Antes de irse a la tienda muy temprano Victoria subió hacia nuestro departamento, llego con un pastel de coco que ella misma había horneado y con varias tablillas de chocolate para que pudiéramos hacer un poco. Yo preparé el chocolate y ella cuido a Freddie ya que lloraba porque quería un poco de atención, Richard había salido para comprar lo necesario para el desayuno así que en lo que regresaba me pareció adecuado tener la presencia de Victoria un rato.
Serví el chocolate caliente en dos tazas y deje el pastel de coco en el centro de la mesa ya partido en ocho partes, acostamos a Freddie y nos dispusimos a desayunar. Me di cuenta más tarde que ella había traído el periódico del día de hoy y lo había dejado a un lado, en estos días la gente estaba hablando de Alemania y de un partido que estaba dejando a la gente perpleja y asustada, lo había escuchado cuando salí a comprar lo necesario para Freddie, había escuchado algo como, Adolfo Hitler, guerra y Polonia.
Lo tome y lo expandí sobre la mesa y para mi sorpresa me encontré en primer plana un artículo completo de Hitler y de sus ideas de conquistar Europa, mucha gente en la calle estaba hablando de esto y que quizá Inglaterra se introduciría en esta guerra para saldar cuentas pendientes.
—Dios mío —exclame bajito cuando iba leyendo lo último del artículo —Esto es terrible, es terrible ¿Cómo ha pasado esto?
Victoria estaba tan indignada como yo, meneo con la cabeza desanimada y bajo un poco la cabeza.
—He estado hablando con varios clientes de la tienda y dicen que los nazis tienen planeado cosas increíblemente crueles, no querrás saber cuánta gente los apoya en toda Alemania, están locos, solo quieren tanto poder cuanto puedan.
Deje el periódico sobre la mesa y pude imaginar las cosas terribles que debían estar pasando en toda Alemania, Richard y yo habíamos estado evitando hablar de estos rumores porque la verdad todo el mundo hablaba de ello en la ciudad, era un tema que estaba en boca de todos, yo solo esperaba que todo esto no pasara a mayores.
—Esperemos que nada de esto nos afecte a nosotros, no sería algo muy agradable.
Victoria enarcó las cejas.
—No quiero ser desconsiderada contigo pero mucha gente ya está diciendo que puede que el país se vea implicado, es sobre el tratado de Versalles, querida y parece que Alemania no lo quiere cumplir como se debe.
No supe porque de repente mi cuerpo empezó a temblar, fue como si una especie de dolor involuntario se hubiera acumulado en mi estómago y no había forma de soportarlo más que dejar que mi cuerpo se sacudiera cuanto quisiera.
—Nosotros los civiles no debemos pagar por estos desacuerdos, esperemos que esto se resuelva en privado, no quiero tener que vivir una guerra.
—Ni yo tampoco, solo mírame ¿Acaso me veo lo suficientemente fuerte como para soportarlo? Nadie en esta vida se prepara para estas cosas, aunque no es la primera vez que este país se enfrenta a una y permíteme decirte que no fue agradable.
Su vos se tornó tan frágil y melancólica a su paso, de inmediato bajo la cabeza hacia la taza de chocolate y hundió sus ojos en lo más profundo para poder perderse en sus recuerdos unos segundos, mantuve la vista fija en ella para poder detectar alguna reacción suya pero se quedó quieta en la misma posición, aferrada a sus recuerdos.
—¿Usted vivió la primera guerra, señora Girard?
Al momento de levantar la mirada parpadeo entrando en razón y en efecto su rostro y su mirada estaban vagando en tristeza, haciéndola lucir agotada y sin vida, fue increíble la forma veloz que sucedió ante mis ojos tal cambio en su apariencia, como si hubiera llevado esa máscara decaída en su rostro por todo el día.
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En Contra De Mis Principios© [COMPLETA]
Roman d'amourLondres, Inglaterra, 1938 La vida de la joven Juliette Boucher parece haberse complicado después de la muerte de sus padres, tal suceso la obliga a dejar toda su vida en Francia para ir a mudarse con sus tíos a Inglaterra, quienes la reciben con lo...