Después del silencio ©(Después de la vida #2)

CAPÍTULO 19- "Aceptación"

CAPÍTULO 19- "Aceptación"

La primera semana después de mi esguince había pasado y el dolor, en su mayoría, también. El doctor me había dicho que una semana más sería suficiente para que terminara con mi recuperación.

Las clases se hacían sumamente tediosas. Odiaba tener las muletas a mi lado. Me hacían recordar cosas que prefería tener enterradas. Era claro que tenía mucho que resolver con respecto a la pérdida de mis padres, pero por el momento sólo quería sobrevivir a mi último año de preparatoria y graduarme. Sin embargo, y como ya se había convertido en un hábito en mi vida, no podía sacarme de la cabeza a Nic, o mejor dicho al señor Beck. Tutearlo no me parecía correcto, se sentía como borrar el límite que tanto luchaba por mantener.

Continué mi marcha hacia mi próxima clase que, justamente, era con el señor Beck. No quería verlo pero no me quedaba otra. Casi cuando estaba entrando al salón me topé con Anna, la chica que había ocupado la vacante que Bethany dejó con su partida.

─Hola Galya. Lamento mucho lo que le pasó a tu pie. Espero que mejores pronto.

Ok. Esto era nuevo. La bondad no era una de las cualidades de Anna. Algo andaba mal. Decidí seguirle el juego.

─Pues muchas gracias Anna. Es muy amable de tu parte preocuparte por mí.

─Ohh ya sabes, las chicas tenemos que cuidarnos entre nosotras porque sino nadie lo hará. O quizás sí, quizás hay personas que se ocupan de una sin ningún otro tipo de interés.

La miré confundida, aunque no del todo.

─Sí, supongo que es así ─respondí siguiéndole la corriente.

─¡Claro que es así Galya! Siempre hay personas que nos quieren sin pedir nada a cambio.

Ahora no tenía idea de a dónde quería llegar con eso. Simplemente me le quedé notando, pensante.

─Bueno, ya tengo que irme a clase. Hoy tenemos matemáticas. ─Dio media vuelta y comenzó a caminar─. Oye, no es necesario que te apures por llegar temprano, estoy segura que el señor Beck te dará su trato preferencial. ─Me guiñó un ojo y se fue.

Ella sabía. Sabía que algo pasaba entre el señor Beck y yo, y eso empezaba a incomodarme.

Cuando estaba a mitad del pasillo dio media vuelta y caminando hacia mí.

─Galya, casi olvidaba decirte algo...─Se acercó hasta mi oído y susurró-... Sé lo que tienes con el señor Beck─. Y así como si nada, se fue.

Me dejó temblando. Pensé que al irse Bethany al fin estaba a salvo, pero evidentemente estaba equivocada. Mi último año de escuela estaba a punto de convertirse en una pesadilla.

Caminé los pocos pasos que me faltaban para llegar a mi salón, con un nudo en la garganta. Tenía ganas de llorar. No había pasado nada entre el señor Beck y yo, y ya tenía problemas. De esos que muy probablemente crearían rumores. Entré al salón casi con lágrimas en mis ojos pero me contuve. Las chicas ya estaban en sus asientos e instantáneamente se dieron cuenta de que algo iba mal. No hablamos de ello durante la clase ni tampoco durante el resto de las clases que siguieron.

Al salir de la escuela me preguntaron qué me sucedía. Me daba vergüenza contarlo pero si seguía guardando todo iba a estallar. Las dos se mantuvieron calladas mientras les explicaba todo pero hubo un silencio ensordecedor cuando terminé.