CAPÍTULO 7
"Secretos"
Apenas dos días después de la llegada de Sally, todo comenzaba a acomodarse. A sentirse como una vida normal. Pero... nada dura para siempre. Al menos no en mi vida.
Johnny me contó que "Josh" había estado yendo a la casa, y que atendiendo a mi pedido, le dijo que yo no quería verlo. Sabía que tarde o temprano tendría que hacerlo, no podía seguir escondiéndome. Tendría que encontrar la valentía que me faltaba para enfrentar la situación. Inevitablemente.
Esa misma tarde Sally, Lenny y yo estábamos merendando en la cocina. Sally nos ponía al tanto de todo lo que le había pasado el año anterior. El año escolar no fue el mejor para ella; desaprobó una gran cantidad de exámenes, lo cual hizo que su madre se negara rotundamente a que ella realizara el viaje a Alaska para visitarme. Eso solo hizo que Sally se decidiera aún más a lograrlo. En solo tres meses remontó todas las materias en las que iba a mal, e incluso superó las expectativas de su madre al sacar uno de los mejores promedios del año. Eso era una de las cosas que más admiraba de Sally. Cuando ella se decidía a lograr algo, lo hacía sin más. Muchas veces pensé que me hubiese gustado ser un poco como ella. Quizás eso me hubiese ayudado en circunstancias como las de ahora.
Sin embargo, no todo parecía ser color de rosa. Alguien llamaba insistentemente al teléfono celular de Sally, y ella siempre cortaba la llamada sin siquiera atender. Tanto Lenny como yo lo habíamos advertido, pero decidimos que sería mejor no decir nada al respecto. Ambas pensábamos que Sally nos contaría todo cuando estuviese lista, aunque la oportunidad se adelantó cuando una noche me desperté para ir al baño, y escuché ruidos que venían desde de la planta baja. Lo primero que pensé fue que "él" había entrado en la casa. Pensé en despertar a Lenny para que me acompañase hasta abajo, pero luego recapacité y vi que esa no era una opción. Este era el momento justo, debía enfrentarme a él y lo haría. Y así, sin darme cuenta, comencé a bajar escalón por escalón, estaba descalza y rápidamente mis pies se congelaron, haciéndome temblar. No dejé que los escalofríos que sentía me acobardaran. Caminé lentamente, paso a paso, hasta que llegué a la puerta de la cocina. Y escuché algo que no me esperaba.
─Te dije que no te preocuparas por mí. Estoy bien.
Se trataba de Sally. Sorprendentemente, se trataba de Sally. Sé que estaba mal escuchar una conversación, pero algo andaba mal. Me había dado cuenta antes y no tuve el valor para preguntárselo, así que me quedé escuchando.
─Te prometo que regresaré. Sí, estoy bien. Por favor deja de preguntarme dónde estoy. ─Podía notar angustia en la voz de Sally, incluso tristeza. Pero... ¿con quién rayos hablaba? Y así, como si hubiese escuchado mis pensamientos, respondió a mi pregunta─. Te dije que estoy bien, pero no pienso regresar mamá. Por favor deja de llamarme. Adiós.
Nunca ni en un millón de años me hubiese imaginado que se trataba de la madre de Sally. Mucho menos que Sally se hubiese ido de su casa sin decírselo a su madre. Eso no era propio de Sally. Ella siempre había sido muy responsable, seguía las reglas al pie de la letra, y escaparse de su casa. Simplemente... Todo el asunto no tenía pies ni cabeza.
Pensé en enfrentar a Sally y preguntarle qué estaba sucediendo, y fue ahí cuando la escuché. Comenzó como un sollozo y luego se convirtió en un llanto que me partió el corazón. No podía mantenerme escondida mientras la escuchaba llorar, así que entré en la cocina y la encontré sentada, llorando sobre la mesa. Ella no me escuchó, su llanto tapaba prácticamente cualquier sonido. Me acerqué y toqué suavemente su cabello. Inmediatamente se incorporó, logrando que por poco cayese por la fuerza con la que se levantó.
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Después del silencio ©(Después de la vida #2)
ParanormalLuego de la muerte de sus padres, Galya Hart tuvo que mudarse a Alaska con su tío Johnny, lugar en el cual tuvo que sortear muchos obstáculos; entre ellos, conocer a Lucas. Lucas no es cualquier chico, él es un espíritu que habita en la casa a dond...