Después del silencio ©(Después de la vida #2)

CAPÍTULO 29- "Barrera"

CAPÍTULO 29- "Barrera"

Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que vi a Josh. Volví a clases y traté de mantener el ritmo con los temas pero se me hacía sumamente difícil, mi mente navegaba en las profundidades del dolor. Más de una vez me pasé la tarde en detención por dormirme en plena clase; era el único momento en el que mi mente parecía descansar y yo lograba conciliar el sueño, al menos hasta que el profesor me llamaba la atención. Esto fue algo constante durante la primera semana, así que uno de mis profesores decidió llamar a Johnny para hablar con él.
Al regresar a casa Johnny me preguntó qué me estaba pasando. No podía decirle lo que de verdad me sucedía así que tuve que mentir. Le dije que estaba enamorada de un chico, lo cual era cierto; que era mi compañero de curso, lo cual también era cierto; pero lo que no era cierto era que Lenny estaba saliendo con él, que ella y yo nos habíamos peleado porque ella se había quedado con el chico que a mí me gustaba. Lo sé, me había pasado de la raya y había inventado una historia digna de Mean Girls, pero fue lo primero que se me ocurrió. No había vuelta atrás. 

-Ok... Esta no es mi área de experiencia -dijo Johnny consternado-. Sé que estoy a cargo de una adolescente pero ¡no sé qué rayos debo decir! Quizás... Creo que sé lo que necesitas. 

Y así como si nada Johnny salió de la casa. No dijo adiós ni cuándo volvería ni a dónde iba, solo se fue. Por mi parte sentía que me había sacado un peso de encima, prefería decir una pequeña mentira a tener que enfrentar la dura y hasta poco creíble verdad de contarle todo. Ahora esperaba que a Lenny no le molestase el hecho de haberla metido en mi mentira.

Unas cinco horas después estaba acostada en el sillón de casa cuando Lenny llegó. Había ido a su casa a ver a sus hermanos, Ben y Rosie.

-Hola extraña -me dijo risueña-. ¿Qué haces acostada toda deprimida? 

-Me regocijo en mi sufrimiento -respondí sarcásticamente

-A veces es necesario hacerlo -refutó Lenny bromeando.

-¿Sabes de qué me he dado cuenta? -pregunté cambiando de tema-. En todo este tiempo que somos amigas nunca conocí a nadie de tu familia.

De repente, Lenny se puso tensa. 

-Yo... Yo... -Ok. Algo raro pasaba. Era la primera vez que veía a Lenny de esa manera. 

-Tranquilízate Lenny, si no quieres contarme no pasa nada. Era solo una pregunta. Sabes que nunca te presonaría. -La abracé y pude sentir cómo su corazón se aceleraba.

-Es que tienes razón Gal. Nunca te hablé de mi familia y... En parte es porque me avergüenzo de ella.

Bien, ahora sí debía prepararme. Esta conversación estaba a punto de tornarse profunda.

-¿Por qué dices eso Lenny? -pregunté intrigada.

-Mi familia... Mi familia no se acerca ni un poco a una familia tradicional. Como ya te habrás dado cuenta porque yo tampoco lo soy. 

-No digas esas cosas de ti Lenny. Tú eres excepcional por donde te veas.

-Gracias amiga, de verdad lo aprecio pero es la verdad. Vengo de una familia rota. Mis padres nunca se llevaron bien. Mi padre engañó mil veces a mi madre y ella también lo engañó. Se separaban y luego volvían, solo para hacer añicos la casa con sus recurrentes peleas. Se tiraban con cosas, se golpeaban, y yo solo me encerraba en mi habitación, tapándome los oídos para tratar de alejarme de la realidad.