CAPÍTULO 30- "Volver"

306 37 4
                                    

CAPÍTULO 30- "Volver"

Estaba petrificada. Mi mente en blanco. Era como si mi mente se hubiese teletransportado dejando mi cuerpo sin poder reaccionar. Sentí que unos brazos me tomaban y me movían pero todo estaba en blanco, mi visión borrosa.
Escuché balbuceos, nada tenía sentido. Sentí que me movía y luego todo se hizo negro. Ruidos me trajeron de vuelta. Me fui incorporando de a poco para luego encontrarme recostada en el sillón del living. Había tenido el sueño más raro de todos: había visto a Lucas. A Lucas en el cuerpo de Josh. Evidentemente mi mente me estaba jugando una mala pasada. Quizás se trataba de todos los nervios que venía pasando por mi situación con el regreso de Josh. Y casi me había convencido de ello cuando Lenny apareció a mi lado.

-¿Lya, ya te encuentras mejor? -preguntó con tono de preocupación.


-Sí, eso creo -respondí somnolienta-. Tuve el sueño más raro Lenny.  Soñé que...


Y ahí lo vi. No había sido un sueño en lo absoluto. Estaba frente a mí, de carne y hueso. Vestido con jeans y una chaqueta negra, su cabello mucho más largo y desordenado.

 
Nadie rompió el silencio que nos rodeaba así que decidí hacerlo yo, con la pregunta más simple que vino a mi cabeza.

-¿Qué haces aquí? -No sabía si lo que había dicho se había escuchado. En mi mente mi voz se sentía como un susurro, como si estuviese lejos de todo.

 
Él no contestó de inmediato. Solo me miraba, lo que hizo que me sintiera más incómoda de lo que ya estaba.


-Volví. Simplemente volví. -Fruncí el ceño ante lo confuso de su respuesta.


-Después de tantos meses sin saber nada de ti, vuelves como si nada ¿y esa es tu respuesta? -Sentí que me estaba tomando el pelo.


-Sé que no soy bienvenido aquí. Lo sé. Pero también sé que en todo este tiempo no pude sacarte de mi cabeza. Y todo se acrecentó hace un par de semanas. Algo comenzó a sentirse diferente. Yo empecé a sentirme diferente.

 
-¿Diferente cómo? -pregunté con curiosidad.

 
Podía ver la perturbación que lo aquejaba, era clara en su rostro.


-Mi mente, mi cuerpo, todo mi ser comenzó a experimentar sensaciones que no tienen que ver conmigo. -Lo miré extrañada. No entendía a qué se refería y él lo notó, así que continuó-. Empecé a recordar cosas, a sentir cosas, pero nada de eso parecía venir de mí. Era como si pertenecieran a otra persona. Perdón si no me estoy haciendo entender. De verdad lo intento.


Guardé silencio durante casi un minuto. No sabía qué decir, mi mente deambulaba tratando de asimilar lo que acababa de escuchar. Respiré profundamente y me lancé de nuevo.


-Creo que deberías pedir perdón por otras cosas mucho peores que por esto, Lucas. -La rabia que tenía acumulada se concentró en mi garganta, haciendo que doliera hablar.


Él bajó la mirada. Sus mejillas se pusieron rojas y sus manos se tensaron. O mejor dicho, el cuerpo que ocupaba lo hizo. El cuerpo de Josh.

 
-Sé que cometí un error imperdonable. Ahora lo sé -dijo, aunque no podía detectar si verdaderamente parecía arrepentido-.  Pero a pesar de eso, no me siento culpable. -Había respondido mi pregunta sin necesidad de que la haga.


-¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡La cagaste en toda manera posible! -exclamé con todas mis fuerzas-. Me alejaste de Josh para siempre y no te importó una mierda.

 
-¡Él estaba muriendo Galya! Si lo piensas bien, ¡le hice un favor! ¿Qué uso podía hacer de su cuerpo sin un espíritu? -Se mostró altanero y lo odiaba por eso.

 
-Pues eso no era una decisión que tú debías hacer Lucas. Jugaste a ser Dios.


-No te equivoques Galya, si hubiese jugado a ser Dios al menos habría elegido un cuerpo mejor que este. -No intenté responder, no tenía sentido. La mano me quedó doliendo, pero valió la pena. La bofetada dejó la marca de mi mano en su mejilla, y me gustaba-. Lamento que esto no sea lo que quieres escuchar...


-Si por mí fuese ni siquiera estarías aquí, hablando conmigo. No tenía ninguna intención de escucharte. Todo lo que sale de tu boca es pura mierda.

 
Le di la espalda y unas lágrimas cayeron por mi rostro. Todo lo que había acumulado desde la muerte de Josh, todo el mundo que había llevado sobre mis hombros, todo, en apenas tres lágrimas.

 
-¿Sabes? -dije en tono sereno-. La jugada te salió mal.


Me di vuelta para enfrentarlo y él me miró tan confundido como yo cuando lo vi entrar por la puerta de casa.


-¿A qué te refieres? -preguntó.


-Te salió el tiro por la culata chico malo. Creíste que sacando a Josh de la foto iba a caer en tus brazos cual doncella enamorada, pues no. No lo hice y no lo haré, ¡nunca! ¿Y sabes cuál es la mejor parte?


No contestó.

 
-Que Josh también volvió.

Después del silencio ©(Después de la vida #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora