El vestido

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Bienvenidos al capítulo
Al final porfa denle una estrellita naranja, eso me anima a seguir escribiendo.
Bueno ya les dejo leer.
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Abro mis ojos y lo primero que veo son los rayos del sol que no son nada agradables para despertar, lo único que veo son rayos amarillos que me irritan los ojos y me impiden dormir más tiempo. Cierro los ojos de nuevo para que el ardor en mis ojos se detenga, pero apenas hago esto mi respiración es interrumpida y empiezo a toser como si no hubiese un mañana, y llegó al punto de despertar a Spencer, el cual se alarma frente a la situación.

—R-respira— lo oigo decir al mismo tiempo de que me acaricia mi espalda— toma aire, siéntate bien.— me ordenó e hice lo que me dijo haciendo que mi respiración volviera a la normalidad. Me abrazo para que la distancia entre nosotros disminuyera.—Yo te cuido, iré a traerte té, ya vuelvo.— dejó que me recostara en el sofá, agarro los dos mug que se encontraban en la mesa de centro y bajó al primer piso.

Tome la cobija que nos cubrió a los dos en la noche y cerré los ojos para descansar un poco ya que no volvería a recuperar el sueño.

El sol era bastante incómodo y no entiendo como una persona puede levantarse plácidamente con sus rayos.

—¿Te quedaste dormida?— su voz lleno el lugar haciendo que que abriera mis ojos y me sentara.

—No, solo estaba descansando un poco— puse mis dedos en mis párpados para hacer movimientos circulares para aliviar el dolor— mis ojos se irritaron además de que me duelen, pensé que si cerraba los ojos me dolería menos.

—Aquí está tu té— dijo entregándome un mug azul bastante caliente—, cuando termines baja a desayunar ¿Quieres que cierre el techo?— a esta pregunta solo asentí y él bajo nuevamente al primer piso, pero esta vez dejó las escaleras listas para que baje.

No demore mucho en terminar el té, el cual al estar caliente alivio un poco mi escalofrío y la congestión que había en mi nariz. Baje al primer piso y empuje las escaleras hacia arriba. Camine a lo largo del pasillo encontrándome con la cocina y a un Spencer chef.

—¿Qué cocinas?— el olor que percibía era delicioso, pero no podía identificar que era.

—Son panqueques con miel de maple, tostadas y café con leche.

—Se oye delicioso.— y olía exquisito.

—Que bueno que te guste— dijo mientras sacaba dos pedazos de pan de la tostadora—, porque el tuyo ya está listo.

Camine hacia la isla en el centro de la cocina, me senté en la silla de la mitad en donde habían tres panqueques y dos tostadas. Despues de unos segundos Spencer de sento a mi lado trayendo mermelada y miel de maple.

—Bon Appétit.— él empezó a partir los panqueques en pedazos y luego de esparcí les miel de maple los llevaba a su boca. Yo hice lo mismo pero con las tostadas y la mermelada. Debo admitir que para ser un chico cocina como los dioses.

Pasamos unos minutos sin dejar que las palabras interrumpieran nuestro desayuno, pero no fueron las palabras las que interrumpieron, fue su teléfono. Me sorprendí un poco al ver las palabras Alex Director en la pantalla de su teléfono. Él tomó el teléfono y contesto de inmediato.

—Buenos días Alex, perdón pero hoy no podré...— al parecer fue interrumpido por la persona al otro lado— Si, si lo sé.... No no la he visto— ¿Se refería a mi?— Yo le diré, usted no se preocupe...— esas pausas me ponían de alguna manera nerviosa, tal vez estuvieran hablando de mi, ¿Y si lo que me dirá es que me van a despedir por no ir esta semana?— El próximo viernes, 7:00 pm— lo vi asentir y caminar un poco—, nos veremos ese día.. Si, si, adiós.— después de esto el corto la llamada.

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