"Ahora todo esta bien"

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—Antes de cualquier pregunta, no siento nada por Lindsay hace dos años—esto lo dijo inmediatamente salimos de la discoteca.

—No te he pedido respuestas.

—Pero quiero dártelas, te las mereces.—espero a que respondiera pero al ver que no lo haría continuó.—. No te puedo decir que no me haya dolido, me lamenté seis meses de esa relación. Pero luego conocí a alguien que lo cambiaría todo. Alguien que me haría olvidarla. No me gusta hablar del tema con mis padres o con cualquier otra persona por qué no vale la pena hablar de ella si ahora no me importa. De quién si vale la pena hablar es de quien me hizo olvidarla, esa persona que me hizo dar cuenta de que mis sentimientos hacia Lindsay no se pueden comparar por lo que siento por ella.

—No más cursilerías por favor—entramos al ascensor.

—Que lastima, yo te iba a decir algo importante pero...—apretó el botón de nuestro piso luego de que las puertas se cerraran.

—Pero... ¿Qué?

—Ahora no te lo diré—¿Qué le cuesta decirlo?

—Por favor—mordí mi labio inferior y lo mire fijo. Sé que me lo dirá.

—Admito que te vez excesivamente adorable—eso no me importa en este momento ¿Qué es eso que no me ha dicho?—, pero no te lo diré.

***

—Chicos—¿Quién esta tocando la puerta a esta hora—¡Chicos!

—¡Ya voy Mike!—¿Michael?—Yo iré a abrir, tu descansa.—no me di cuenta de la poca distancia que nos separaba. Estoy aferrada a su brazo como si no hubiese un mañana.—Pero primero tienes que soltar mi brazo.

—C-claro—retiro mis brazos y él se pone en pie.

—Vuelvo enseguida—se acerca a mí y un beso llega a mi frente para luego retirarse de la habitación.

Una sonrisa queda plasmada en mis labios mientras trato de conciliar el sueño de nuevo, pero minutos después me doy cuenta que eso será imposible por el simple hecho de que no puedo dejar de pensar en él además de extrañar su cercanía.

Son increíbles los efectos que una persona puede hacer en la vida de otra, hasta tal punto de necesitarla cerca a cada segundo. Me queda claro de que esto ya no es un simple gusto, dejó de serlo hace ya mucho tiempo. Es mucho más que eso incluso podría ser...¿Amor? Pero ese sentimiento -a además de ser muy fuerte- es imposible que se desarrolle de la noche a la mañana... O tal vez no.

—¿Qué te parece si vamos a desayunar?

***

—¿Tienes planes para hoy?—Estabamos en el primer piso. Spencer ya había terminado y yo sólo tenía que terminar menos de la mitad del waffle que tenía en mi plato.

—No ¿Por qué?—envíe otro bocado a mi boca.

—Quiero hacer algo especial—soy toda oídos—, más específicamente... Nuestra primera cita formal.

—Pensé que la primera había sido en el estadio—dije después de pasar la comida que tenía en mi boca.

—Nuestra primera cita como pareja—si hubiese explicado desde el principio, sería más fácil de entenderle.

—¿Que propones?—tome un poco de jugo de naranja junto al último bocado de mi desayuno.

—¿Esperas que te lo diga?—se supone que debería decírmelo ¿Verdad?—Ni en tus sueños.

—Entonces esta vez no quiero vendas en mis ojos—No conozco Hawaii, no es necesario.

—Esta vez no habrá ninguna venda.

¡Corte! | ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora