
-quiero sacarte de aquí.-dijo James, resignado.
Snape se sorprendió por las palabras dichas por James.
-¿Disculpa?
-Lo que escuchaste, Snape- bufo James.
-Que me liberen no será fácil y lo sabes- dijo Severus.
-Lo sé- dijo James- pero lo hare.
-Algo de aquí n me gusta- murmuro Snape.
-Te preguntare una cosa, ¿por qué no huiste cuando tuviste la oportunidad?- pregunto.
-No quería ser más un cobarde, quería enfrentar los problemas de frente por una vez.
-¿Aunque eso implicara terminar en este lugar?
-Aunque eso implicara que tuviese que dejar esta vida- afirmo Snape.
James suspiro, Snivellius era más hombre de lo que había pensado, se rasco la mejilla con nerviosismo, estaba completamente loco al hacer eso.
Severus y James se miraban; aquella situación resultaba extraña para ambos. ¿desde cuando James Idiota Potter le ofrecía ayuda a Severus Quejicus Snape?
Y sobre todo, para salir de una situación donde el mismo James los había metido.
-¿esto quiere decir...?-empezó Severus, rompiendo el silencio.
-esto quiere decir que eres bueno para mi hijo.-le corto James.-si es necesario que estés ahí para que el esté bien, lo haré. Haré lo necesario para que el esté bien.-sentencio James, sorprendiendo a Severus. El profesor de pociones siempre había considerado a Potter la clase de persona que se preocupa por si mismo y nadie más. Parece que James no era el único que se habia equivocado.
-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.
La noche llego, y Molly se mostro algo preocupada por la ausencia de James, ya casi habían terminado de cenar y el auror no aparecía. Harry trataba de comer tal y como Severus se lo había pedido, pero simplemente cada bocado le causaba retortijones en el estomago.
Las puertas del Gran Comedor de abrieron y James entro, se le notaba distinto, como de entre algo molesto y aliviado al mismo tiempo. Molly sonrió y le invito a sentarse mientras le servía.
-Pon un plato más, Molly- pidió- traje un invitado.
Todos se extrañaron, James no era de invitar amigos o compañeros del trabajo a comer con ellos, aún así la esposa de Arthur lo obedeció. Harry también estaba algo extrañado pero no le importo, era James.
-¿Y quien es tu invitado?- pregunto Lily.
-Ya veras, adelante- exclamo.
Las puertas se abrieron por segunda vez, dejando a todos con la boca abierta, el hijo del auror era el único que tenía la vista gacha mirando la cuchara hundirse en su alimento.
-Espero no ser una molestia.
La cuchara resbalo de entre los dedos de Harry y rápidamente levanto la mirada, más de una vez se tallo los ojos pensado que era una ilusión la que veía, pero no parecía serlo, frente a él estaba aquella persona que le hacía temblar de pies a cabeza, frente a él estaba su amado profesor de Pociones, frente a él estaba...
-Severus...
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A Traves De Tus Ojos
Fanfiction¿que tal si aquella vez en la mansion malfoy, en el septimo libro, Severus hubiera estado presente? ¿que tal si, sin mas remedios, habia salbado a Harry de las Garras del mismisimo Voldemort, descubiendose como espia y despertando sentimientos que H...