Hola, Soy Lauren.

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Creo que ya saben mi nombre, después de todo está allí arriba. Tengo veintitrés años, pero en realidad mi historia no comienza aquí.

Todo comenzó cuando tenia seis años, mis padres me inscribieron en un concurso, que aseguraba a quien lo ganara, una vida como actriz ¿Que debía hacer? Solo escribir mi nombre en la lista, pero a esa edad ni siquiera sabia en lo que me metía y ni tenia definido una profesión para mi vida. Quien ganó el concurso fue aquella niña que no sabía en qué participaba.

Ahora era conocida como la niña más suertuda de Los Ángeles, ahora todos tenían los ojos puestos en mi. De cada movimiento, incluso mi respiración.

A pesar de ser conocida, tenía una única amiga. Y como era de esperarse, los demás me buscaban con un interés oculto.

Y unos meses antes de mi graduación, termine sola. Mi amiga se había mudado por motivos familiares. Y hasta el día de hoy no la he vuelto a ver.

Hace un año opte por vivir sola, después de todo no tengo mucho de que preocuparme.
¿Dónde están mis padres? Ellos se mudaron a Washington.

Continue con lo que hoy a mis 23 años es mi "trabajo permanente", el cual me termino agradando más de lo que creí, hoy por ejemplo será mi primer día en el set de grabación de una nueva producción, esta vez era una película y por primera vez sería uno de los dos personajes principales.

Me levante de mi cama y mire hacia mi lado izquierdo, logre ver el reloj que marcaba las siete treinta de la mañana, lo que significaba que me quedaba una hora para estar lista así que podía hacer todo con tranquilidad. Me puse mis sandalias amarillas con lo que tenía puesto y acostumbraba a ser mi pijama, un esqueleto blanco con unos shorts del mismo color, luego di unos cuantos pasos para llegar a la cocina a la cual llegaban unos cuantos rayos de sol bastante cálidos. Me senté en una de las sillas que se encontraba en esta y mire hacia la ventana de la sala la cual se encontraba en frente mío.

—Lauren, hoy será un gran día— siempre decía esa frase en voz alta por las mañanas todos los días para darme una clase de motivación a mí misma—, ahora hay que desayunar.

Me puse de pie y saque un waffle del refrigerador, lo puse en la mesa de la cocina y luego conecte la tostadora para dejar el waffle en uno de los dos espacios que tenía para que se cocinara, le deje un tiempo de minuto y medio. Luego saque una barra de mantequilla y lo que siempre se le debe poner a un waffle para que quede delicioso, crema de avellanas.

Pronto un pequeño ruido se escuchó para indicar que el waffle estaba listo. De inmediato lo saque de la tostadora para luego colocarlo en el pequeño plato que ya había sacado, lo moví hasta la mesa auxiliar  para luego sentarme en una silla. Aproveche que este estaba caliente y esparcí la mantequilla sobre este para que se derritiera y luego dejar caer un poco de crema de avellanas en este, le di un mordisco y mi boca parecía tener una fiesta dentro de ella al combinar sabores opuestos, además de que lo acompañaba con un jugo de naranja. Para mí, era el desayuno perfecto.

***

—¡Donde están! Agh—Dije para mi misma. Ahora mismo no encuentro las llaves de mi auto, ya había revisado bajo mi cama, sobre esta, en la cocina, en la sala, bajo todos los muebles y no estaban, sentía que me faltaba un lugar por revisar pero no... ¡Mi bolso!

Fui corriendo hacia mi habitación y agarre mi bolso para revisarlo, también vi la hora en mi teléfono y marcaba las 8:45 am y debía estar en el set ¡En quince minutos!

—Aquí están, hora de irme— tome las llaves de la puerta principal de casa, la abrí y luego de cerrarla, abrí la cochera con un pequeño control remoto que tenía. Cuando estuvo abierta, abrí mi auto y me senté en el asiento delantero, retrocedí para sacarlo de la cochera y de nuevo, con el control remoto, cerré la puerta.

***

Todo el camino me ha seguido un auto del mismo modelo que el mío pero color rojo, le advertí al guardia de seguridad antes de entrar al estacionamiento pero él lo o la dejo entrar, supongo que era algún actor, productor, o hasta el director, pero luego no preste atención de quién era él o ella.

Tu siempre eres demasiado paranoica Lauren...

Estacione mi auto en un espacio que había debajo de un árbol y que también estába cerca a la entrada del set a la cual me dirigí. Era como una clase de domo gigante, habían toda clase de cámaras, fondos, computadoras y además muchos extras que seguro estarían en la película. No sabía hacia dónde dirigirme pero estaba segura que debía buscar al guionista o al director para que me entregaran mi diálogo, pero durante mi búsqueda también me dediqué a explorar mi nuevo ambiente de trabajo.

—Lauren, querida ¿Eres tú?— una voz masculina pero un poco afeminada se escuchó atrás de mi. De inmediato me volteé y me encontré con un hombre que seguramente tenía treinta años.

Lo dices como si fuese viejo ¡A ti no te falta mucho para esa edad!

—Si, soy yo,—dije respondiendo a su pregunta, venía acompañada de un chico que me parecía familiar.—y ¿usted es?

—El director nena— estaba empezando a pensar que era gay—, me llamo Alex y este chico que está a mi lado es Spencer, tú co-estrella— a ese chico ya lo conocía, y a decir verdad no lo había visto en dos años y ha cambiado mucho, para bien.

—S-Spencer— en verdad estaba nerviosa.

—Hola Lauren, ¿Me recuerdas?
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Holo gente, este es el primer capítulo de ¡Corte! Espero que les guste y me regalen una estrellita allí abajo y un comentario si no les molesta.
Nos leemos en el siguiente capítulo
Bye
Lauren en multimedia


Edit 5/02/17

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