Baile Victoriano

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-Por favor Lauren, tienes que ir-esa era Abby insistiéndome para que que fuera al baile victoriano junto con ella y... Tom.

-No seré pianista-me cruce de brazos y empecé a caminar hacia mi habitación.

-En primer lugar, es violinista-¡Lo que sea, es igual!-y segundo no quedaras en esa posición.

-¡Claro, no quedare en esa posición al ver cómo bailan canciones románticas mientras que...!-por un segundo me imagino si todo lo que pasó unas semanas atrás no hubiese pasado, tal vez estaría con él, tal vez él me estaría invitando. Ese pensamiento hace que mis ojos se llenen de lagrimas, pero respiro una vez más y continuó sin parpadear, o si no alguna de las lagrimas podría escapar.-¡Mientras que se juran amor eterno y yo... Recuerdo como una imbecil los motivos por los que aún lo amo, pienso en el pasado, en como hubiese sido así como lo pienso ahora, en cómo sería mi vida si no lo hubiese conocido...! Prefiero que mi último día en Los Ángeles sea sin lagrimas, aunque ya lo he echado todo a perder con estas-parpadeo y salen sin dudarlo.

Abby se acerca a mí y me lleva de nuevo al sofá abrazándome... Como alguna vez él lo hizo. ¿¡Por qué todo me recuerda a él!?

Estaba en control y volví a recordarlo, a él y a sus caricias, el cariño que le sentia, como si lo hubiese besado hace poco, como si él me amara aún.

-Si quieres superarlo, deberías despejarte.-ella aún me abraza y acaricia mi espalda, yo trato de recobrar la calma que había mantenido todas estas semanas y me separo del abrazo.

-¿Crees que el ir al baile me ayude?-ella asiente con una sonrisa mientras yo me limpió las lágrimas de mis mejillas.

-Además, será como una despedida de Los Ángeles, después de todo mañana te irás.-ahora es a ella a quien se le escapan unas lágrimas pero las esconde tras una sonrisa que sé que es forzada

-Tu sabias más que nadie, que él era lo que me frenaba-no es porque no la quiera, es una de las personas a quien más quiero en mi vida, pero a él lo amo y es algo que me frenaba a ir a Inglaterra.-Pero, dejemos los temas tristes-se limpia las lágrimas al mismo tiempo que yo imito su acción.-¿Es un baile victoriano?¿Qué se supone que debo usar?

-Un vestido de la época y un antifaz.

***

-¿¡Crees que él esté allí!?-si es mi última noche en Los Ángeles, no quiero que nada ni nadie me lo arruine. Yo estaba en mi habitación mientras que Abby en la de huéspedes.

-¡Alex le prohibió la entrada, después de todo es su casa!-con ese comentario me siento más tranquila, podré disfrutar sin el temor de encontrármelo en el baile.

Las dos salimos de nuestras habitaciones encontrándonos en los pasillos con los vestidos que alquilamos esta tarde, ya que no los volveremos a usar.

Ella lleva un vestido victoriano azul manga larga, que llega hasta los tobillos, tiene algunos bordados negros y algunos blancos. Tiene puesto un antifaz azul claro con una pluma en su lado derecho que cae en la parte de atras de las ondas de su cabello.

A diferencia de ella, llevo vestido vinotinto con bordados negros, del mismo largo y el mismo tipo de manga. Llevo un antifaz del mismo color de mi vestido, pero este no trae pluma.

-¿Lista?-me pregunta un poco insegura. Asiento reconsiderando en mi mente si esto será una buena idea.

Salimos de casa y afuera nos encontramos con una limosina parecida a la que nos llevó al Bar Alaska unos meses atrás.

Entramos y Alex nos brinda una de sus mejores sonrisas junto a Tom que toma la mano de su novia de inmediato. Varias personas dentro de la limosina llevan trajes parecidos al mío, los hombres llevan trajes con camisas pomposas sobresaliendo de sus mangas y cuellos, junto con antifaces a blanco y negro.

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